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pasado, presente y futuro del gigante de Cupertino

pasado, presente y futuro del gigante de Cupertino
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  • Publishedmarzo 23, 2025



La historia de Apple es, probablemente, una de las más ricas de todos los gigantes tecnológicos que existen a día de hoy. Sus inicios fueron muy humildes, de hecho pasó por momentos tan complicados que incluso estuvo a punto de quebrar, pero al final logró salir adelante y convertirse en la primera de su categoría en superar la barrera del billón de dólares, cifra que como sabrán la mayoría de nuestros lectores equivale a un trillón anglosajón.

Apple fue fundada por Steve Wozniak y Steve Jobs, dos figuras que aportaron su propio genio a la compañía y que se complementaban a la perfección. Podemos definir al primero como el cerebro de la empresa, el experto en electrónica que era capaz de diseñar ordenadores caseros en papel, mientras que el segundo representa el corazón de aquella. En efecto, Jobs no tenía los conocimientos de Wozniak, pero era un vendedor nato y un genio del marketing, dos claves fundamentales para cualquier empresa que aspire a convertirse en un gigante sin importar el sector al que se dedique.

Hubo un tercer miembro que participó como accionista en la fundación de Apple, Ron Wayne, pero éste decidió vender sus acciones (un 10% del total) a los pocos días por un total de 800 dólares. Sí, fue una mala decisión, ya que sus acciones llegaron a valer 95.000 millones de dólares cuando la compañía superó el billón de dólares en capitalización de mercado.

Los dos se conocieron en 1971, pero Apple como empresa no nacería hasta 1976, fecha en la que Steve Wozniak cumplió su sueño de lanzar al mercado el primer ordenador que él mismo había diseñado. Ese equipo fue presentado en la Homebrew Computer Club, donde generó un gran interés. También llamó la atención de Steve Jobs, que fue quien tuvo la idea de empezar a comercializarlo. Así nació el Apple I, el primer ordenador del gigante de la manzana mordida y el primer paso de una empresa de origen humilde que acabó siendo la tecnológica más grande del mundo.

En este artículo vamos a repasar, con imágenes del museo Apple en Praga, la historia de Apple durante algunas de sus etapas más importantes, ya que cubriremos:

  • El nacimiento de Apple y sus primeros éxitos.
  • Sus productos y sus innovaciones más importantes.
  • Los errores que la llevaron al borde de la quiebra.
  • La salida y el regreso de Steve Jobs.

No haremos una cobertura completa de toda la historia de Apple porque nos quedaría un artículo digno de enciclopedia, y porque creemos que para el lector es más cómodo tener una división por partes que cubran de manera lógica y ordenada dicha historia, que quedará tal que así:

  1. Apple desde su nacimiento hasta el regreso de Steve Jobs.
  2. La nueva era con Steve Jobs de nuevo al frente y ese milagro llamado iPhone.
  3. Apple después de Steve Jobs y en su etapa más actual.

Dicho esto, os invito a que os pongáis cómodos, que tenéis muchas cosas que leer. Esperamos que disfrutéis del artículo.

Apple en los años 70 y años 80

Como hemos anticipado Apple fue fundada por  Steve Wozniak, Steve Jobs y Ron Wayne, aunque éste último decidió «bajarse del barco» a los pocos días. Quedaron a bordo dos jóvenes dispuestos a comerse el mundo que empezaron en el mundo de la informática de consumo con un producto creado íntegramente por Wozniak: el Apple I.

Este ordenador presenta un diseño que hoy podemos considerar como algo totalmente arcaico, pero lo cierto es que es una demostración de maestría y conocimientos por parte de «Woz», quien tuvo que vender su calculadora HP-65 para conseguir los fondos necesarios para sacarlo adelante. Pero esto no es todo, también se encargó de construir a mano cada unidad que llegó al mercado. Sí, no solo lo diseñó en papel, sino que lo montó pieza a pieza. Estoy seguro de que este detalle os ayudará a entender el enorme valor que tienen las pocas unidades que quedan.

El Apple I estaba equipado con un procesador MOS 6502 que funcionaba a 1 MHz, acompañado de 8 KB de memoria RAM en 16 chips (ampliable a 48 KB) y de una solución gráfica que podía reproducir 40 x 24 caracteres. Se comercializaba como una placa que contaba con todos los componentes necesarios para empezar a trabajar pero sin accesorios, lo que significa que el usuario tenía que añadir una carcasa, un teclado y una pantalla.

