PENSIÓN JUBILACIÓN | Jubilación no contributiva: requisitos, cuantías y límites de renta para acceder a la pensión

La jubilación no contributiva es una prestación económica destinada a personas mayores de 65 años que no han cotizado lo suficiente a la Seguridad Social como para acceder a una pensión contributiva. En 2025, esta ayuda se mantiene como una herramienta clave para garantizar ingresos mínimos a quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad. La cuantía fijada para este año es de 564 euros mensuales distribuidos en 14 pagas, lo que supone un total de 7.905,80 euros anuales. Esta pensión busca cubrir las necesidades básicas de quienes no han podido acumular al menos 15 años de cotización exigidos para una pensión contributiva.
Requisitos para cobrar la pensión no contributiva
Para cobrar una pensión de jubilación contributiva en España, es necesario haber cotizado durante un mínimo de 15 años, de los cuales al menos dos deben estar comprendidos en los 15 años inmediatamente anteriores al momento de solicitar la pensión. Aquellas personas que no cumplen con este requisito pueden acceder a la modalidad no contributiva, siempre que acrediten que carecen de rentas suficientes. En este sentido, uno de los requisitos esenciales para optar a esta pensión en 2025 es carecer de ingresos o rentas superiores a ciertos límites establecidos por ley.
Cuando el solicitante vive solo, el umbral de ingresos que no puede superar es de 7.905,80 euros al año, coincidiendo con la cantidad anual máxima que otorga la pensión. No obstante, si el beneficiario convive con otras personas, el límite de rentas se incrementa, ya que se considera la capacidad económica conjunta del hogar. Por ejemplo, si el pensionista vive con dos personas más, el límite es de 13.439,86 euros anuales; si convive con tres personas, el máximo se eleva a 18.973,92 euros, y con cuatro, a 24.507,98 euros al año.
Cuando la convivencia se produce entre familiares directos, como padres e hijos, los umbrales de renta son todavía más amplios. En este caso, el tope económico para convivientes de primer grado es más alto: con dos personas, el límite se sitúa en 33.599,65 euros anuales; con tres convivientes, en 47.434,80 euros; y si conviven cuatro personas, el umbral alcanza los 61.269,95 euros. Esto permite que incluso dentro de hogares donde uno o varios miembros perciban rentas, si estas no superan los límites marcados, se pueda seguir accediendo a la pensión.
Otra de las condiciones fundamentales para beneficiarse de la jubilación no contributiva es haber residido en España durante al menos 10 años entre los 16 años de edad y la fecha de solicitud de la pensión, y que al menos los dos últimos años hayan sido consecutivos e inmediatamente anteriores a dicha solicitud. Este requisito de residencia se aplica tanto a personas españolas como a extranjeras con residencia legal, y busca garantizar que la pensión se destine a personas que han estado vinculadas a España de forma estable y continuada.
Cuantía de la pensión no contributiva
En cuanto a la cuantía que se percibe, se cobrará el 100 % de la pensión (564 euros al mes en 14 pagas) si los ingresos del solicitante y de su unidad de convivencia no superan los 2.767 euros anuales. En caso de superar este umbral pero mantenerse dentro de los límites establecidos para el hogar, se reducirá la pensión proporcionalmente según la cuantía de los ingresos. Es importante destacar que cualquier ingreso cuenta como renta: desde un salario o pensión hasta ingresos por alquiler de una vivienda, intereses bancarios o ganancias por la venta de un inmueble.
Un aspecto relevante es el tratamiento que se da cuando varias personas con derecho a la pensión no contributiva conviven en un mismo domicilio. En estos casos, cada persona no recibirá la cuantía completa, sino que el importe se reduce en función del número de beneficiarios. Así, si hay dos personas con derecho a la pensión viviendo en la misma casa, cada una percibirá aproximadamente el 95 % del importe íntegro. Si hay tres o más, el porcentaje baja al 90 %. Esta medida tiene como objetivo evitar duplicidades en prestaciones cuando se comparten gastos en un mismo hogar.
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