Me piden 300.000 euros por marcharse
Tensiones en un apartahotel en Cala Bona, Mallorca. Más que 20 okupas llegaron el domingo aprovechando que cierran en invierno. Irrumpieron en el complejo y rompieron la caja de llaves.
Cuando sonó la alarma, Miquel, el propietario, avisó a la policía: «Desde ese día, los vecinos tienen miedo». Cuando llegó con los agentes, le abrieron la puerta: “Sale un señor y me dice: ‘Estoy aquí’. Le digo que es imposible porque es un hotel cerrado. Todo esto con su celular en la mano. grabando y gritando “tengo derechos”. “Nos cuenta muy preocupado. Cuatro de ellos siguen allí, junto al mar.
Sospechan que detrás de esto hay una mafia organizada que busca chantajear
Presta atención a la explicación de los okupas. «Nos lo alquiló un señor que se llama Dimitri y nos dijo que nos iba a traer el contrato y no volvió. Entonces apareció un dueño que nos obligó y no nos dejó salir», cuenta uno de ellos. . Los ocupantes ilegales dicen que la ley los protege. Además, demandaron al dueño de los apartamentos por acoso. Parece que el mundo está al revés. El propietario cambió las cerraduras de los pisos vacíos para que nadie pudiera entrar y los okupas le denunciaron. No lo puede creer: «¿Cómo estás? Me están demandando. Como no lograron ocupar todo el hotel…»
No tienen luz, agua ni gas porque el hotel estaba cerrado.
El propietario había previsto reabrir al público en abril o mayo, pero ahora señala que, además de daño causadolos okupas Exigen dinero para irse: “300.000 eurosla frustración es total. Intentaron intimidarme”. Plata o plomo, eso escribieron en una de las paredes.
Desde que el hotel estaba cerrado, No tienen luz, gas ni agua.la recogen de la piscina y le piden ayuda. “Todos los días traen móviles, sino no pueden recargarlos”, explica Miquel. “Nos traen la compra por la barandilla porque ni siquiera nos dejan salir a hacer la compra”, explica otro okupa. Les dijeron a los agentes que llevaban más de un mes allí y que la ley los protegía: «Un chico nos ofreció alojarnos en un apartahotel. Pagué 950 euros por la entrada. Nos dijeron que nos quedáramos aquí como perros».
El dueño piensa que detrás hay un mafia organizada que busca chantajear a los dueños y saben muy bien lo que deben hacer para quedarse el mayor tiempo posible.
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