Libertad de elección, por Juan José Millás
El Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 (demasiado ministerio, nos parece: el que mucho abarca poco aprieta) ha anunciado que, a partir de la aprobación del nuevo decreto, las máquinas expendedoras en hospitales, residencias de mayores y centros sociosanitarios deberán ofrecer al menos un 80% de productos saludables. Podrás encontrar en ellos fruta, agua o yogures sin azúcar, y hasta bocatas de pan integral, pero también, aunque en menor cantidad, bollería asesina y bebidas tóxicas. Si alguien se toma un bollo ultraprocesado, nos preguntamos, ¿le sentará bien gracias a esa presencia testimonial de productos saludables en el artefacto del que lo ha obtenido? Si de un paquete de tabaco me fumo solo el 80%, ¿puedo vivir tranquilo?
[–>[–>[–>Pero llevemos esa regla a otros ámbitos.
[–> [–>[–>-En las librerías, y a partir del próximo decreto, el 80% de los libros expuestos deben ser útiles, formativos, edificantes (manuales de ciencias, poesía con mensaje, novelas buenas, ensayos profundos). Pero el otro 20% queda liberado a la basura. Vale.
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-En las farmacias, el 80% de los estantes estarán ocupados por remedios aprobados por la Agencia Europea del Medicamento, es decir, eficaces, seguros y demás. El 20%, por pociones mágicas y pulseras de energía cuántica. Que el adepto a lo esotérico también se sienta atendido.
[–>[–>[–>-En las estaciones: el 80% de los trenes estarán obligados a salir en hora, pero el 20% puede hacerlo cuando le dé la gana (me parece que esto ya sucede).
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-En los debates políticos: el 80% de propuestas serán sensatas, razonables, basadas en datos. El 20% queda reservado para ideas, digamos, “creativas”.
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[–>En todos los casos, se respeta la libertad de elección. Hay que dejar un hueco para lo irracional, lo dudoso, lo rico en azúcares… Una vida sana al 100% sería insoportable. Conclusión: aplaudimos la fruta en los hospitales, incluso fuera de ellos. Pero exigimos también nuestro derecho a la autodestrucción cuando la construcción, como sucede ahora, nos produzca dolores de cabeza.
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