En total se estima que la compañía llegó a producir y vender alrededor de 200 unidades del Apple I, un equipo que tuvo un precio inicial de 666,66 dólares. Fue un éxito, y dio a Jobs y Wozniak el margen que necesitaban para poder continuar con su proyecto empresarial.

El Apple II fue sin duda la consagración de la compañía de Cupertino y uno de sus mayores éxitos. Ya no tenían las fuertes limitaciones económicas que afrontaron con la construcción del Apple I, así que Steve Wozniak pudo dar forma al ordenador que realmente quiso montar desde que inició esta aventura con Steve Jobs.

Fue en 1977 cuando se comercializó la primera unidad del Apple II, un producto que a diferencia de la generación anterior sí podemos definir como un equipo completo, ya que incluía teclado, pantalla y permitía el uso de diversos accesorios, como disqueteras. En su versión inicial contaba con un procesador MOS 6502 funcionando a 1,023 MHz, 4 KB de RAM ampliable hasta 48 KB, 12 KB de almacenamiento donde iba integrado el lenguaje de programación Integer BASIC, creado por Steve Wozniak, y una interfaz con soporte de grabación y reproducción de casetes.

La pantalla incluida se apoyaba sobre una controladora de vídeo que podía mostrar hasta 24 líneas por 40 columnas de texto, contaba con salida de vídeo compuesto NTSC que le permitía funcionar sin problemas con monitores y televisores y recibió diversos accesorios de ampliación, entre los que destacan una tarjeta de expansión que permitiría reproducir hasta 80 columnas de texto y utilizar letras minúsculas.

Llegaron al mercado muchas versiones del Apple II, una generación que se extendió desde finales de los años 70 hasta finales de los 80. En 1988 llegó al mercado el Apple IIc Plus, un ordenador equipado con un procesador WDC 65C02 de 8 bits a 4 MHz, aunque gracias a diversos aceleradores que se vendían como accesorios podía llegar a los 10 MHz.

Fue el último de la serie, al menos bajo el concepto original, ya que el Apple IIe Card era un sistema que debutó en 1990 como una base sin pantalla ni teclado, cuyo único objetivo fue facilitar la ejecución de su ecosistema de software de 8 bits en entornos con otros equipos modernos.

El Apple II tuvo un precio inicial de 1.298 dólares en su configuración con 4 KB de RAM y de 2.638 dólares en su versión con 48 KB de RAM.

Apple III: el primer gran fracaso de la compañía

Apple III

La llegada del Apple III se produjo en 1980, aunque el equipo se comercializó hasta 1984. Este modelo fue diseñado por un equipo que tuvo al frente al doctor Wendell Sander, quien le puso el nombre en clave Sara en honor a su hija.

El diseño del Apple III fue muy atrevido, pero también fue todo un error, ya que a nivel interno no dejaba espacio suficiente para que los componentes disiparan el calor generado, lo que derivó en problemas de sobrecalentamiento.

La primera generación estaba equipada con un procesador de 8 bits Synertek 6502A a 2 MHz, 128 KB de memoria RAM y venía con un teclado integrado y una disquetera interna fabricada por Shugart, compatible con discos flexibles de 5,25 pulgadas con una capacidad de 143 KB. En su interior contaba con cuatro ranuras internas que aceptaban tarjetas de Apple II, y contaba con dos puertos de serie en la parte posterior para conectar periféricos.

El precio del Apple III fue de 3.495 dólares en su versión sin monitor y de 3.815 dólares en su versión con monitor. Los problemas de sobrecalentamiento eran tan grandes que los chips se acababan moviendo, lo que hacía que el equipo dejase de funcionar.

La compañía de Cupertino intentó salir del paso con el Apple III Plus, una revisión del original que traía cambios a nivel de diseño interno y externo (resolvía los problemas de sobrecalentamiento) y contaba además con 256 KB de RAM. Su lanzamiento se produjo en 1983, pero no tuvo el éxito esperado y cerró el primer fracaso comercial de Apple.

Apple Lisa y la interfaz gráfica: otro fracaso que abrió camino al Macintosh

Apple LIsa

Steve Jobs negoció una visita a las oficinas de Xerox PARC en 1979, un movimiento que sin duda sería clave para el futuro de la compañía de la manzana. El co-fundador de Apple se dio cuenta de que la interfaz gráfica que había desarrollado dicha empresa estaba llamada a marcar el futuro de la informática a nivel general, y también aceptó el potencial del ratón como herramienta fundamental para interactuar con dicha interfaz.

Tras esa visita decidió concentrar sus esfuerzos en desarrollar una versión de dicha interfaz gráfica que debutaría con un equipo revolucionario: el Apple Lisa, nombre que según algunas fuentes guarda alguna relación con la primera hija de Steve Jobs, nacida en 1978 y llamada Lisa.

