La hermana de Milei, en el ojo del huracán por el ‘criptogate’

Acorralado por el escándalo de la estafa de una criptomoneda que patrocinó, el presidente de Argentina, Javier Milei, respirará este jueves el frío aire de Washington con cierta sensación de alivio. Se trata de su segundo viaje a Estados Unidos desde que Donald Trump asumió la presidencia. El dirigente ha tratado de seguir automáticamente al multimillonario en sus gestos: anunció la retirada de su país de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la inminente despedida del Acuerdo de París, entre otros movimientos. Milei participará de una nueva edición de la Conferencia de Acción Conservadora (CPAC). La onda expansiva del «critpogate» ha llegado a territorio norteamericano y es la razón por la que el anarcocapitalista se subió a un avión sin la certeza de si será recibido personalmente por Trump en momentos que necesita su respaldo como el agua. La trama de $LIBRA muestra cada día una capa más oscura de las relaciones entre sus hacedores, que ganaron unos 100 millones de dólares con la estafa, y el corazón del Gobierno ultraderechista. La oposición quiere interpelar a los funcionarios clave y avanzar con el juicio político, aunque sin certeza. La jueza María Servini de Cubría ha comenzado a recibir las denuncias y la evolución de las mismas intranquiliza al Ejecutivo, entre otras razones porque apuntan a Karina Milei, la mujer más poderosa de Argentina, conocida como «El Jefe», funcionaria de la administración, sostén emocional de su hermano y organizadora de La libertad Avanza, el partido que busca hacer pie en todo el territorio nacional, un desafío que solo se puede hacer con dinero.
Milei percibe que Wall Street no castigará en breve las acciones de las empresas argentinas y eso tranquilizará al mercado nacional. El mandatario espera ansioso las respectivas fotografías con Elon Musk y la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, de cuyo aval depende un crédito indispensable para sostener un programa económico carente de dólares.
Otro personaje reside en Estados Unidos y está en el centro del escándalo. Hayden Davis, el rostro de Kelsier Ventures, una de las empresas que participó del lanzamiento de $LIBRA. El diario local ‘La Nación’ ha publicado conversaciones explosivas en las cuales asegura tener el «control» de lo que Milei iba a hacer y decir para promocionar el activo digital, tal cual sucedió el pasado viernes. «Podemos hacer que Milei tuitee, haga reuniones en persona y haga una promoción. Yo controlo a ese nigga (negro) «. Un interlocutor se sorprende ante tanta seguridad y jactancia. «Eso es una locura», escribe, y recibe una respuesta que es la comidilla de la política local. «Le envío $$ a su hermana y él firma lo que digo y hace lo que quiero. ‘Craziest shit’ (Una locura)».
Davis también incomoda al Gobierno cuando dice que posee los 100 millones de dólares acumulados pero que «son de Argentina» y espera instrucciones para saber qué hacer con semejante suma. Los analistas políticos coinciden en que el norteamericano no ha roto sus lazos con el poder.
Diogenes Casares, un experto en finanzas descentralizadas (DeFi) y cofundador de Stream Finance, comentó a ‘La Nación’: «Me dijeron que alguien cercano a Milei había recibido un soborno de cinco millones de dólares para ponerlo frente a él. Para ser claros, esto no significa que Milei recibió dinero, sino que alguien cercano a él había recibido dinero para facilitar que Milei promocionara el token».
Idas y venidas
El extertuliano televisivo pasó de festejar la existencia de $LIBRA a sostener, tres horas después que no se había «interiorizado» en sus pormenores. El lunes negó haber promocionado la criptomoneda, apenas «divulgado» y se distanció asegurando de que se trataba de un «asunto entre privados» que no provocó pérdidas al Estado. Dijo también que los estafados no deberían quejarse porque tampoco lo hacen quienes apuestan en un «casino» y pierden su dinero.
Se espera que la jueza Servini solicite el registro de visitas a la Casa de Gobierno y a la Quinta de Olivos, la residencia presidencial en la zona norte bonaerense. «También piensa peritar los teléfonos de funcionarios y asesores y no descarta allanar dependencias oficiales para pesquisar computadoras», sostuvo el portal ‘La Política Online’. Los posibles movimientos de la magistrada, conocida en España por haber ordenado en 2014 la detención de 20 imputados por crímenes cometidos durante el franquismo, provocan «desesperación» en el círculo más íntimo de Milei. ‘La Política Online’ sostiene que de ese entorno ha surgido la idea de pedirle a Ricardo Lorenzetti, uno de los integrantes del Tribunal Supremo, que tome cartas en el asunto.
Viejos recuerdos
A la par, el Gobierno apuesta a que con el correr de los días muchos argentinos olviden el «criptogate» y se imponga de hecho el peso de una «normalidad» económica que mostraba algunas fisuras antes de la aparición en X de $LIBRA. Confían en que la «estabilidad» pueda contrarrestar cualquier movimiento mediático o en los tribunales. El mercado es el principal garante de la suerte de los hermanos Milei.
Algunos analistas recuerdan por estas horas el llamado «Yomagate» que involucró a partir de 1991 a Amira Yoma, por entonces cuñada del presidente Carlos Menem en un resonante caso de narcotráfico que tuvo como epicentro al aeropuerto internacional de Ezeiza. El sirio Ibrahim al Ibrahim, esposo de Amira Yoma, era el director de Aduanas a pesar de no hablar castellano. Emir Yoma, su hermano, era también protagonista central del escándalo y a la vez el contacto con Monzer Al Kassar, un traficante de armas que obtuvo su pasaporte argentino en la misma sede del Ejecutivo. El «Yomagate» no prosperó en los tribunales a pesar de las olas de indignación pública que levantó. La causa estuvo en manos de la misma jueza que ahora recibe un aluvión de denuncias. En 1995, Menem ganó su segunda elección presidencial.
Puedes consultar la fuente de este artículo aquí