La gala de ‘Gran Hermano 20’ celebrada ayer en Telecinco dejó un auténtico carrusel de emociones y giros inesperados. Jorge Javier Vázquez encabezó una noche marcada por la tensión, las sorpresas y los cambios de rumbo que han sacudido la convivencia en la casa.

El primer gran momento llegó con la expulsión de Diego, quien se convirtió en el tercer concursante oficial en abandonar la realidad. Su salida estuvo muy cerca y se resolvió en un reñido duelo, dejando al participante fuera de la experiencia que tanto había soñado y con la necesidad de afrontan sus polémicas familiares lejos de Guadalix.

Las nominaciones también fueron protagonistas. Los concursantes debían posicionarse definitivamente en Unas votaciones incómodas que dieron origen a una lista de nominados. que marcará el rumbo para la próxima semana. El cierre de «La Pajarera», una de las salas que otorgó inmunidad, sumó más tensión al proceso y obligó a los habitantes a repensar sus estrategias.

A nivel personal, la gala dejó Una ruptura inesperada: Íñigo y EdurneUna de las parejas más sonadas de la edición, decidió poner fin a su relación. Íñigo acabó completamente destrozado después de la decisión, mientras Edurne defendió que era lo mejor para ambos. El desenlace sorprendió a los seguidores, quienes habían seguido de cerca su historia dentro de casa.

Íñigo y Edurne hablan de su ruptura | Foto: Telecinco.es

La noche también estuvo marcada por una pelea en cadena. A Desencuentro inicial entre Mamadou e Íñigo Terminó arrastrando al resto de concursantes a una discusión que parecía no tener fin. El enfrentamiento dejó claro que las tensiones acumuladas en las últimas semanas empiezan a pasar factura y que la convivencia se encuentra en uno de sus momentos más delicados.

La frase que prendió fuego a la gala

El momento más sonado llegó cuando Mamadou, en plena discusión, le envió un mensaje directo a Íñigo: » Aquí no eres nadie, ni tampoco fuera. «. La frase enardeció los ánimos en el plató y dentro de la casa, provocando un Reacción inmediata de Jorge Javier, que tuvo que intervenir para frenar la escalada. Este ataque verbal se convirtió en el punto álgido de la noche y en la declaración más dura de la gala, dejando claro que la convivencia está al límite.