El Apple Lisa estaba llamado a convertirse en un equipo revolucionario, aunque su desarrollo no estuvo exento de problemas. Steve Jobs estuvo al frente del proyecto, pero fue relegado por Mike Markkula, quien fue CEO de Apple entre 1981 y 1983. El directivo acusó a Jobs de gestionar de forma inadecuada el desarrollo de dicho equipo y acabó ocupándose de un proyecto que, al final, acabaría siendo un gran éxito, el Macintosh.

La llegada del Apple Lisa se produjo en 1983. Podemos describirlo como un «todo en uno», ya que integraba todos los elementos necesarios para su funcionamiento. Fue el segundo ordenador comercial con un sistema operativo basado en una interfaz gráfica de usuario, venía con un teclado y un ratón, y contaba con dos disqueteras integradas de 5,25 pulgadas, cuya capacidad era de 871 KB, aunque se modificó en 1984 por cuestiones de baja fiabilidad y pasó a montar una unidad microfloppy de Sony con una capacidad de 400 KB.

A nivel de hardware contaba con un potente procesador Motorola 68000 de 16 bits a 5 MHz y 1 MB de RAM. Soportaba unidades de disco duro externas de hasta 5 MB, lo que en conjunto lo convertía en un equipo verdaderamente sorprendente, pero su alto precio (casi 10.000 dólares) lo condenó al fracaso. Hubo un segundo intento con el Apple Lisa 2 y el Macintosh XL, que llegaron en 1985, pero el gran triunfador fue el Macintosh en el que estuvo trabajando Steve Jobs, y cuya presentación se produjo en 1984.

Apple Macintosh

Debemos tener en cuenta que en aquella época contar con 1 MB de RAM era algo muy extraño y también muy caro, ya que su coste aproximado era de unos 5.000 dólares. Con eso en mente podemos entender a la perfección el alto precio del Apple Lisa.

El Macintosh llegó al mercado en 1984 y podemos decir sin miedo a equivocarnos que acabó «canibalizando» al Apple Lisa, ya que ofrecía un enfoque mucho más realista para la época y tenía unas prestaciones similares con un precio más contenido. La primera versión apostaba también por el concepto todo en uno, montaba un procesador Motorola 68000 a 8 MHz y contaba con una pantalla monocroma de 9 pulgadas con resolución de 512 x 342 píxeles.

Sus especificaciones se completaban con una disquetera de 3,5 pulgadas con capacidad de 400 KB y 128 KB de RAM. Ahí tenemos la primera gran diferencia frente al Apple Lisa, la RAM, pero esto no impidió al Macintosh mover una interfaz gráfico de usuario. Contaba además con dos puertos de serie para accesorios y soportaba discos duros externos, todo con un precio mucho más razonable: 2.495 dólares, nada que ver con los 9.995 dólares que costaba el Apple Lisa.

Las ventas fueron buenas, pero no terminaron de cumplir con las expectativas de Apple. Es curioso, pero su suerte cambió con el lanzamiento de la impresora LaserWriter, que unida al software PageMaker y a un Macintosh no solo popularizaron el concepto de autoedición, sino que además hicieron que fuese «económico», entrecomillado porque debemos tener en cuenta las particularidades y las limitaciones de la época.

Steve Jobs es obligado a abandonar Apple

Steve Jobs Next

Este fue, sin duda, uno de los puntos de inflexión más importantes que vivió Apple. En 1985 hubo una lucha de poder entre John Sculley y Steve Jobs que acabó un acuerdo de la Junta Directiva que forzó la salida de éste, un hecho que acabó llevando a la compañía de la manzana a una situación muy complicada.

Steve Wozniak también dejó de trabajar como empleado en activo de la compañía en 1985, un movimiento con el que manifestó su clara disconformidad con la dirección que la empresa estaba tomando. El declive de Apple no se produjo de inmediato gracias al empuje que mantuvieron la línea Apple II y del Macintosh, pero la situación empezó a cambiar a finales de los ochenta.

La política de vender productos con prestaciones elevadas a un precio muy alto le había funcionado a Apple de maravilla. Es un enfoque simple, vender menos unidades a un mayor precio, pero con la llegada de los clónicos de PC, que ofrecían un nivel de características similar a un precio mucho más contenido, los cimientos de la compañía de la manzana empezaron a resquebrajarse, y de qué manera.

