la previa del encuentro de hoy del cuadro blanquiazul
Parece una excusa banal, que usan muchos entrenadores cuando no quieren hablar de lo que pasa durante un encuentro, pero el césped del Príncipe Felipe, estadio del Cacereño, promete ser uno de los grandes protagonistas del próximo partido del Avilés. Los blanquiazules se enfrentan, a partir de las 16 horas, a uno de los peores locales de la categoría (cinco puntos de doce posibles), pero que ha demostrado saber sufrir sin pelota como paso para mejorar sus resultados. Aun así, todos los ojos apuntarán al campo.
[–>[–>[–>El césped
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La imagen del Príncipe Felipe en el último encuentro como local del Cacereño, hace dos semanas ante el Ourense, estuvo muy lejos de ser la idónea. Calvas, zonas levantadas… «El tema del césped está bastante bien. Se está cubriendo y tupiendo muchísimo y endureciéndose bastante. Espero que en este partido se levante poco, porque ya se ve que el suelo está mucho más duro que estaba hace quince días. El campo va a estar mucho mejor», declaró Carlos Ordóñez, presidente del club, al Periódico de Extremadura, del mismo grupo que LA NUEVA ESPAÑA. Para el ataque del Avilés, que destaca por el nivel de sus individualidades, es clave que la pelota pueda rodar sin problemas.
[–> [–>[–>«9» ganador de duelos
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Uno de los puntos en los que puede sufrir la defensa del Avilés es en la batalla ante Diego Gómez, delantero centro del Cacereño. Cierto es que el ‘9’ verdiblanco no está mostrando mucha pegada en lo que llevamos de campaña (solo lleva una asistencia) pero es muy útil para que puedan avanzar al ataque. El madrileño y su cerca de metro noventa es el recurso ideal para saltarse el centro del campo y, mandándole un balón aéreo, plantarse ya en área rival, y a partir de ahí continuar con la jugada. Babin y Granero van a tener que dar un plus para tapar este foco de peligro.
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Laterales muy largos
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El Cacereño suele tener a extremos que prácticamente juegan como mediapuntas, con libertad para caer hacia dentro, por lo que los costados quedan para sus dos laterales, que ganan mucha altura cuando los verdiblancos están en fase ofensiva. Además, la brújula de este equipo, Deco, se pone en línea con los dos centrales, formando una defensa de tres que tapa las espaldas de los hombres de banda. Los extremos blanquiazules no deben escatimar en esfuerzos a la hora de seguirles si no quieren que acaben marcando la diferencia.
[–>[–>[–>Un ataque sin pólvora
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Una de las claves que puede acabar decantando la balanza en favor del Avilés es la poca pólvora que tiene el ataque del Cacereño. Los extremeños tan solo suman nueve tantos a favor esta campaña y no llegan ni a un gol por encuentro. Además, tan solo uno de sus jugadores, Iván Fernández, ha conseguido ver puerta en dos ocasiones. No suelen ser un equipo que tenga demasiado protagonismo con balón y, cuando llegan, tampoco generan excesiva sensación de peligro. Sobre el papel, el Príncipe Felipe es el escenario ideal para asentar la seguridad defensiva de la zaga avilesina.
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El posible once del Avilés
Todo hace indicar que, tras la imagen vista en el último encuentro ante el Arenteiro, Dani Vidal no hará excesivos cambios en su once para enfrentarse al Cacereño. Una de las principales dudas sigue estando en el frente de ataque, donde el debate gira en torno a la figura de Raúl Rubio. El maño es uno de los jugadores blanquiazules que más presiones por partido realiza, desgañitándose a la hora de torpedear la salida de balón rival, pero le está faltando la puntería que le asiente en el once titular. Por el momento no ha visto puerta. Cueto, sin embargo, si algo ha demostrado es tener esa puntería, sobre todo cuando sale desde el banquillo.
En los costados está la posibilidad de que Quicala se haga con uno de los dos puestos de extremo. En la sala de máquinas todo hace indicar que se asentará la pareja formado por Kevin Bautista y Adri Gómez, mientras que la zaga será para Babin y un Borja Granero que ya parece recuperado de las molestias que sufrió durante la pasada semana.
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