PULSO EN EL PSOE DE MADRID
De la estupefacción a la indignación y, finalmente, a la resignación. Las sensaciones en Ferraz han ido variando en las últimas horas hasta llegar a la conclusión de aplazar la “guerra” con el secretario general del PSOE en la Comunidad de Madrid, Juan Lobato, y descargar “responsabilidades” en la federación madrileña. Desde esta última no han tardado en recoger el guante, reclamando la convocatoria de la ejecutiva regional para forzar una “moción de confianza” contra Lobato.
Tanto la portavoz en el Ayuntamiento de Madrid, Reyes Marato, como el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, le ha exigido este martes explicaciones «más sólidas por las «graves y delicadas decisiones» que ha adoptado en las últimas semanas. Sin embargo, ni siquiera una mayoría de la dirección puede forzar la convocatoria de una ejecutiva extraordinaria en los próximos días para lanzar un órdago al liderazgo de Lobato y zanjar su relevo sin primarias.
Se pone en cuestión, como hacen desde Ferraz, las razones que lo movieron a llevar ante un notario sus mensajes con la jefa de gabinete del ministro Óscar López sobre la filtración de los correos entre la Fiscalía y el abogado de Alberto González Amador, novio de Isabel Díaz Ayuso. Lobato ha optado por enrocarse y tanto en Ferraz como en Moncloa se preparan para descabalgarlo a través de primarias, más allá de las presiones que por el momento está sorteando el líder de los socialistas madrileños. “No es algo que toque a la dirección federal. Es algo que tiene que dirimirse en el PSM”, señalan fuentes del partido. Y es que los estatutos blindan su continuidad.
Fue el propio Pedro Sánchez, tras su expulsión de la secretaría general en 2016, quien modificó los estatutos para evitar que la decisión de revocar a un secretario general recayese en la ejecutiva. Según el reglamento interno, de procederse a una revocación por más de la mitad de los integrantes de los órganos de dirección, esta “deberá ser aprobada por la militancia y afiliación directa”.
Todo ello en el plazo de un mes, cuando las primarias arrancarán después del congreso federal de este fin de semana en Sevilla y las precandidaturas deberán registrarse el próximo 7 de noviembre. Es por ello desde la dirección federal entienden que no merece la pena abrir ahora una guerra, aunque descargan la presión para sustituir a lobato sobre la propia federación madrileña.
Aunque en Ferraz insisten en que no les toca actuar ahora, sí dan a entender que se involucrarán para poner al frente de la Secretaría General a un peso pesado. Diferentes cargos apuntan al ex jefe de gabinete de Pedro Sánchez y actual ministro de Transformación Digital, Óscar López, a quien precisamente habría señalado de forma indirecta el barón socialista. Otro de los nombres que han sonado como candidata “oficialista” es el de Enma López, concejal en el Ayuntamiento de Madrid y a quien Pedro Sánchez ya promovió a integrarla dentro del comité organizador del congreso federal.
Pérdida de confianza de Ferraz
“La dirección federal no va a hacer nada. No vamos a actuar. No tiene sentido meternos en una guerra a tres días del congreso”, señalan fuentes de la cúpula del partido, donde se da por hecho que Lobato acudirá a un cónclave que se había diseñado para que no hubiera apenas ruido orgánico. Pese a ello, dan cuenta de que el líder de los socialistas estaría “atrapado” e insisten en criticar la falta de lealtad por ”ir al notario a registrar una conversación con un compañero de partido”.
Lobato ha defendido que levantó el acta notarial para defender de los “bulos” y la “desinformación” que achaca al PP de Ayuso, para tener así un “seguro” ante posibles ataques al PSOE de Madrid sobre supuestas filtraciones sobre el novio de la presidenta madrileña. Por otra parte, durante una comparecencia en la Asamblea de Madrid, denunció un “linchamiento” de “algunos miembros” de su partido y dejó clara su firmeza de seguir adelante y presentarse a las primarias para mantenerse en el cargo.
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El secretario de Organización, Santos Cerdán, le retó después a que diga de parte de quién provienen esos linchamientos. Sin embargo, sobre su asistencia al congreso federal, el número tres de los socialistas añadió en declaraciones a los medios en el Congreso que resulta “lógico” que acuda mientras se mantenga como secretario general.
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