Hay que poner los insultos a la altura de una paliza
Familiares de niños y niñas fallecidos por acoso escolar se concentraron este jueves a las 12.00 horas frente al Congreso de los Diputados, coincidiendo con el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar, en una protesta en la que criticaron la «abandono«que han recibido de la Administración pública.
«Me parece injusto el trato que nos está dando la Administraciónun trato abandono total y absoluto«, afirmó en declaraciones a los medios el fundador de la Asociación Trencats contra la Violencia en las Escuelas, José Manuel López.
A la movilización han asistido familiares de niños y niñas fallecidos a causa de la violencia y el acoso escolar, entre ellos los padres de kira -fundadores de la asociación Trencats-, las familias de Sandra, Daniela, Dani y Alejandroentre otros, así como diversos grupos sociales y víctimas de violencia escolar que se han sumado a esta demanda.
El padre de Kira, una menor que se suicidó por acoso escolar, ha defendido que para que los protocolos funcionen se debe asignar «una figura externa» al centro. «Mientras la escuela sea juez y parte y pueda hacer lo que quiera, habrá más suicidios. Y os digo que serán muchos más», advirtió.
López ha asegurado que se está encontrando con «muchos casos de abuso sexual» entre menores de entre 8 y 12 años. «Algunas cosas que no sucedieron cuando éramos pequeños. Hemos dado acceso gratuito a Internet a nuestros hijos y lo estamos pagando. y vamos a pagar cada vez más», advirtió.
Asimismo, explicó que los chicos «Se suicidan porque la gente se burla de ellos y se ríe de ellos. y los miran fijamente y los aíslan, no porque metan la cabeza en el baño o los golpeen.
«El dolor no desaparece, cambia a la persona»
Por ello, ha instado a cambiar los protocolos para equiparar estos daños a los ataques más graves o garantizar que los daños sean reparados. «No nos van a reparar el daño a los padres de Sandra y a mí, ni a los padres de Daniel, cuya madre está aquí. Nuestros hijos han muerto, pero cada vez que vemos en las noticias que un niño muere por la misma causa, nos estremece hasta lo más profundo de nuestro ser», lamentó.
«Cuando un niño pierde la vida, cuando un niño se suicida, El dolor no desaparece, cambia de persona. y va al padre y a la madre. El niño ha dejado de sufrir, porque no entendía lo que era morir, sino no lo habría hecho, y encima de verdad, ni una carta, ni un perdón, ni un vámonos a trabajar. Los que están aquí atrás no son capaces de reunirse y ponerse de acuerdo para salvar la vida de nuestros hijos», señaló el padre de Kira en referencia a los diputados del Congreso.
El objetivo de esta concentración, convocada por la Asociación Trencats Contra la Violencia en las Escuelas, ha sido exigir a los líderes políticos que se apruebe urgentemente una Ley Integral contra el Acoso Escolar que garantice la protección efectiva de los derechos de los menores en los centros educativos.
Durante la concentración ante el Congreso, las familias portaron fotografías de sus hijas e hijos fallecidos, hasta 18 víctimas de violencia escolar que «quedaban desprotegidas por un sistema que silencia sistemáticamente estos casos, que niega recursos y que normaliza los abusos aceptando la repetición de la violencia como requisito para activar medidas de protección a las víctimas».
«¿Cuántos niños más tendrán que morir?»
Hace exactamente tres años, los padres de Kira entregaron al Congreso más de 230.000 firmas (actualmente unos 260.000) solicitando una Ley Integral contra el Acoso Escolar.
La asociación critica que, tres años después, el Gobierno «no haya tomado ninguna medida concreta para combatir el acoso escolar ni para proteger a los menores en las escuelas». «En este período, Han salido a la luz cinco nuevos suicidios y se han sumado a la interminable lista de víctimas, de las que sólo conocemos algunos nombres», afirma.
Las familias de víctimas de acoso escolar han solicitado formalmente una reunión con la ministra de Educación, Formación Profesional y Deporte, Pilar Alegríacon quien se reunieron hace tres años, y con la ministra de Juventud y Infancia, Sira Rego.
«¿Cuántos niños más tienen que morir? No podemos seguir esperando mientras mueren niños.. Tres años de silencio gubernamental son tres años de complicidad con el acoso. Exigimos una ley que garantice la protección inmediata de las víctimas, que establezca responsabilidades y sanciones claras tanto por su incumplimiento como por omisión, así como protocolos antiacoso funcionales, obligatorios y con supervisión externa que garanticen el derecho de los estudiantes a una educación libre de violencia», reclama la asociación.
La concentración ha sido «una acto pacífico y emocionalpero contundente y necesario visibilizar el drama silencioso que sufren miles de menores en las aulas».
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