Ojo con este fraude para cobrar el paro: la trampa de los tres días sin trabajar ya no cuela
Durante años, ha circulado entre trabajadores y empleadores una práctica que, aunque aparentemente legal, ha terminado siendo considerada fraude por los tribunales. Se trata de la conocida estrategia del “me ausento tres días y que me despidan”, una maniobra utilizada para provocar un despido disciplinario que permita acceder al cobro del paro. Pero una reciente sentencia judicial ha puesto freno a esta práctica. El experto en derecho laboral que dirige el canal de Instagram Un Tío Legal lo explica en una de sus publicaciones en redes sociales.
Tres días sin trabajar para cobrar el paro
La idea detrás de este fraude era simple: si un trabajador faltaba al trabajo sin justificación durante varios días (normalmente tres), la empresa podía tramitarle un despido disciplinario alegando ausencias injustificadas. Como todos los despidos dan derecho a cobrar la prestación por desempleo, muchos trabajadores usaban esta vía para acceder al paro rápidamente sin necesidad de que la empresa iniciara un despido objetivo o un ERE, y sin necesidad de impugnar nada.
La reclamación del SEPE
Pero todo ha cambiado a raíz de una sentencia en la que el SEPE reclamó el dinero de la prestación por desempleo a un trabajador que se había ausentado voluntariamente del trabajo varios días hasta que la empresa le despidió. El trabajador, tras recibir el burofax del despido, no impugnó la decisión de la empresa ni alegó que fuera injusta. Simplemente se fue al SEPE, solicitó el paro y comenzó a cobrar la prestación. Sin embargo, tiempo después, el SEPE inició un procedimiento de revisión y le reclamó la devolución de todo el dinero cobrado, al considerar que el despido había sido provocado de forma intencionada por el propio trabajador.
El caso llegó a los tribunales y el juzgado dio la razón al SEPE. En su sentencia, los jueces argumentaron que, aunque el despido disciplinario formalmente existía, el trabajador lo había provocado de forma voluntaria para obtener una prestación pública de manera indebida, lo que supone un fraude a la Seguridad Social. Por tanto, no tenía derecho a esa ayuda. Esta decisión judicial marca un antes y un después en la interpretación de este tipo de casos.Ya no vale eso de ‘me ausento unos días y me despiden, así cobro el paro’. Ahora el SEPE puede investigarlo y exigirte que devuelvas el dinero, incluso hasta 4 años después.
Esto significa que, aunque consigas acceder a la prestación por desempleo tras un despido disciplinario, si se demuestra que lo provocaste a propósito, puedes verte obligado a devolver todo lo cobrado. El SEPE tiene la capacidad legal para revisar expedientes de prestaciones hasta cuatro años atrás, y si encuentra indicios de fraude, actuará.
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