Las jóvenes se colocan en la primera fila de la revuelta ciudadana en Serbia
El 14 de agosto, una activista de 22 años, estudiante de Ciencias Políticas de la Universidad de Belgrado, fue interceptada por unos policías en la capital de Serbia. Eran las diez de la noche y la joven, de nombre Nikolina Sindjelić y que venía de participar en la enésima protesta anticorrupción organizada por el movimiento estudiantil serbio desde noviembre pasado, caminaba junto a algunos compañeros. Pero lo más inquietante ocurrió después, según la joven que, tras ser liberada, relató que no solo había sufrido maltrato durante su detención, sino que también había sido amenazada con «ser violada» en presencia «de todos». La historia no acabó ahí. Días después, fotografías íntimas de Nikolina, también de cuando era menor de edad, fueron difundidas en redes sociales y también por una televisión considerada afín al Gobierno de Aleksandar Vučić.
El caso de Nikolina, imposible de separar del aguerrido clima de reivindicación y protestas que sacuden Serbia desde hace ya casi un año, ha terminado así por remover algunas cosas en este país de manera insólita. Primero por la violencia del episodio descrito por la mujer. «Bajábamos por la calle Nemanjina cuando un grupo de policías y el JZO [Unidad para la Protección de Personas y Instalaciones Específicas]muchos Enmascarado, dejaron un garaje. Nos pusieron allí y nos arrojaron al suelo. Me llamaron «perra«, dijeron» ha Estado registrándonos» Dejaron mi teléfono por la mitad Y luego tomaron mi cámara. […] Entonces el comandante MK me dijo que me iba a sacar de allí para aleatorio para mí en frenteque todos lo iban a ver. […] Días después, para intimidarme, Difunden fotografías íntimas en las redes y en un canal de televisión gubernamental. Es por eso que también estoy preparando una demanda «, dijo el propio Nikolina a El Periódico, cuando se me preguntó qué sucedió.
Pero el caso también ha visibilizado otro fenómeno: la cada vez más visible presencia de jóvenes mujeres serbias en las primeras filas de las masivas protestas ciudadanas que desde hace meses ya son una revuelta civil permanente, lo que según diversas organizaciones también les está poniendo en la mira de formas de represión e intimidación subterráneas ya denunciadas en el pasado en Serbia. La periodista Jovana Gligorijević lo dice tajante: la agresión contra Nikolina «es inequívocamente un caso de represión política y violencia institucional«. «Primero fue detenida ilegalmente, y declaró públicamente que fue golpeada y amenazada con violación por un conocido funcionario de policía. Posteriormente, sus fotos de las redes sociales fueron publicadas por un exsecretario de la policía y luego por la cadena de televisión más destacada [por su vínculo con] él régimen«, dice.
Papel protagónico
Todo ello se debe, dice Gligorijević, a que «por primera vez en la historia de Serbia que las mujeres están verdaderamente en primera línea junto a los hombres. [Durante las protestas]Los jóvenes también son terriblemente golpeados, pero las mujeres son sometidas no solo a las bolas, sino también a Acoso sexual«. Biljana Janjic, directora ejecutiva de la organización feminista Femplatz, también es abrumadora:» Estas tácticas Se originan en un sistema profundamente patriarcal, cuyo El objetivo es humillar en público A las mujeres«Aunque el propósito final es silenciar la disidencia. Por lo tanto, según Janjic, La historia de Nikolina es solo la punta de un iceberg. «Hasta ahora, fmplatz ha recolectado más de 50 casos de violencia grave contra manifestantes en SerbiaDesde principios de noviembre de 2024 [cuando empezaron las protestas anticorrupción actualmente en curso en el país]»Agrega.
«Nos enfocamos únicamente en los casos más extremos, embestidas deliberadas de automóviles, palizas, empujones, brutalidad policial, pero también violencia digital, como la difusión de contenido íntimo en redes sociales, amenazas, abusos verbales y doxxing (publicación maliciosa de datos personales)», explica, al insistir que el objetivo es «señalar [a estas mujeres] en Una sociedad que sigue siendo conservadora En cuanto a la igualdad de género. «» Incluso hemos registrado el caso de un maestro de primaria que fue atacado en los medios a través de un video de contenido íntimo, porque mostró su apoyo a la protesta estudiantil. Y también los de los estudiantes de secundaria, algunos menoresque han sido el objetivo de ataques a las redes sociales «, agrega.
Cierre
Por su parte, el Gobierno de Serbia —país candidato a entrar en la UE— ha cerrado filas ante el caso. Más aún, el ministro de interior, Ivica Dačić, ha rechazado las acusaciones de la joven e incluso ha sugerido que estaría mintiendo. «No hubo ataduras ni maltratos, todas las acciones se llevaron a cabo de acuerdo con la ley, únicamente con el propósito de preservar el orden y la paz», declaró el ministro del Interior, Ivica Dačić, sobre el arresto de la estudiante Nikolina Sinđelić», ha dicho Dačić. Según él, la joven quería «atacar la policía» y durante el registro le encontraron «una antorcha».
En esta línea, desde la organización belgradense Share, especializada en derechos digitales y las libertades cívicas, Mila Bajić señala otro problema: que en muchos casos las denuncias no han sido investigadas adecuadamente por parte de las autoridades serbias. Es el caso de Nikolina, en el que «no ha habido una respuesta adecuada por parte de la fiscalía, especialmente considerando que Nikolina era menor de edad cuando se tomaron las fotos [difundidas en Internet]lo que significa que [hablamos de] Distribución de la pornografía infantil «, dice este analista.
Pero no todo es negativo para los manifestantes. Reflejo de ello era en los pasados días también un artículo de Balkan Insight, la web en inglés más influyente, titulado En Serbia, la sexualidad de las mujeres está siendo utilizada como arma para silenciar la disidencia. Según Bajić, de hecho, el caso de Nikolina «ha resultado contraproducente [para los perpetradores]Desde que no ha devuelto, pero ha reducido sus esfuerzos y ha mostrado una resistencia increíble a estos Amenazas e intimidación […] que en el pasado han usado a menudo [en Serbia] Para excluir especialmente las voces de las mujeres. «Nikolina, por otro lado», ha recibido un apoyo extraordinario, tanto de sus compañeros como de sus compañeros. »
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