Plan Escudo del Este: Polonia prepara medidas militares con más radares, más misiles y más cazas tras el incidente de los drones rusos
Duplicar la defensa antimisil con más baterías Patriot, duplicar la policía aérea con más cazas de la OTAN, aumentar el despliegue de cohetes de medio alcance y acelerar la construcción de obstáculos para infantería y blindados en la frontera: Polonia ya toma medidas defensivas tras el más grave incidente de violación de su espacio aéreo desde la II Guerra Mundial.
Pasadas 48 horas de la intrusión en territorio polaco por drones rusos supuestamente despistados de otro bombardeo contra Ucrania, Polonia ha entrado en la pantalla siguiente, una nueva página en la escalada de tensión en la franja fronteriza de la Galicia polaca, de la que trascienden dos constataciones.
Una de ellas es no oficial, si bien sale de fuentes militares europeas escuchadas por diversos observadores privados de la guerra de Ucrania. Cuantifica en 22 los drones que penetraron en el espacio aéreo polaco, y subraya el inquietante detalle de que cinco de ellos llevaban trayectoria de ataque a la base de Rzeszów, una instalación utilizada por la OTAN y que sirve de punto de emisión de donaciones occidentales de armas para Kiev.
La otra constatación es oficial, procede del Ministerio de Defensa de Polonia y es parte de lo que ese organismo ha comunicado a sus aliados atlánticos a través de delegados en la sede de la OTAN en Bruselas. Son nuevas disposiciones de la cúpula militar polaca para asegurar contra nuevas oleadas de drones su territorio más próximo a Ucrania y Bielorrusia y, claro, bases e instalaciones OTAN que se encuentran en él.
La red de sensores NAREW para misiles de antileos y misiles de rango corto. / M Defensa Polonia
La primera de las medidas con que Polonia reacciona al incidente es la aceleración de un plan estratégico polaco. Se llama Escudo del Este. Ahora evolucionará, de un inicial planteamiento de medidas de defensa terrestre, a un plan integral más amplico encaminado a incluir la creación paulatina de una cúpula antimisiles y antidrón en el espacio aéreo polaco y una barrera de defensa terreste, combinando sistemas. La base inicial es la observación del terreno con satélites (de momento con ayuda OTAN, pues el programa polaco para adquirir tres satélites acaba de arrancar), para detectar puntos de emisión de drones y cohetes y ayudar en el cálculo de trayectorias de drones y misiles que pudieran dirigirse a su territorio.
Al plan se incorporan ahora dos sistemas de observación y respuesta antes ligados solo a la defensa antiaérea: Wisla, una red de radares y sensores de alerta para alimentar de datos a las baterías antimisil Patriot, y Narew, una red de postes y radares pasivos para la detección de intrusiones que ya se activó el 9 y el 10 de septiembre.
Preparación de municiones para autos de leopardo en la frontera policial oriental, con soldados polacos y canadienses, durante un ejercicio de la OTAN / OTAN
El Escudo del Este tiene su fundamento en tierra en la colocación en la frontera oriental polaca de diversos escalones de defensa ante una oleada de carros de combate y blindados. No solo están los caballetes antitanque, también una red de puestos de artillería y cohetes contra-carro y otras medidas de resistencia -entre ellas una red secreta de túneles para infantería- pensadas para ralentizar el avance de un agresor llegado desde Bielorrusia o Ucrania, o también desde Kaliningrado, al menos dos horas en caso de ataque masivo.
El plan nació en 2024 impulsado por el gobierno de Donald Tusk -y con ayudas financieras europeas- como uno de sus principales proyectos de inversión en defensa, pero su orientación meramente terrestre evoluciona ahora: se trata de integrar también defensa antiaérea en un esquema completo… y más apremiante.
Más misiles
El general Maciej Klisz, jefe operativo de las Fuerzas Armadas polacas, el mismo que dirigió la noche del martes al miércoles la defensa contra la intromisión de drones, ha sido colocado por el gobierno polaco al frente del dispositivo reforzado tras el incidente.
Klisz -un oficial que pasó por las aulas del US Army College- se encarga de las medidas de respuesta en un contexto de tensión. El ministerio de defensa de Polonia no ha dejado de calificar de “intencionadas” las “múltiples violaciones” de su espacio aéreo, y Klisz es ya el primer general que ha ordenado en la historia el disparo de contra objetivos rusos en territorio OTAN, en coordinación con el comando de fuerza aliada en la base neerlandesa de Brunssum.
De allí parte también la decisión de que Holanda aporte ahora dos de sus tres baterías Patriot a la defensa de Polonia, que se hará con trámites de premura. Los misiles antimisil Patriot demostraron eficacia en la tensa noche del 10 de septiembre. Una parte no cuantificada de los drones rusos interceptados cayó por la acción de cohetes disparados por lanzaderas Patriot alemanas situadas en torno al aeropuerto polaco de Jasionka.
Bárbara aeronave del ejército polaco para detección e intercepción de señales. / M Defensa Polonia
El envío de las baterías holandesas se engrosa con dos unidades de operaciones antiaéreas, equipos de soldados especialistas en lucha antidrón que suman 300 militares, según un compromiso directo alcanzado por los gobiernos de Polonia y Países Bajos hace tan solo 24 horas.
Polonia ha trasladado a los aliados en la OTAN su opinión de que hay que reforzar su área fronteriza con otros sistemas además, estos basados en cohetes antiaéreos de más corto alcance cuyo modelo no trasciende entre las fuentes consultadas por este diario. Puede tratarse de lanzacohetes que complementen a los ya activos sistemas coreanos K239 Chunmoo, de los que se dotó el ejército polaco en 2022, meses después del asalto ruso contra Ucrania.
La defensa aérea se confía también a aparatos que parecen de la I Guerra Mundial, los dirigibles (o aerostatos) Bárbara. En realidad son auténticas estaciones voladoras de guerra electrónica, capaces de detectar señales y movimientos enemigos a 300 kilómetros y enviar información a centros de mando y control en el suelo.
La reacción polaca contará además con más apoyo aéreo. Ya no es solo el avión espía AWACS italiano que actuó el 9 y el 10 de septiembre, y los cazas F-35 holandeses que derribaron drones. Polonia ha recibido el compromiso de una dotación, que aún se ha de cuantificar, de cazas Eurofighter británicos y Rafale franceses, para duplicar la misión OTAN de policia aérea sobre lo que hoy es el punto más caliente del flanco oriental de la alianza.
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