La rotunda reacción de Ana Obregón a las acusaciones de Antonia Dell’Atte contra Lequio y cómo se encuentra el conde
19 de noviembre de 2025. Nunca olvidarás esa fecha Alessandro Lequio (65 años). Es el día en que tu vida profesional cambiado para siempre y su imagen pública se ha visto disminuida. La destitución del italiano de todos los programas de Mediaset es uno de los temas de la semana.
A nivel televisivo, por supuesto, se trata de algo histórico: la salida abrupta de una de las caras más emblemáticas de los espacios de entretenimiento, el adiós con cajas destempladas a uno de los miembros más experimentados de la televisión española.
El motivo de este adiós no es otro que el acusaciones muy serias ese peso sobre él derramado por su ex esposa, Antonia Dell‘Atte (65). La que fue musa de Armani ha vuelto a alzar la voz sobre la supuesta mal trato que el conde le entregó antes de su separación, ocurrida en 1991.
La actriz Ana García Obregón y el conde italiano Alessandro Lequio, en una fotografía de cuando eran pareja.
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Ante esto -que en realidad no es nada nuevo, ya que Antonia viene enfatizando la difícil convivencia -que vivía al lado de Lequio-, Alessandro ha visto llegar a su fin su etapa profesional en el citado grupo audiovisual. En la prensa no se habla de otra cosa.
Lequio es en silencio después de este repentino despido. Solo LOS ESPAÑOLES ha podido saber a qué se enfrenta»no te preocupes«Este revés laboral. Con la conciencia tranquila y apoyado por su familia inmediata. Es decir, su esposa, María Palacios (47), y su hija, Ginevra Ena (9).
Alessandro no va a hablar públicamente de nada: todo está en manos de sus abogados. La misma línea de discreción mantiene la actriz que fue su pareja sentimental y madre de su malogrado hijo, la actriz. Ana García Obregón (70). Ana siempre ha defendido al padre de su hijo.
Ha estado a su lado, incondicionalmente, en los buenos y malos momentos. Sobre todo, en los más adversos. Daba igual qué escándalo sacudiera a Lequio en aquellos agitados e intensos años noventa: Ana dio la cara y le rompió el cobre a Alessandro.
Alessandro Lequio en una instantánea del pasado.
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Incluso en tiempos más actuales, cuando lamentablemente falleció. Alex Lequioy parecía que había desacuerdos entre Ana y Dado -como se sabe en privado-, la bióloga también ha buscado la calma y la armonía: «Siempre estaremos unidos por nuestro hijo.«.
Y así permanece hoy Ana Obregón. Deja claro con quién te diriges, muy cercano al guionista de ana y los 7que no quiere comentar nada: ni el despido ni la dura historia de Dell’Atte. Ella está concentrada en su nieta, ana sandra: su única ocupación hoy.
Desde el entorno de Obregón señalan que conoce “muy bien” a Alessandro y él no sería ese hombre que los medios intentan proyectar.
Sí hay un dolor que Ana ha recordado aquel doloroso momento en el que Dell’Atte acudía a programas de televisión para desprestigiar al italiano y a ella misma: la falta de relación que existía entre Álex Lequio y su hermano mayor. Gracioso.
«FFue muy doloroso para Ana hace años porque eso provocó que Álex no tuviera trato con Clemente siendo niños«.
Más allá de esto, no hace falta decir que, aunque el entorno de Ana ahora se muestra cauto en este tema de los presuntos malos tratos a Lequio, la actriz no siempre fue tan cauta.
Obregón ha negado en varias ocasiones la veracidad de los hechos relatados por la ex modelo italiana, llegando incluso a acusarla de haber falsificado la denunciay ha reiterado que, en su experiencia personal, Lequio nunca se comportó como un abusador.
La actriz junto a su hijo, Álex Lequio, en una imagen de archivo.
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En diversas entrevistas, Ana Obregón ha expresado frases como: «Ella acusa a Alessandro de ser un abusador porque ella está lastimada y la dejaron sola».Nunca ha sido juzgado ni sentenciado como abusador.«.
El artista también ha venido a cantar: «Dudar de una denuncia de abuso es muy grave y no debe tomarse a la ligera.pero niego categóricamente esa historia.» La posición de Ana no ha hecho más que abrir una brecha cada vez más insalvable entre ambas mujeres.
Ana y Antonia: conflicto sin fin
La relación entre Ana Obregón y Antonia Dell’Atte nunca ha sido sencilla. Más bien se diría lo contrario: siempre ha sido marcado por fuertes desacuerdosaunque en 2016 intentaron tender puentes y disculparse.
Ambos comparten un vínculo con Alessandro Lequio: la italiana fue su esposa y madre de su primer hijo, mientras que la actriz mantuvo una relación con él y es madre de Álex Lequio, fallecido en 2020.
El tensiones entre los dos han durado durante décadas, con reproches cruzados en entrevistas y programas de televisión.
El italiano en una piegrafía de archivo.
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El último episodio se desencadenó cuando Obregón cuestionó la veracidad de la denuncia por presuntos malos tratos que Dell’Atte interpuso contra Lequio en los años 1990. Según la actriz, la modelo habría «falsificación«esa denuncia.
Una afirmación que la italiana consideró intolerable y que la llevó a presentar una demanda por difamación. Dell’Atte ha defendido en numerosas ocasiones la autenticidad de esta denuncia y ha relatado públicamente los episodios de violencia que dice haber sufrido durante su matrimonio con Lequio.
La modelo italiana sostiene que las palabras de Obregón no solo dañaron su reputación, sino también Cuestionan credibilidad de mujeres que denuncian violencia de género. Por ello, decidió acudir a los tribunales para frenar lo que considera una campaña de desprestigio en su contra.
Perdón bajo exclusiva
Ana Obregón y Antonia Dell’Atte posaron juntas en la portada de la revista ¡HOLA! el 5 de enero de 2016, escenificando su reconciliación y «firmando la paz«después de más de 25 años de confrontación mediática.
Esta portada marcó un hito en la prensa del corazón española y marcó el inicio de una relación cordial entre ambos por el bien de sus hijos.
En la entrevista conjunta, ambos dejaron claro su deseo de dejar atrás viejas rivalidades: «Vamos a intentar devolver a nuestros hijos algo de lo que les hemos robado en su infancia.«, «La nuestra es una verdadera reconciliación. «No somos cercanos, no nos adoramos, pero nos llevamos muy bien».
Pese a ese intento, pese a la buena voluntad que ambos parecen haber mostrado en su momento, la sintonía no prosperó. Lo demás es historia.
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