ISRAEL ROMPE TREGUA | Negociaciones truncadas e intereses de Netanyahu: las claves de la nueva ofensiva bélica de Israel en Gaza

Decenas de miles de gazatíes dormían plácidamente. Quedaban pocas horas para la zahora, la última comida en la oscuridad antes de empezar el ayuno que viene con cada amanecer durante el mes sagrado musulmán del Ramadán. Pero no tuvieron tiempo para disfrutar de ese perezoso encuentro familiar. Antes de que pudieran abrir los ojos y prepararse para devorar los pocos dátiles que la escasez de alimentos les permitió encontrar en la asediada Gaza, Israel retornó para quebrarles la paz. Alrededor de 400 gazatíes ya nunca podrán saborearlos, porque las bombas extranjeras han arrasado con sus vidas esta madrugada. Pero, ¿por qué ahora? A continuación, algunas de las claves sobre el fin de la tregua en Gaza, impuesto por Israel.
Por el momento, el Ministerio de Salud de Gaza ha denunciado que al menos 404 personas han muerto como resultado de los brutales bombardeos a lo largo y ancho de la Franja de Gaza. Además, hay 562 personas que han resultado heridas. «Varias víctimas aún se encuentran bajo los escombros y se están realizando esfuerzos para recuperarlas», afirma el ministerio. Los ataques se han extendido desde el norte al sur de la Franja, sin que haya habido ningún aviso por parte de las autoridades israelíes. Ya esta mañana el Ejército ha pedido la evacuación de varias zonas del enclave palestino.
Dos semanas después de la entrada en vigor del alto el fuego el pasado 19 de enero, Hamás e Israel, a través de los mediadores, debían empezar las conversaciones para la segunda fase de la tregua. Esta etapa incluía la liberación de más rehenes, a cambio de la retirada de las tropas israelíes del enclave palestino. Pero Tel Aviv se ha negado de forma reiterada a iniciar este diálogo. En cambio, ha lanzado propuestas para extender la primera fase continuando con los intercambios sin abandonar tierra palestina e, incluso, ha bloqueado el acceso de la ayuda humanitaria para presionar a Hamás. Sin embargo, el grupo palestino ha insistido en la importancia de un alto el fuego permanente. Incluso, se ha mostrado dispuesto a extender esta primera fase, aunque sólo para un número pequeño de rehenes y con la condición del inicio inmediato de la negociación de la segunda fase. Pero, para Israel, no ha sido suficiente.
Muchos analistas apuntan a que hay un interés mayor detrás de este reinicio de la violencia. Este mismo martes, apenas unas horas después de que empezara a bombardear Gaza, el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, debía declarar en su juicio por corrupción. Finalmente, ha pospuesto su comparecencia alegando «cuestiones de seguridad». Así, el líder, ajetreado en medio de la guerra, evita atender, de nuevo, a sus pleitos con la justicia. Además, volver a los combates es el caramelito que sus socios ultraderechistas del gobierno le estaban pidiendo. El radical Itamar Ben Gvir abandonó la cartera de Seguridad Nacional cuando se aprobó la tregua por su oposición a cualquier concesión a Hamás y su defensa a ultranza de la acción militar en Gaza. Ahora, probablemente, Ben Gvir vuelva al Gobierno de Netanyahu, a apenas dos semanas de que el primer ministro tenga que aprobar unos presupuestos para los que necesita el apoyo de todo su Ejecutivo con tal de evitar que caiga y tenga que abandonar el poder.
El reinicio de la guerra contra Gaza llega en un momento de elevada tensión regional. Este fin de semana la coalición liderada por Estados Unidos y el Reino Unido ha realizado bombardeos a gran escala contra los rebeldes chiíes hutíes del Yemen, matando a decenas de personas. El grupo respaldado por Irán anunció la reanudación de los ataques contra los barcos vinculados a Israel en el mar Rojo, que hicieron tambalear el comercio mundial en octubre de 2023. A su vez, en Siria, el nuevo régimen de Ahmed el Sharaa se enfrenta a su primer gran reto con las recientes matanzas de alauíes. Además, el lunes, el Líbano y Siria llegaron a un alto el fuego tras los enfrentamientos violentos en la frontera entre las fuerzas sirias y los soldados y grupos locales armados libaneses que acabaron con la vida de siete personas, e hirieron a otras 52.
Tras la mayor operación militar de Estados Unidos en Oriente Próximo desde que el presidente Donald Trump regresara a la Casa Blanca en enero, también habría dado su aprobación a la reanudación de la guerra en Gaza. «La Administración Trump y la Casa Blanca fueron consultadas por los israelíes sobre sus ataques en Gaza esta noche», ha afirmado Karoline Leavitt, la portavoz de la Casa Blanca, en una entrevista con la cadena Fox News. «Como ha dejado claro el presidente Trump, Hamás, los hutíes, Irán, todos aquellos que buscan aterrorizar no solo a Israel, sino también a Estados Unidos, pagarán un precio: se desatará el infierno», ha prometido. Mientras Trump intensifica sus esfuerzos para detener la guerra en Ucrania, sus acciones indican que intenta hacer lo contrario en Oriente Próximo.
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