Industria de defensa: una apuesta de futuro
En los últimos años, la percepción social española sobre la defensa y su industria ha experimentado una transformación profunda. Rusia ha acelerado un proceso que, a pesar de la germinación durante un período amplio, se ha acelerado después de la invasión de Ucrania.
Lo que se entendió como un área estrictamente vinculada a los militares, hoy también se reconoce como un pilar de innovación tecnológica, progreso económico y seguridad compartida.
Y es que garantizar la soberanía y proteger los valores democráticos son objetivos que requieren una estrategia de defensa sólida.
Avanzar hacia una sociedad más justa y segura en un mundo como el actual requiere cuidadosamente volver La inversión en defensa y seguridad, cuando se entiende como una herramienta estratégica en el servicio de personas, es un compromiso Eso genera estabilidad, bien y desarrollo.
También es una declaración de máxima responsabilidad, porque en un sistema global cada vez más interconectado, los estados tienen el deber de proteger los valores democráticos contra las amenazas como el ciberterrorismo, la información errónea o las presiones geopolíticas de cualquier tipo. Es aquí donde tener una defensa moderna y preparada se posiciona como una herramienta indispensable para salvaguardar las libertades individuales y colectivas.
En este marco, La defensa no puede entenderse sin la industria que la respalda. Las capacidades de un país para garantizar su seguridad y autonomía estratégica dependen en gran medida de tener un tejido industrial sólido, innovador y competitivo.
La industria de defensa es la base material y tecnológica que hace posible tener fuerzas armadas modernas, preparadas y adaptadas a los desafíos del siglo XXI. Sin una industria fuerte no existe una defensa efectiva, y sin una defensa efectiva no es posible proteger lo que queremos preservar como sociedad.
«Hablar de defensa hoy es hablar de ciencia, capacidades y telas productivas. En resumen, está hablando, en resumen, del futuro».
Volviendo a la transformación de la percepción social a la que mencionó al principio, la industria de defensa española ha logrado adaptarse y crecer, integrándose en una sociedad que es mejor y mejor comprender el valor de tener sus capacidades propias y competitivas. Esta evolución no es accidental, pero responde a la realidad de que nuestra industria de defensa es mucho más que un proveedor de equipos militares.
La industria de defensa española es un motor de innovación, un generador de empleo calificado en todo el territorio y un aliado necesario para garantizar la autonomía estratégica de España en un mundo cada vez más incierto. Hablar de defensa hoy es hablar de ciencia, capacidades y telas productivas. Es para hablar, en resumen, del futuro.
La industria de defensa española es un sector estratégico que impulsa el tejido productivo nacional de una manera destacada, lo que lleva a más de 200,000 empleos directos e indirectosMuchos de ellos en áreas de alta calificación. Esta industria contribuye con casi 20,000 millones de euros al PIB nacional, además de una contribución fiscal a las arcas públicas de alrededor de 7,000 millones.
Su papel como agente generador de innovación transversal también es un punto a su favor. Desde la inteligencia artificial hasta la ciberseguridad, las innovaciones desarrolladas en defensa tienen un impacto directo en otros sectores estratégicos como la salud, la energía o las telecomunicaciones. Estos son sectores que respaldan el pozo, la estabilidad y el progreso de nuestras sociedades.
Un aspecto a resaltar es cómo la colaboración entre el sector público y privado ha promovido la industria española en los últimos años, lo que permite a España convertirse en uno de los principales países del mundo cuando desarrollan productos y soluciones innovadores.
La industria de defensa española es un sector estratégico que impulsa el tejido productivo nacional de manera excepcional, dando lugar a más de 200,000 empleos
Las compañías de defensa españoles son actualmente reconocidas en todo el mundo, Fruto de su compromiso con la calidad, la especialización y la excelencia. La calidad de nuestra industria se refleja en hitos como el Spainsat Ng1, el Proyecto Paz 2, las fragatas F110 o los submarinos S80, todos ellos símbolos de excelencia tecnológica española.
La Feria Internacional de Defensa y Seguridad de España (FEINDEF) nos ha permitido este año mostrar todas nuestras capacidades en la construcción de la Europa de la Defensa del futuro. Los sistemas más avantados presentados y los acuerdos cerrados son un claro ejemplo de un país preparado para enfrentar los desafíos que aún están por venir.
Nuestro país tiene una oportunidad única de consolidar como referencia industrial en Europa.Desarrollar capacidades propias, promover la cooperación internacional y atraer inversiones en sectores estratégicos. Continuemos promoviendo una industria de vanguardia que nos protege, nos impulsa y nos permite abrir nuevos horizontes.
*** Ángel Olivares, es presidente de Feindef (Feria Internacional de Defensa y Seguridad de España)
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