La exhumación en La Lloba llega 22 años después de reconocer esa fosa
La intervención arqueológica en la fosa común de La Lloba ha sido posible tras un riguroso estudio de testimonios, fuentes documentales como el archivo militar de Ávila e historias familiares que con el paso del tiempo han permitido localizar los primeros restos óseos. Tibias, restos de un cráneo y unas botas han sido los primeros hallazgos después de un mes de investigación en este enclave castrillonense. Al margen de los testimonios familiares que hablan de lo ocurrido a finales de los años treinta del siglo XX, hace 22 años, en 2003, la asociación por la memoria histórica asturiana logró proteger ese entorno antes de que las excavadoras allanaran el terreno para construir la Autovía del Cantábrico. Ese detalle obligó a reconocer la existencia de una fosa común. En su momento, fue de las primeras veces que en España una obra pública se modificaba para respetar un lugar de memoria, señalan los historiadores. Sin embargo, poco más se hizo para arrojar luz a este entorno que, de acuerdo a los informes, se convirtió en uno de los principales escenarios de la represión franquista en la comarca.
[–>[–>[–>Pasado el tiempo y una vez catalogada esa fosa por la Universidad de Oviedo, ese lugar situado en el municipio de Castrillón no fue uno de los que fue señalizado con un monolito como sí ocurrió, por ejemplo, con la fosa del Pinar de Salinas. Una publicación sobre la represión en el concejo y obra de Pablo Martínez Corral y Rubén Chimeno financiada por el Ayuntamiento ya menciona a La Lloba en 2008. Posteriormente, otro libro de Martínez Corral sobre la Quinta Pedregal, lugar de torturas durante el primer franquismo, identifica este espacio en La Lloba como lugar de enterramiento. Ese extremo ha sido corroborado por testimonios que hablaban de la llegada de camiones a un lugar que contaba con una trinchera republicana y que nunca fue utilizada para intentar defender el avance de las tropas sublevadas.
[–> [–>[–>Ese terreno se vio envuelto en polémica en 2017 en pleno debate por la ubicación del albergue de animales comarcal. Todo ello porque el terreno en cuestión, que fue rechazado, era una de las fincas donde pueden continuar los trabajos de prospección. Hace dos años, el asunto de la fosa se reactivó tras el interés de familiares de las supuestas víctimas de la represión en La Lloba de acuerdo con la dirección general de Memoria Democrática del Principado. Una larga espera, dicen algunos, para intentar «cerrar las heridas» y localizar, tras décadas sin información oficial, los restos de sus familiares desaparecidos cuando las tropas sublevadas del ejército franquista se habían hecho con el control de Asturias.
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Así las cosas, veintidós años después de aquella pequeña alteración al trazado de la Autovía del Cantábrico a su paso por Castrillón comienza a aflorar los primeros restos humanos de personas que hace más de ochenta años fueron asesinadas por defender ideales republicanos.
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