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La Carta de Derechos Fundamentales de la UE cumple 25 años

La Carta de Derechos Fundamentales de la UE cumple 25 años
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  • Publisheddiciembre 6, 2025




Este fin de semana celebramos el 25º aniversario de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europeael texto neurálgico de equidad y justicia en toda la UE. Pero la Carta es más que un texto, es una promesa: la promesa de defender los valores fundacionales de dignidad, libertad, democracia, igualdad, Estado de derecho y respeto de los derechos humanos de todas las personas en nuestra Unión.

La conmemoración de este hito nos recuerda por qué la Carta es importante y nos insta a garantizar que los derechos fundamentales siguen siendo una parte integral de nuestra vida diaria.

En mis 25 años de servicio público –desde mis primeras elecciones al concejo municipal, pasando por un cargo nacional, hasta mi servicio a nivel europeo– he vivido y respirado democracia. La democracia y los derechos fundamentales consagrados en la Carta van de la mano: la democracia permite que nuestros valores florezcan, mientras que la Carta los transforma en libertades reales de las que disfrutamos todos los días. Hacia proteger la libertad de expresión e información, los derechos de los ciudadanos y la igualdad, La Carta crea un círculo virtuoso en el que la gobernanza democrática y los derechos fundamentales se refuerzan mutuamente continuamente.

Un espacio cívico dinámico y abierto es el alma de la democracia. Esto es especialmente cierto cuando se trata de implementar la Carta: las organizaciones de la sociedad civil y los defensores de los derechos humanos son socios indispensables en la defensa de nuestros derechos fundamentales. Para apoyar su trabajo esencial, debemos proporcionar foros para el diálogo, la participación y la colaboración. Sin embargo, en toda Europa, estos espacios se enfrentan presiones, recortes de financiación, interferencias políticas e intimidaciones. La Carta nos recuerda que la protección de la sociedad civil no es opcional; Es esencial garantizar que sus principios se apliquen en la práctica. La UE seguirá abogando firmemente por un espacio cívico abierto, utilizando todas las herramientas a su disposición, desde iniciativas políticas hasta financiación específica para fortalecer la democracia y los derechos humanos en todo el continente. Recientemente presenté la primera estrategia de la UE para la sociedad civil, cuyo objetivo es convertir estas aspiraciones en realidad.

El apoyo a la sociedad civil está estrechamente relacionado con el empoderamiento de los ciudadanos. La fuerza de la Carta reside en su capacidad para proteger y empoderar a todos en la UE, Pero su potencial sólo se materializa cuando las personas conocen sus derechos y saben cómo reclamarlos. Es alentador observar que el último Eurobarómetro especial sobre la Carta, publicado esta semana, muestra un aumento constante de la concienciación: el 49% de los encuestados ha oído hablar de la Carta, un aumento de seis puntos desde 2019 y diez puntos desde 2012. La concienciación no es un fin en sí mismo: para que los ciudadanos puedan ejercer sus derechos de manera efectiva y buscar reparación cuando sean violados, es esencial que conozcan y comprendan esos derechos.

En los últimos 25 años, la UE ha logrado grandes avances en la protección de los derechos fundamentales. En 2009, la Carta pasó a ser jurídicamente vinculante mediante el Tratado de Lisboa. Si bien su contenido no ha cambiado, la interpretación y aplicación de los derechos ha evolucionado para garantizar que sigan siendo relevantes en un mundo que cambia rápidamente. Por ejemplo, la protección de datos personales es un derecho fundamental esencial, consagrado en la Carta, que garantiza que las personas puedan conservar su autonomía, dignidad y privacidad en la era digital. Este principio se ha visto reforzado por el histórico Reglamento General de Protección de Datos, que establece un alto nivel de protección de datos en toda la UE.

La Carta no es algo abstracto, sino que tiene repercusiones tangibles en la vida cotidiana. Cuando en un sitio web se rechazan las cookies es porque tenemos derecho a la privacidad y a la protección de datos. La Carta también nos protege de la discriminación. El derecho a una buena administración garantiza que las autoridades de la UE actúen de manera justa, procesar los asuntos con prontitud y motivar sus decisiones. Los niños también disfrutan de protección, incluido el derecho a la educación, la salvaguarda de su interés superior y el reconocimiento de sus opiniones en las decisiones que les afectan, de acuerdo con su edad y madurez.

Durante 25 años, la Carta ha salvaguardado nuestros derechos y guiado a legisladores e instituciones. en la defensa de las libertades fundamentales al aplicar la legislación de la UE. Hoy, mientras celebramos este hito, reafirmo mi compromiso con los valores de la Carta.

Todavía queda trabajo por hacer y me esforzaré por garantizar que, durante los próximos 25 años y más allá, los derechos de la Carta sean plenamente respetados, defendidos y se conviertan en una realidad tangible para todos en toda la Unión Europea.



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