La coalición de Gobierno de Países Bajos salta por los aires por abandono del ultra Wilders
La coalición de Gobierno de Países Bajos ha quedado fulminada al anunciar el líder del ultraderechista Partido de la Libertad (PVV) Geert Wilders que abandona esa alianza por la negativa de sus socios a restringir aún más la política migratoria. «No hay apoyo a nuestros planes. El PVV abandona la coalición», fue el mensaje difundido este martes por Wilders en su cuenta en X .
Con ello se pone fin al hasta ahora único Gobierno liderado por el partido de Wilders, una coalición compuesta de cuatro formaciones derechistas. El líder del radicalismo derechista y ‘trumpista’ no tenía formalmente ningún cargo ministerial, pero ejercía su poder desde fuera.
Wilders llevaba días poniendo presionando sobre sus socios con la exigencia de una política de asilo de línea aún más dura, lo que significa el cerrojo práctico al asilo. «Esto no pinta bien», fue el mensaje que colgó el líder, fundador y alma mater del PVV hace unos días en su cuenta en X. Este martes, comunicó por la misma vía el abandono de la coalición.
Las exigencias de Wilders se concretaron en un programa de diez puntos, cuya clave era el cierre de fronteras a la inmigración irregular. Planteó incluso el uso del Ejército para la vigilancia fronteriza, cuyo cometido sería impedir la entrada de solicitantes de asilo.
Figura dominante
El PVV de Wilders es el partido dominante en la coalición de los Países Bajos desde julio de 2024. Siete meses antes, su partido se había convertido en primera fuerza en las elecciones parlamentarias del país. Lograr un acuerdo de coalición fue complejo, puesto que sus virtuales socios bloquearon la presencia de Wilders en el Gobierno. Finalmente se optó por colocar al frente del ejecutivo a un tecnócrata, el exjefe de los servicios secretos Dick Schoof, lo que no ha impedido que Wilders siga manejando los hilos de la política neerlandesa desde su teórica retaguardia.
El PVV es el partido mayoritario en la coalición que completan los liberales del VVD, los democristianos del NSC y el llamado Partido de los Granjeros, BBB, todos ellos de signo derechista. Las concesiones hechas por sus socios de coalición, que estaban dispuestos a restringir la política de asilo al máximo, no han sido suficientes para Wilders, que exige el cerrojo en las fronteras ‘inmediato’.
Incertidumbre
La ruptura de coalición abre en los Países Bajos una nueva fase de incertidumbre política. La formación del gobierno dominado por el PVV era una victoria personal de Wilders. Puso fin a casi 14 años de ejecutivos liderados por el liberal Mark Rutte, quien había anunciado ya su retirada y se disponía a ocupar el puesto de secretario general de la OTAN, pero siguió durante unos meses como primer ministro en funciones.
Wilders es uno de los representantes del ‘trumpismo’ europeo y su partido está entre los más arraigados de la familia radical del bloque comunitario. Tuvo ya una única experiencia de gobierno entre 2010 y 2012, entonces como aliado de Rutte. La convivencia acabó en naufragio por hostilidades políticas y hasta personales con el político liberal, que a partir de esa experiencia le vetó a partir de entonces para sus siguientes gobiernos.
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