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Sánchez, el gasto en Defensa y la ‘Doctrina Chiqui’: por qué están en un buen lío y por qué les da igual – Domingo Soriano

Sánchez, el gasto en Defensa y la ‘Doctrina Chiqui’: por qué están en un buen lío y por qué les da igual – Domingo Soriano
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  • Publishedmarzo 30, 2025




Parece que cualquier otra de las controversias en las que Pedro Sánchez ha estado involucrado le dará tantos dolores de cabeza como el gasto de defensa. Sí, hay más importantes. Pero ninguno enfrenta de esta manera la imagen que ha tenido tanto cuidado antes de sus votantes. Tener, ya tienes incluso a abajo habitual En las escaleras del Congreso, con los carteles de «No a la guerra».

Muchos de sus adversarios lo están disfrutando. Y lo que les queda. Hay algo de justicia poética en Ver Pedro Sánchez atrapado en su laberinto retórico. Porque es evidente que su propia demagogía afectará al gobierno. Lo veremos en las próximas semanas, con cada noticia (a mitad de camino entre la queja y el re -chino) de un nuevo juego que el dúo Sánchez -Montero intentará esforzarse como un gasto en defensa.

Pero hay razones objetivas que también pesarán (y tendrán un costo electoral). Como Dijimos hace unas semanasAlcanzar el 2% del PIB (al menos) no es solo una cuestión de voluntad, sino de posibilidades. Y aquí Sánchez tiene pocos y malos.

Hasta ahora, el gobierno ha seguido lo que podríamos llamar como Doctrina de chiqui («Eso no tiene problemas, Chiqui, 1.200 millones de euros es pequeño»). Y sí, más o menos han estado tramando. Por un lado, aprovechar el hecho de que los excelentes artículos de gasto y los servicios públicos más sensibles (salud, educación) son la competencia de las comunidades autónomas, a las que han pasado decisiones y recortes difíciles. Por el otro, haciendo lo que no querían mirar Registros de recopilación.

Pero en este caso hablamos de al menos 15,000-20,000 millones. Y eso es algo. Sánchez tendrá que sacarlo de alguna parte. ¿Pero dónde?

Como hace unos años no tenemos presupuestos, tendremos que sacar los que los propios María Jesús Montero presentado en el otoño de 2022 (Aquí el detalle). ¿Qué tenemos? Bueno, las grandes cifras nos dicen que el gasto no financiero fue de 450,000 millones (con aumentos de inflación y recolección, iremos por encima de medio mil millones este año). Allí, alguien podría pensar que debería haber espacio (20,000 millones es el 4% de 500,000). Pero nos engañaríamos a nosotros mismos. Para comenzar con lo más obvio: el Seguro Social tomará aproximadamente la mitad de ese medio mil millones. No son solo pensiones (aquí también son otros beneficios, como el ingreso vital mínimo), sino que los pagos a los ancianos suponen que la parte del león. Desde aquí puede cortar muy poco: en realidad, es un gasto que crece inexorablemente año tras año y en el que se ha comprometido a no tocar un centavo.

También debemos obtener los intereses de la deuda de nuestras cabezas, las transferencias a otras administraciones (y CCAA no les permitirá rascar nada propio), clases pasivas … Como en las pensiones, aquí no hablamos de si En un mundo teórico de Motosierras de millas Podrías cortar o no. Por supuesto que podrías. Pero políticamente es radiactivo para el gobierno mismo, que lo que tiene es una factura que cumple con sus socios.

Y este enfoque para sí mismo ya debería indicarnos La magnitud del problema. El pequeño margen que da la colección aumenta que eres pulido En las pensiones y en esa nueva cuota catalán que acordó y que para la administración central es un palo muy importante. Cada nueva negociación en el Congreso es unos pocos miles de millones menos que los que lanzar.

Gasto ministerial

Por lo tanto, el gasto ministerial en realidad ascendió a 123,294 millones en 2023. Pensemos que vamos a 150,000 en 2025-26. Aquí es donde tendrán que obtener esos 15,000-20,000 millones de que estamos hablando. Y Chiqui, allí 20,000 millones son algo. Cuando uno analiza el desglose del ministerio, ve que no hay tanto rascar: asuntos exteriores 1.7 mil millones, justicia 2.300 … No niego que me den un lápiz rojo como el de Laffer y empiezo a cruzar como un ascosido. Pero Sánchez ni siquiera está cerca de estar allí. Las redes de clientela no están construidas de forma gratuita y comprar votos es costoso.

A partir de ahí, lea cada noticia sobre Sánchez tratando de tensarse en la OTAN y la UE cualquier absurdo incómodo. Has prometido más de todo (pensiones, vivienda, dinero para Cataluña) y su capacidad de aumentar los ingresos es al límite (recuerde que este año, los trabajadores continuarán sufriendo Ascenso de impuestos triples que escondió el Reforma de pensiones falsas por José Luis Escrivá).

Intuento que tampoco estarán muy preocupados. Sánchez no aspira a las cuentas públicas cuadradas, presenta un presupuesto coherente o relanza la economía española. Su único objetivo es continuar un día más durmiendo en el Moncloa. Esa es tu ideología. Y no ha ido mal: vamos por siete años y lo que nos queda. Pero hay momentos (pocos) en los que pienso en los miembros del gabinete de Montero y los imagino Hacer cuentas y lanzar la tormenta típica de las ideas que uno mismo ya sabe que son absurdos antes de expresarlos en voz alta («¿Qué piensas si nos escabullimos en energía como defensa?»). Digo que pienso en ellos y me doy (poco) dolor. Seguramente les habían prometido una legislatura tranquila, con un chorro de impuestos para dar dinero público a las paletas. Nadie les dijo nada sobre los tanques.

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