ORGULLO LTBI BUDAPEST | El alcalde de Budapest avisa de que el veto al Orgullo LGTBI puede llegar a otros países
El alcalde de Budapest, el progresista Gergely Karácsony, acusó este viernes al primer ministro húngaro, el ultranacionalista Viktor Orbán, de llevar quince años destruyendo la democracia, y aseguró que la prohibición de la Marcha del Orgullo LGTBI es un aviso de lo que puede ocurrir en otros países de la UE.
«Hace 15 años que, en vez de gobernar, Orbán solo señala enemigos», dijo el político en una multitudinaria rueda de prensa en el Ayuntamiento, con mucha presencia de medios internacionales presentes para cubrir el desfile de mañana, vetado por Orbán bajo el argumento de proteger el desarrollo «normal» de los menores.
El regidor dijo que tras las personas sin hogar, los refugiados o el multimillonario estadounidense de origen húngaro George Soros, Orbán ha elegido ahora a las personas LGTBI como «objetivo».
El alcalde alertó de que si en un Estado miembro de la UE se puede prohibir un evento como la Marcha del Orgullo LGTBI, entonces «la gente no puede sentirse segura en ningún país»
Hungría es un «laboratorio de destrucción de la democracia»
Karácsony, alcalde de Budapest desde 2019, afirmó que desde que Orbán gobierna, Hungría es un «laboratorio de destrucción de la democracia».
El regidor dijo que con su decisión del prohibir el Orgullo, el Gobierno ha cometido un error, ya que pese a la «campaña homófoba», la aceptación de las minorías sexuales por parte de la sociedad húngara ha crecido.
«El Fidesz (partido de Orbán) se ha dado cuenta que ha cometido un error fatal y ahora, con sus declaraciones, intentan lograr que la gente no participe», agregó Karácsony, quien recordó que «nadie podrá ser multado por participar» en esta marcha, al tratarse de un evento municipal.
Ante la prohibición de la Marcha LGTBI, Budapest anunció para el mismo día la celebración una Marcha del Orgullo de Budapest, recuperando el tradicional desfile con el que durante años se celebró la salida de las tropas soviéticas de Hungría en 1989, y burlar así el veto.
De esta forma, asegura el edil, no se requiere autorización previa de la Policía, por lo que la prohibición emitida no tendría validez.
Según el Gobierno de Orbán, se trata de un evento que puede ser prohibido por la Policía y la participación en el mismo tendrá «consecuencias legales».
El Ayuntamiento ofrecerá un servicio de apoyo legal a todos los participantes que sean multados, adelantó el alcalde.
Se espera que en la marcha participen unos 70 eurodiputados, así como la vicepresidenta segunda del Gobierno de España, Yolanda Díaz, y los ministro de Cultura, Ernest Urtasun; e Igualdad, Ana Redondo; y del alcalde de Barcelona, Jaume Collboni.
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