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la revolución del vending saludable

la revolución del vending saludable
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  • Publishednoviembre 23, 2025



En un sector históricamente asociado a los snacks ultraprocesados ​​y los refrescos azucarados, un grupo de emprendedores decidió que era hora de romper moldes. Así nació El tarro verdeuna empresa que apuesta por transformar el venta tradicional en un modelo totalmente diferente: refrigeradores inteligentes ofreciendo comida fresca y saludable lista para llevar.

La iniciativa surgió de la unión de cinco profesionales –Ángel, José María, Víctor, Guillermo y Pablo– de campos como la hostelería, el comercio, la banca y el mundo del vending. Todos compartían la misma convicción: «Había que ofrecer una alternativa real y de calidad en un sector donde no había opciones saludables», explican.

Con esa visión, y bajo el liderazgo operativo de Farouk Zaky, CEO y cara visible del proyecto, impulsaron una idea sencilla pero potente: convertir la máquina expendedora en un auténtico frigorífico saludable.

La filosofía de El tarro verde Se resume en una frase: hacer que comer bien sea sencillo, accesible y apetecible. Su misión es acercar productos frescos y de calidad a cualquier persona, sin importar dónde se encuentre o el tiempo que tenga.

Los valores que sustentan este camino son la calidad, la transparencia, la sostenibilidad y la innovación. “Queremos que abrir uno de nuestros frigoríficos sea sinónimo de bienestar y de elegir mejor”, afirma Ángel Sanchís, uno de los socios de la empresa. Desde el origen del producto hasta el diseño del packaging, todo responde a ese propósito.

refrigeradores inteligentes

Atrás quedaron las espirales metálicas y los snacks de baja calidad que durante años definieron el concepto de máquinas expendedoras. Las máquinas Green Jar se parecen más a pequeños puntos de venta autónomos que a los dispensadores tradicionales.

Tus refrigeradores Son inteligentes y están equipados con sistemas de IA. y reconocimiento del producto: el usuario simplemente abre la puerta, coge lo que quiere y el pago se realiza automáticamente al cerrarla, sin pasos adicionales ni fricciones.

La empresa también presta meticulosa atención a todos los detalles estéticos y funcionales. El embalaje es reciclable. y buscar transmitir una sensación de sostenibilidad y cuidado; La presentación de cada plato está diseñada para resultar atractiva a primera vista; y el contenido siempre prioriza la frescura y la calidad nutricional, con opciones diseñadas para consumir en cualquier momento del día.

El resultado es un experiencia de compra completamente diferente a la asociada con el vending tradicional. “No parece una máquina expendedora, parece un frigorífico saludable abierto 24 horas al día, 7 días a la semana”, resume Ángel destacando la mezcla entre tecnología, accesibilidad y alimentación cuidada que define el proyecto.

Los refrigeradores de tarros verdesEl tarro verde

Los frigoríficos Green Jar incluyen desde ensaladas, tazones y wraps para yoguresfruta o batidos. Todo hecho con Ingredientes naturales, sin ultraprocesados. y con rotación frecuente que asegura variedad y frescura.

La selección es meticulosa. Pablo Rodero lidera el área gastronómicamientras que la tecnología aporta datos que permiten adaptar la oferta según la ubicación: “No es lo mismo una máquina en un gimnasio que en un hospital”, afirma Rodero. A esto se suma la visión estratégica de Farouk, atenta a las tendencias de consumo y la evolución del mercado.

Sostenibilidad

El compromiso medioambiental es fundamental para el modelo The Green Jar. La empresa utiliza envases reciclables, controla la producción para evitar excedentes y ajustar la reposición gracias a datos en tiempo real. «Lo que no se vende a tiempo se retira y se dona a asociaciones», apuntan.

Además, junto con las máquinas, puntos de reciclaje que facilitan una gestión responsable de los envases. Todo con el objetivo de promover un consumo más consciente y reducir la huella ambiental.

El inteligencia artificialNo sólo mejora la experiencia del usuario: también permite una gestión altamente eficiente. La empresa sabe en tiempo real qué se vende, cuándo reponer o qué productos funcionan mejorr. Esto les permite reducir el desperdiciooptimizar rutas y adaptar la oferta a cada público. «Utilizamos la tecnología para que comer bien sea tan fácil como abrir el frigorífico», explican.

Pero innovar en un mercado consolidado no es fácil. Uno de los mayores desafíos ha sido romper con la percepción del vending tradicional. “Hemos tenido que educar al mercado y demostrar que con este formato se puede ofrecer comida fresca y de calidad”. Otro desafío importante ha sido coordinar la cadena de valor (producción, logística, tecnología) para que cada engranaje opere con precisión. Preparar platos frescos, distribuyéndolos diariamente, representa un nivel de exigencia muy superior al del vending convencional.

A esto se suma la búsqueda de ubicaciones estratégicas y socios alineados con su visión, capaces de entender que este modelo va más allá de instalar una máquina: pasa por ofrecer una experiencia y un estándar de calidad que debe mantenerse en cada punto de venta.

La acogida está siendo «muy positiva», tanto por parte de consumidores como de empresas. El boca a boca y las recomendaciones de clientes que ya tienen un frigorífico instalado están impulsando su crecimiento. La empresa prevé instalar más de 80 máquinas en los próximos seis meses. El mensaje es claro: el mercado pedía una alternativa saludable, moderna y práctica.

Escalar a otros mercados

Aunque actualmente operan exclusivamente en Madrid, El potencial de la capital es enorme y aún está lejos de estar agotado. La compañía calcula más de mil ubicaciones óptimas sólo dentro de la ciudad -desde oficinas, hospitales, universidades o polideportivos- y transformará definitivamente el concepto de vending.

A medida que esta red se consolide y alcance suficiente densidad, el siguiente paso será Salté a otras grandes ciudades como Barcelona, ​​Valencia, Sevilla o Bilbao. En todos los casos mantendrán un modelo de producción local que garantice la frescura diaria, reduzca los tiempos logísticos y permita un mayor control sobre la calidad. “En definitiva, no queremos crecer por crecer, sino hacerlo bien, paso a paso, manteniendo la esencia del producto y la experiencia de marca”, explican.

«Queremos que las cosas saludables formen parte de la vida diaria de las personas», concluyen. Y, de continuar el ritmo actual de expansión, su modelo podría redefinir por completo la forma en que comemos fuera de casa.



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