Juanma Lorente, abogado laboralista: «Tu empresa te puede despedir por oler mal»
La convivencia en el entorno de trabajo en ocasiones puede ser complicada de sobrellevar ante la presencia de un amplio número de personas, con carácter, necesidades y formas de actuar diferentes compartiendo espacio, tiempo y vivencias entre sí. Una situación que puede empeorar si alguno de los miembros del equipo tiene cierta aversión a su propia higiene personal y no la mantiene de manera adecuada, algo que puede perturbar a sus compañeros y que, incluso, puede llevar al despido de este trabajador.
Así lo ha explicado el abogado laboralista sevillano Juanma Lorente, que ha asegurado: «Tu empresa te puede despedir por oler mal». «En casi todos los trabajos hay alguien que no huele estupendamente, que no da gusto acercarse a él. Pues, que sepas, que a esa persona la empresa le puede despedir disciplinariamente, sin indemnización, por ese motivo».
De ese modo, tal y como ha explicado el profesional, esto se debe a que esa falta de higiene puede perjudicar a los compañeros y crear un «perjuicio dentro de la convivencia de la empresa». «Es totalmente legal que se plante tu jefe con tu compañero que huele mal en un despacho delante de una carta de despido en la que ponga ‘te despido por oler mal'», ha añadido.
Sin embargo, para que este extremo se cumpla, antes de ello se tiene que haber dado una serie de toques de atención y sanciones al empleado para intentar que la problemática mejore. «Pero si incluso así el señor sigue sin tener una higiene mínima para ir a trabajar, tendrá que terminar en la calle», ha recalcado Lorente.
El Estatuto de los Trabajadores incluye la posibilidad de despedir por mal olor
Así, la empresa deberá demostrar que existe una causa real, continuada y que afecta al funcionamiento del trabajo. Para llevar a cabo este despido, los responsables podrán apelar al artículo 54 del Estatuto de los Trabajadores.
En el reglamento, se asegura que una de las causas por las que el contrato de trabajo puede extinguirse por un «incumplimiento grave y culpable» por parte del trabajador es «la transgresión de la buena fe contractual, así como el abuso de confianza en el desempeño del trabajo», una situación que engloba, entre otros, la falta de aseo personal y el mal olor persistente al alterar el ambiente de trabajo y la convivencia laboral.
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