La bolsa y la exuberancia irracional
John Kenneth Galbraith (1908-2006), quien fue el economista jefe de John F. Kennedy (1917-1963) y más famoso –quizás por su vida casi centenaria– que muchos premios Nobel, escribió en “Una breve historia de la euforia financiera” que, “a efectos prácticos, se debe suponer que la memoria financiera dura, como máximo, no más de 20 años”.
Eso es lo que explica que desastres financieros Se olvidan fácilmente y se repiten con regularidad. Alan Greenspancual fue presidente de la reserva federal –el banco central de Estados Unidos– entre 1987 y 2006, y que está a punto de cumplir un centenario, se preguntó en 1996, en una cena del American Enterprise Institute en Washington: «¿Cómo sabemos cuándo una exuberancia irracional ha elevado indebidamente el valor de los activos?»
Eran los tiempos de euforia en torno a las empresas conocidas como «punto.com», en el primer surgimiento de todo lo relacionado con Internet. Al día siguiente, fue una advertencia, un tanto retórica, sobre si había algo «irracional» que había inflado indebidamente los precios de los activos bursátiles. Al día siguiente, los principales índices bursátiles cayeron, aunque de forma limitada, entre un 2 y un 4%. Pasaría más tiempo, pero con la entrada del milenio, las empresas puntocom sufrieron su primera crisis y muchas desaparecieron.
Entonces, en 2008, llegaría la Gran Recesión. Casi 20 años después, como advirtió Galbraith, la euforia reina en las bolsas de casi todo el mundo, en este caso lideradas por las empresas de Inteligencia artificial (IA).
El boom, una burbuja para algunos, se ha extendido a casi todos los sectores y bolsas. El Ibex-35El índice selectivo de la Bolsa española no es una excepción. Es la europea la que más ha subido este año, que cerrará con subidas récord, aunque sus buenos resultados no se basan en los valores de la IA sino en los financieros, que han arrastrado a la baja al resto.
Él El Gobierno de Sánchez, aunque no es muy partidario de la Bolsa, También se marca el gol. Sin embargo, la trayectoria de la Bolsa española, que aprovecha los buenos datos macroeconómicos, poco tiene que ver con una actuación gubernamental que, en cualquier caso, penaliza -con impuestos- a algunos valores.
Él Ibex, en el que destacan las subidas de precios de los bancos, se ha beneficiado de la normalización de los tipos de interés, tras años de tipos de interés negativos, como señala el economista José Carlos Díez. Por otro lado, buena parte de los beneficios de los bancos Santander y BBVA y de Inditex e Iberdrola tienen su origen fuera de España, ya que las empresas presididas por Ana Botín, Carlos Torres, Marta Ortega e Ignacio Sánchez Galán son auténticas multinacionales. Además, el Ibex, como todas las bolsas, también se beneficia de la gran liquidez que todavía existe en los mercados, a pesar de las políticas monetarias más restrictivas de los bancos centrales.
El la euforia domina los mercadoshasta el punto de que los gurús más optimistas vaticinan incrementos de beneficios de dos dígitos en las principales empresas de Wall Street y Nasdaq. Los expertos españoles también se muestran optimistas de cara a los próximos meses. Sin embargo, también hay quienes lanzan advertencias, que en tiempos de ganancias exuberantes, no suelen ser escuchadas.
«La Bolsa no puede subir un 40% cada año», dice también José Carlos Díez. Ruchir Sharma, presidente de Rockefeller International, acaba de llamar la atención en el Financial Times sobre “Las cuatro “O” –en español serían las cuatro “S”– que forman una burbuja. Señala que en medio de la “vorágine” sobre la Inteligencia Artificial (IA), ya hay chistes sobre “una burbuja dentro de una burbuja”.
Son verdaderas multinacionales. Sus cuatro “O” –“S” en español- son “sobrevaluación, sobrepropiedad, sobreinversión y sobreapalancamiento”. Observados juntos pueden formar un cóctel explosivo y una burbuja que estallará en algún momento. Habla de empresas de Inteligencia Artificial, pero su crisis se extendería a todos los mercados.
Sharma, en línea con Galbraith, recuerda el burbujas de oro pinchadasen los años setenta del siglo pasado, y el de las empresas de internet, en el umbral del milenio. En ambos casos, los precios ajustados a la inflación se multiplicaron por diez en unos diez años.
También indica que un estudio sobre la burbujas del mercado de valores del siglo pasado indica que las posibilidades de un colapso superan el 50% cuando el sector en el centro de la euforia ha subido su precio de mercado un 100% en dos años.
Ése es ahora el exuberante umbral que están rozando las empresas de IA, justo cuando han pasado unos veinte años desde la última euforia, como decía Galbraith.
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