«Hasta seis copas al día» y sobredosis por éxtasis líquido, los excesos de la Asamblea Nacional francesa
Enero de 2025. Es día de sesión parlamentaria en la Asamblea Nacional francesa y la periodista Élise Lucet se presenta con una cámara y varias pruebas salivales antidroga en su mano para testear a ministros y diputados, después de que el alcalde ecologista de Grenoble, Éric Piolle, pidiera a las autoridades medidas de control para los parlamentarios. «Teniendo en cuenta la proliferación de la droga en estos últimos 30 años en toda la sociedad francesa, no hay ninguna razón para que los ministros, los despachos ministeriales y los parlamentarios queden al margen de esta ola», afirmó el alcalde.
Ante estos rumores lanzados por el edil, la periodista puso en marcha el ‘Plan Piolle’. La mayoría de diputados aceptaron, pero no todos. Algunos mostraron su rechazo afirmando que los pasillos de la Asamblea Nacional no podían convertirse en un ‘show’ televisivo e incluso la presidenta, Yaël Braun-Pivet, se mostró molesta con lo sucedido. Han pasado meses de aquello, pero el consumo de alcohol y de estupefacientes en la Asamblea Nacional sigue siendo un motivo de debate y un secreto a voces en el Palacio de Borbón, y especialmente, tras la publicación de una investigación de Le Figaro: ‘Alcohol, drogas en la Asamblea, excesos que preocupan’.
«Cuanto más intensas son las batallas políticas, más tiempo pasamos en el bar porque son momentos en los que necesitamos generar energía colectiva y compartir momentos de embriaguez», admite de manera anónima un parlamentario para el diario. Este mismo diputado confiesa que llegó a beber hasta cinco y seis copas al día durante las sesiones plenarias: «Es una forma de alcoholismo social con la que debemos tener mucho cuidado», explica al rotativo.
Los políticos señalan al «ritmo parlamentario», el estrés, la presión o las largas jornadas como las causas del consumo creciente de sustancias. Precisamente, un estudio publicado este año por el Observatorio francés de drogas y tendencias adictivas apunta que existe una tendencia al alza relacionada con el aumento del consumo de drogas y las condiciones de trabajo. Según la investigadora del observatorio Ivana Obradovic, uno de los factores que influyen en este aumento del consumo es «la evolución de las condiciones de trabajo, con trabajadores activos que la usan para ‘aguantar’ ritmos intensos (restauración) o condiciones difíciles (pescadores)».
Varios diputados detenidos
El problema de los excesos se había mantenido como un secreto parlamentario mal guardado hasta este año. El pasado octubre, el diputado de La Francia Insumisa Andy Kerbrat fue arrestado tras ser sorprendido por la policía comprando drogas en el centro de París. Por aquello, fue sancionado con dos semanas de expulsión parlamentaria.
Este suceso volvió a poner en el centro de las tertulias el tema del consumo de alcohol y drogas en la Asamblea Nacional. «La cocaína ayuda a olvidar el lado oscuro de la política», confesaba un político anónimo a principios de este año para France Info. Sin embargo, la diputada del partido Renacimiento ya denunció esta situación en 2023: «Hay veladas en las que circula droga, así como cenas o finales de sesiones parlamentarias en las que hay un consumo excesivo de alcohol».
Noches donde el alcohol y el consumo de sustancias han desencadenado en violencia, como es el caso del ‘affaire Josso’. La diputada Sandrine Josso fue drogada con éxtasis durante una fiesta por su compañero y senador Joel Guerriau, quien pretendía agredirla sexualmente. Guerriau fue detenido en noviembre de 2023 y apartado de su partido.
Un asistente parlamentario en coma por sobredosis
En el último año, Francia ha duplicado el número de consumidores de cocaína, más de un millón, y de las incautaciones, cerca de 54 toneladas en 2024. Números que no han dejado de crecer y que mantienen en alerta a las autoridades, que buscan la forma de acabar con los problemas que rodean a estas sustancias, como la creciente delincuencia organizada en el país o el aumento de las sobredosis.
El pasado 23 de mayo, París registró cuatro sobredosis en una misma noche. Entre las víctimas, un asistente parlamentario que permaneció en coma varias horas tras ingerir GHB, una droga conocida también como éxtasis líquido o droga de sumisión.
Estas drogas sintéticas preocupan cada vez más a las autoridades, que creen que son la causa de la mitad de las 20 a 30 sobredosis mortales que se producen cada año solo en París.
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