Los agentes sociales han vuelto a mostrar este miércoles su malestar con el Ministerio de Trabajo por la forma en la que Yolanda Díaz ha impulsado la ampliación del permiso por fallecimiento a 10 días, la creación de uno nuevo de 15 días para cuidados paliativos y otro de un día para acompañar la eutanasia, medidas que consideran propuestas de forma unilateral y sin el diálogo social necesario al tener que modificar el Estatuto de los Trabajadores. A pesar de las críticas, La reunión mantenida con el departamento de Díaz, de más de cuatro horas de duración, sirvió para dar los primeros pasos hacia una posible materialización de la propuesta de real decreto, en una reunión en la que tanto sindicatos como empresarios marcaron sus diferencias sobre el alcance y tramitación de los nuevos permisos de trabajo.

Horas antes de la reunión, el secretario general de CC OO, Unai Sordo, criticó la forma de proceder de Díaz y advirtió de que los sindicatos van a presentar su «propia agenda» al margen de los anuncios del Gobierno. Sordo comparte la idea de que “nadie o casi nadie está preparado tres días después del fallecimiento de un familiar de primer grado para poder desempeñar un trabajo en plenas condiciones”. Pese a ello, señaló que no le gustó que la medida emanara del Gobierno y no fuera resultado del diálogo social. «No vamos a ceñirnos al calendario ni a la agenda que el Gobierno o el Ministerio de Trabajo quieran tener sobre la mesa en cada momento», afirmó el sindicalista unos días antes de la reunión.

En declaraciones tras la reunión, Patricia Ruiz, secretaria de Salud Laboral de UGT, apoyó la prórroga de este permiso, que se concede en una situación «muy dura», y reclamó empatía a las organizaciones empresariales, criticando un bloqueo por parte de la CEOE, aunque apeló a la posibilidad de llegar a un acuerdo tripartito. Pero, al igual que CC OO, Ruiz destacó que se trataba de una “mesa muy esperada y esperada, y es la que debe tratar los derechos laborales”.

El texto propuesto por el Gobierno «tenía algunas consideraciones a matizar», afirmó Ruiz, al igual que los sindicatos, que propusieron precisar algunos puntos, uniformar otros y definir con mayor precisión las fórmulas de reparto de permisos.

«En casi todos los países europeos, el permiso por fallecimiento ya está ampliado. En Francia es de tres días, pero si muere un niño menor de 15 años se amplía a 14 días; en Portugal, entre cinco y 20 días; en Italia, tres días; en los Países Bajos, cuatro días en primer grado y dos en segundo grado; en Suecia, hasta 10 días; en Croacia, hasta siete días; en Eslovenia, siete días; en Serbia, cinco días, y en Lituania, entre tres y cinco días. Esta es la situación de nuestros países vecinos, y por supuesto España no puede quedarse atrás», subrayó el representante sindical.

El CEOE, por su parte, descartó la propuesta de Díaz porque se planteó sin diálogo social previo y sin un informe económico que analice su impacto. Según Patricia Ruiz, los empresarios argumentaron que el costo de la ampliación es inasequible para las empresas, a lo que los gremios los instaron a presentar su propia alternativa.

El texto inicial

La propuesta inicial de Díaz de real decreto-ley, que aún debe ser aprobado por el Consejo de Ministros y luego validado por el Congreso de los Diputados para seguir adelante, contempla ampliar el permiso por fallecimiento del cónyuge, pareja de hecho o parientes hasta el segundo grado de consanguinidad -como hijos, padres, nietos o abuelos- desde los dos días actuales a 10 días hábiles.

En el caso de familiares por afinidad, como cuñados o abuelos del cónyuge, se mantendrían los dos días de permiso, ampliables a cuatro, como hasta ahora, si el trabajador necesita viajar. Estos días podrán disfrutarse de forma continua o discontinua durante las cuatro semanas siguientes al fallecimiento o a la entrega de los restos mortales de la persona fallecida.

La propuesta de real decreto incorpora también un nuevo permiso de hasta 15 días hábiles para cuidar a familiares en cuidados paliativos, siempre que se trate de cónyuge, pareja de hecho o parientes hasta el segundo grado de consanguinidad. Este permiso podrá fraccionarse en dos periodos dentro de los tres meses siguientes a su inicio y hasta la fecha de fallecimiento de la persona que requiera dichos cuidados y requerirá un informe médico que acredite la necesidad. Asimismo, sólo se podría solicitar una vez por paciente, aunque es compatible con los permisos de trabajo por hospitalización o intervención quirúrgica sin hospitalización -cinco días-, que ya contempla el Estatuto de los Trabajadores «si el paciente estuviera recibiendo cuidados paliativos en régimen de cuidados domiciliarios».

Asimismo, el Ministerio de Trabajo propone extender a situaciones de cuidados paliativos diversos derechos de conciliación ya previstos en el Estatuto de los Trabajadores, como la posibilidad de adaptar la jornada y reducirla. Finalmente, la propuesta de real decreto que los laboristas quieren aprobar contiene otro permiso de un día para acompañar a una persona a ejercer su derecho a la eutanasia. En este caso no habría necesidad de parentesco consanguíneo, sino únicamente haber sido designado por quien solicita la eutanasia como acompañante.