Telefónica desmantela la central de cobre de su histórica sede de Fontanella y el Ayuntamiento recalifica el edificio

El Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado esta semana una doble operación inmobiliaria que le permitirá hacerse con la propiedad del Teatre Capitol de la Rambla, que reabrirá en 2027 bajo titularidad municipal. Se trata de una operación a múltiples bandas que, además del consistorio, implica a Telefónica y a uno de los multimillonarios españoles más desconocidos, Daniel Maté, que es el propietario actual tanto del Capitol como del edificio histórico de Telefónica en la plaza de Catalunya.
Según anunció el lunes el alcalde Jaume Collboni, el ayuntamiento se hará con la propiedad de la finca donde se encuentra el Capitol gracias a la recalificación urbanística de otro inmueble situado en el número 2 de la calle de Fontanella. Ambos edificios pertenecen a Torcalena Servicios y Gestiones, una de las múltiples sociedades patrimoniales a través de las que opera en el sector inmobiliario Daniel Maté, cuyo patrimonio, según Forbes, se estima en 2.600 millones de dólares, lo que le sitúa en el puesto 1.421 del ránking de personas más ricas del mundo. Esta fortuna procede de su participación en el gigante minero suizo Glencore, del que fue alto directivo (era el principal ejecutivo del negocio de zinc) hasta mediados de 2020.
Unos meses antes, en noviembre de 2019, trascendió que Maté había comprado a Telefónica por unos 100 millones de euros su emblemática sede de la plaza de Catalunya, un edificio diseñado por Francesc de Paula Nebot i Torrens y construido entre 1926 y 1928. En la planta baja de la fachada principal de la finca, en el número 16 Bis de la plaza de Catalunya, junto a Portal de l’Àngel, se encuentra la tienda Movistar Centre, el buque insignia comercial de la operadora en Barcelona. El edificio tiene un segundo acceso en el número 2 de la calle de Fontanella que es el que ahora ha sido objeto de recalificación.
Según ha podido saber EL PERIÓDICO de fuentes del sector inmobiliario, Telefónica liberará en las próximas semanas esta parte del edificio que da a Fontanella y que, históricamente, ha albergado una central de cobre de la operadora de telecomunicaciones. El apagón analógico, es decir, la digitalización y la apuesta por la fibra óptica, ha llevado a Telefónica a cerrar más de 8.500 centrales de este tipo en toda España y ahora ha llegado el turno de esta céntrica unidad barcelonesa. Las fuentes consultadas destacan que la antigua central ya ha sido totalmente desmantelada y que esta parte del edificio quedará ahora a disposición del propietario, que podrá alquilar esta superficie a otras compañías. Telefónica continuará siendo un inquilino destacado de la finca, donde seguirá teniendo su ‘flaghship’ en la capital catalana.
Acceso al edificio en la calle Fontanella, número 2. / Manu Mitru / EPC
Al albergar un equipamiento de tipo técnico como es una central de telefonía, el edificio Fontanella 2 estaba clasificado urbanísticamente como inmueble de servicios. Ahora, el ayuntamiento lo recalificará para que pueda tener usos terciarios, es decir, para que pueda dedicarse a alquiler de oficinas y actividades comerciales. Esta nueva clasificación supone una importante revalorización del edificio, ya que sus propietarios podrán obtener unas rentas muy superiores teniendo en cuenta la céntrica ubicación de la finca. El Ayuntamiento de Barcelona ha cifrado en 37 millones de euros la plusvalía que generará la operación, una cantidad que se repartirá a partes iguales entre la propiedad y el consistorio. Precisamente, será este dinero el que empleará el ayuntamiento para ejecutar las obras de rehabilitación del Capitol, que dispondrá de dos salas y se prevé reinaugurar coincidiendo con La Mercè de 2027. El proyecto incluye también trasladar al edificio de la Rambla las oficinas de los Serveis Centrals del Consorci de Biblioteques de Barcelona, una operación que permitirá al consistorio ahorrarse un alquiler anual de 200.000 euros.
Según las fuentes consultadas, la decisión de Telefónica de cerrar su histórica central de la calle de Fontanella, sumada a la recalificación del inmueble, permitirá a Torcalena Servicios y Gestiones proceder a una remodelación integral del edificio para destinarlo al mercado de alquiler de oficinas. EL PERIÓDICO se ha puesto en contacto con esta compañía inversora para conocer o poder confirmar estos planes, pero la empresa ha declinado efectuar cualquier tipo de declaración.
Un inversor de origen vasco afincado en Suiza
Torcalena Servicios y Gestiones, que compró el Teatre Capitol a mediados de 2023, tiene su sede en la calle Lagasca de Madrid y, según consta en el Registro Mercantil, cuenta con dos apoderados solidarios: Albert Iten y Ludovico Calchi. Ambos, según explican en su perfil de Linkedin, son ejecutivos del hólding inversor suizo Wille Finance, una sociedad que se presenta en su página web como un multi ‘family office’ que invierte en el sector inmobiliario, capital riesgo y en compañías cotizadas. Maté, que nació en el País Vasco pero reside en Suiza, gestionaría parte de su fortuna a través de Willie Finance.
Hasta 2011, Daniel Maté era un directivo totalmente desconocido en España. Sin embargo, la salida a bolsa de la multinacional suiza Glencore, considerada como una de las más poderosas del mundo en el sector de las materias primas, le convirtió en uno de los españoles más ricos, ya que se destapó que controlaba una particpación en la compañía del 6,8% del capital valorada entonces en alrededor de 2.500 millones de euros. El ejecutivo vasco, que trabajaba en Glencore desde 1988, fue el máximo responsable de la división de cobre y zinc de la compañía, de la que se desvinculó en julio de 2020 por jubilación. Desde entonces, ha ido reduciendo paulatinamente su participación en la empresa.
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