las tres ‘caras’ del espía español que engañó a Hitler
«Tenía 15 años en el momento en que mi abuelo irrumpió en nuestras vidas». Así comienza la historia de Tamara Kreisler, la nieta de Juan Pujol. Sin embargo, el de su abuelo, el Doble espía que los nazis conocen como ‘Arabel Alaric’ (Según algunos historiadores, acrónimo de ‘Araceli La Bella’, su esposa y abuela de Tamara), comenzó mucho antes.
Araceli nunca le dijo a Tamara nada de su vida pasada con Juan Pujol, una historia de la película que, sin embargo, se veía poco así, había ‘montado’ Tamara: «Crecí con la historia de que mi abuelo había mordido a una serpiente en África y estaba feliz porque estaba feliz porque estaba feliz porque estaba feliz. Pensé que ella era la nieta de Indiana Jones«, Señala. A su abuelo ‘Arabel’ y el cazador del sombrero y el látigo se unieron a algo: su odio hacia los nazis.
El regreso de su abuelo Juan de entre los muertos también desenterró ‘se recupera’ a su padre pseudodifondo después de 40 años oculto y dirigiendo un pequeño cine en Venezuela.
Tamara es solo una quinceañera y, aunque es difícil llamar a ese enigmático señor que acaba de entrar en sus vidas, recuerde las «cartas hermosas» que escribió en un juego epistolar en el que entró para conocerlo mejor. «Quería que le gustara como abuelo, intentó, de alguna manera, creo que casi se sedujo con esas cartas», dice.
Lo que hizo el abuelo de Tamara fue ofrecerse como un espía al comienzo de la Segunda Guerra Mundial a los nazis que saludan a la esvástica en el Madrid de Franco. Les convence de que puede viajar a Inglaterra, luego el objetivo número uno de la Alemania nazi, y ser un activo valioso.
Los nazis confiaron tanto en el ‘arabel’ que incluso Lo recompensaron con la cruz de hierroUna de las decoraciones más altas, poco después Aterrizaje de normandía. Lo que ninguno de esos nazis sabía es que precisamente había sido uno de los principales responsables del éxito del ‘Día D’convirtiéndose así en uno de los pocos agentes de inteligencia que recibió ambas partes.
Juan Pujol y Araceli González, matrimonio de espías
Porque Pujol no solo era ‘Arabel’, sino que también había sido ‘Gracia’ Para la inteligencia aliada. «Lo llaman así porque uno de sus primeros agentes en MI5 dice que su historia tenía que ser típica de un gran actor», dice Javier Juárez, un periodista experto en espionaje en la Segunda Guerra Mundial.
Juan Pujol, ‘Arabel’ para los nazis y ‘garbo’ para los aliados, así se convierte en El doble agente más decisivo de la Segunda Guerra MundialPero no trabajó solo. Su nieta Tamara explica a la columna que su abuela Araceli González«El español Av Gardner» también fue espía.
«Por lo general, hablamos de un apoyo estratégico privado, personal, pero también destacado para Garbo», dice Marta Cabrera, investigadora de la red española de estudios de inteligencia histórica, que también refleja cómo en muchos casos el papel de la inteligencia en la Segunda Guerra Mundial ha subvaluado.
Después de ser rechazado por los británicos como informantes y ofrecer a los alemanes, ¿Cómo convencieron a los nazis de su «valor»? La clave es lo que se llamaría ‘La Red Garbo’Una lista (falsa) de presuntos agentes que mueven información secreta británica y en la que encontramos marineros «a aquellos que habían dado mucho vino» e incluso a un galés que quería la independencia de Gales.
El gran ‘trola’ que cambió la Segunda Guerra Mundial
Ya en Londres y firmado ‘oficialmente’ por el Servicio Secreto Británico, ‘Garbo’ y Araceli dan forma a un modus operandi en el que Mezclar información falsa con verdadero A través del cual los nazis ganan la confianza, con el aterrizaje de Normandía como un pico.
Porque para la mayor operación militar que se ha visto en la historia, Hitler tuvo que estar convencido y suyo que 7,000 barcos, 11,500 aviones y 150,000 soldados Que iban a desembarcar en las playas de Normandía era una «prueba» y que ‘Lo Gordo’ iba a estar en Calais.
Fue Juan Pujol a cargo de decirle al personal general nazi El trola mayor en la historiaAunque tenía la «ayuda» de un ejército de artillería inflable e instalaciones militares «que estaban decoradas pura» y donde la única cosa auténtica era la General PattonLos militares que dieron el mayor miedo a los nazis.
El ‘bulo’ de ‘Garbo’ Coló y el resto ya lo conocen. El ‘Día D’ cambió el curso de la historia, algo que Pujol siempre lo llenaba de orgullo: «Siempre dijo que lo que lo hacía sentir más orgulloso fue La cantidad de vidas que había salvado, de los dos lados«
Muerte de ‘Garbo’ y ‘Resurrection’ del abuelo Juan
Con la Segunda Guerra Mundial terminada, ‘Garbo’ todavía tenía un último truco: desaparecer y fingir su muerte. Hasta 40 años del desembarco de Normandía no eran el «prestigio» de Juan Pujol, quien «resucitó» para ser honrado públicamente en público y escribir cartas a su nieta.
Una relación «maravillosa» que Tamara lamenta que Solo durará «cuatro cortos años»: «Estoy muy triste de que fueramos muy jóvenes con 76 años».
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