En la campaña navideña de 1989 las ventas de Apple bajaron de forma notable por primera vez en toda su historia, lo que produjo una caída del 20% en el valor de sus acciones y marcó el principio del ocaso del gigante. Puede parecer casualidad, pero antes de su salida de la compañía Steve Jobs tuvo discusiones a nivel interno porque creía que debían empezar a producir equipos con un precio más asequible (unos 1.000 dólares). No le hicieron caso, pero el tiempo le dio la razón.

macintosh portable

Aunque Apple mantenía una clara apuesta por ofrecer productos innovadores y potentes los precios eran ridículamente altos, incluso para la época. Un ejemplo lo tenemos en el Macintosh Portable, un portátil que llegó en 1989 equipado con un procesador Motorola 68000 a 16 MHz, 1 MB de RAM ampliable a 9 MB, una pantalla monocroma de 9,8 pulgadas con resolución de 600 x 400 píxeles, disco duro personalizado de 40 MB y una disquetera de 1,44 MB. Su precio era de 7.300 dólares, cifra que hoy equivaldría a casi 15.000 dólares.

Fue a finales de 1990 cuando la compañía de la manzana se dio cuenta de que la estrategia no funcionaba y que debían poner en el mercado equipos más económicos si querían levantar las ventas.

macintosh IIci

El cambio de aires del gigante de Cupertino quedó definido por tres nuevos productos: Macintosh Classic, un equipo «todo en uno» que costaba 999 dólares; Macintosh LC, un ordenador personal que costaba 2.499 dólares; y el Macintosh IIsi, que mantenía el formato del anterior y costaba 2.999 dólares.

La diferencia de precio está relacionada con la potencia de cada equipo, y no es una cuestión menor, ya que el primero montaba un modesto Motorola 68000 a 8 MHz y 1 MB de RAM, el segundo un Motorola 68020 a 16 MHz y 2 MB de RAM y el tercero un Motorola 68030 a 20 MHz con 1 MB de RAM, ampliable a 17 MB.

apple powerbook

Esta renovación, unida al lanzamiento en 1991 de la serie PowerBook, formada por tres modelos con un precio de partida de 2.300 dólares (casi 5.000 dólares a día de hoy), devolvió a Apple al buen camino, pero su destino estaba marcado. La llegada de equipos económicos impulso las ventas y los ingresos, pero tuvo una consecuencia que hizo mucho daño a Apple: no se ejecutó de manera adecuada y acabó degenerando en la canibalización de los modelos de gama alta.

Apple vendía más pero a menor precio, algo que iba en contra de su estrategia original y que acabó pasándole factura. Para intentar resolver este problema la compañía acabó lanzando una gran variedad de productos encuadrados en gamas distintas que, al final, acababan ofreciendo un nivel de prestaciones casi idéntico a precios disparatadamente diferentes. Como habréis podido imaginar esto generó una enorme confusión en los consumidores y un malestar que se fue intensificando con el tiempo.

Este error fue uno de los más graves de la Apple de los noventa, pero no fue el único. La compañía intentó diversificar entrando en otros mercados, como el de las videoconsolas con la infumable Apple Bandai Pippin, y creando la división Newton, una idea de Sculley que requirió de una enorme cantidad de recursos y que acabó siendo un auténtico fracaso. Sí, en ellas se gestaron ideas muy avanzadas asociadas con lo que poco después conocimos como PDAs y tabletas electrónicas, pero las limitaciones y los precios hicieron que este proyecto prácticamente naciese muerto.

Steve Jobs y Bill Gates

En aquella época Apple tuvo que hacer frente además al auge de Microsoft, que había logrado hacerse un nombre importante en el mundillo gracias al sistema operativo Windows. La compañía de la manzana interpuso una demanda por el uso de una interfaz gráfica, pero al final no llegó a buen puerto. Tras muchas malas decisiones y varios cambios de CEO Apple decidió comprar NeXT, la compañía que había fundado Steve Jobs tras su salida del gigante de la manzana.

La compra de NeXT fue importante por una razón muy simple, marcó el regreso de Steve Jobs. Cuando esto sucedió la compañía estaba a punto de verse obligada a declararse en quiebra. Sí, la gestión que llevaron a cabo Sculley y compañía durante todo el tiempo que estuvieron sin Jobs fue tan nefasta que casi hunde a una empresa que, al final, fue la primera tecnológica en superar la barrera del billón de dólares.

Nos quedan por delante muchas cosas interesantes que contar, como por ejemplo esa relación de amistad entre Steve Jobs y Bill Gates que fue clave para salvar a Apple de la quiebra. Todo esto, y mucho más, es historia para el próximo capítulo.



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