Milei necesita dólares a toda costa y anuncia un blanqueo del dinero que los argentinos «guardan debajo del colchón»
«Los argentinos vuelven a ser inocentes hasta que ARCA (el fisco) demuestre lo contrario; tus dólares, tu decisión«. El Gobierno necesita como el agua de la divisa norteamericana para sostener su programa económico que es, según la ultraderecha, no solo la garantía de una victoria electoral en los comicios parlamentarios de octubre sino de la permanencia de Javier Milei en el Ejecutivo más allá de 2027. Como los dólares que acumula el Banco Central de la República Argentina (BCRA) son insuficientes y ponen en peligro los objetivos del anarco capitalista, se ha lanzado un altisonante ‘Plan de reparación histórica de los ahorros de los argentinos’. El portavoz presidencial, Manuel Adorni lo explicó de la siguiente manera: «lo tuyo es tuyo, y no del Estado. No tienes que andar demostrando de dónde sacaste (los billetes)».
El plan tendrá dos etapas: un decreto y un proyecto de ley que remitirá al Congreso y que apunta a «blindar» a los que se ampararon en las nuevas reglas del blanqueo sin castigos. Adorni aseguró que Argentina es uno de los países donde «más se criminalizó el ahorro» en negro. La dirigencia política y un «Estado gigante» transmitieron la idea de que el deseo de ganar dinero «estuviera mal visto y fuera hasta peligroso». Eso supuso un «avance» fiscal «sobre el bolsillo» a través del cobro de impuestos y «la emisión de moneda», lo que hizo que los argentinos, «tratados como perros», se volcaran «a la informalidad».
Los «dólares debajo del colchón», una imagen que alude al sigilo y el ocultamiento, y que es de larga data en este país, no saldrán, sin embargo, a la velocidad requerida por el ministro de Economía, Luis Caputo. Una amnistía y blanqueo total, como estaba en principio previsto para fortalecer las reservas, habría chocado con la legislación local y los acuerdos que Argentina tiene con el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI). Caputo solo pudo desactivar los controles fiscales menores, de operaciones de hasta menos de 50.000 dólares por los cuales ningún banco o agencia debe ya preguntar acerca de su origen.
Dinero fuera del sistema
La ambición de Milei es, sin embargo, mayor a esas cifras. Los argentinos mantienen más de 210.000 millones de dólares fuera del sistema financiero, aunque si se suma el dinero depositado en el exterior se duplicaría la cantidad. La primera cifra impresiona: equivale a 10 acuerdos con el FMI, que ha prestado primero 45.000 millones de dólares y recientemente otros 20.0000, y ocho veces el stock de reservas brutas internacionales que actualmente tiene el BCRA en sus arcas.El ministro Caputo esepera que esas sumas exorbitantes entren al sistema para que no se derrumbe el plan y la hoja de ruta del Gobierno.
El dólar barato y el consumo es el arma del Gobierno para ganar voluntades. Su potencial base electoral se encuentra entre los cinco millones de personas que viajaron al exterior durante el primer trimestre de 2025, un 79,6% respecto al mismo período del 2024. Gastaron un total de 2.133,7 millones de dólares. En ese mismo lapso, arribaron a Buenos Aires 1.646.500 extranjeros, 24,7% menos que el año anterior, porque este país es más caro que cualquier destino europeo. Trajeron a Argentina 897,1 millones de dólares.
El déficit turístico es inviable pero la ultraderecha confía en el poder de compra de los sectores medios y altos todos los órdenes, aunque falten las divisas. El Gobierno decidió la eliminación paulatina de los aranceles a los teléfonos móviles y otros productos tecnológicos.
Compras virtuales
Las compras virtuales en las plataformas han dado un salto exponencial. La Cámara Argentina de Prestadores de Servicios Internacionales Aero expresos (Capsia) advirtió de que existen problemas para almacenar tantos pedidos de Amazon, Alibaba y otras tiendas.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), en marzo de 2025 el volumen total de importaciones de bienes intermedios fue de 1.975 millones de dólares, en febrero de 1.856 millones de dólares y en enero, por último, de 1.952 millones de dólares. El banco central -BCRA- no puede sostener esa sangría ni dilapidar en un corto plazo los primeros 12.000 millones de dólares del FMI y otros 5000 millones del Banco Mundial. Tampoco puede cumplir el acuerdo con el Fondo que establecía acumular 5000 millones de dólares de reservas en junio.
«Héroes, no delincuentes»
Milei se ha visto a sí mismo como un «topo» en el interior del Estado cuyos cimientos busca socavar. «Desde mi concepción, los impuestos son un robo», ha dicho. Admirador del mafioso Al Capone por el modo en que lo desafiaba, valora a aquellos que fueron astutos frente a la vigilancia fiscal. Los que pagaron impuestos, dijo, «no tuvieron el talento o las agallas o lo que fuere para salir del sistema».
Al presentarse días atrás en el canal televisivo A24, Milei se preguntó «¿qué es ilícito?», frente a las regulaciones estatales. Los que «intentaron defenderse de los políticos delincuentes son héroes, no delincuentes». Al Gobierno de ultraderecha no le interesa el origen del dinero. «Al narcotráfico usted lo combate con el Ministerio de Seguridad o con el de Defensa, pero no se utiliza la economía».
Su doctrina se ha chocado con el propio FMI que, por gestiones de la Administración de Donald Trump, le lanzó un salvavidas. Al conocer el proyecto del Gobierno, su portavoz, Julie Kozack recordó que las autoridades argentinas «se han comprometido a fortalecer la transparencia financiera y también a alinear el marco anti lavado de dinero» con «los estándares internacionales». Cualquier nueva medida «debe ser coherente con estos importantes compromisos».
El organismo sostiene en su página oficial que «las políticas y medidas eficaces contra el blanqueo de capitales» son «fundamentales para la integridad y la estabilidad del sistema financiero internacional y las economías de los países miembros». El lavado de dinero y los delitos subyacentes conexos «son delitos con consecuencias económicas que pueden amenazar la integridad y la estabilidad del sector financiero de un país, así como su estabilidad externa en general». Aun en su versión limitada, la iniciativa del Gobierno provoca inquietud porque puede ser apenas el primer paso de una política más audaz. «Nos llevan a un régimen de narco-Estado», advirtió el exsenador y economista, Eric Calcagno.
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