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Ten mucho cuidado con las hojas secas en la carretera

Ten mucho cuidado con las hojas secas en la carretera
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  • Publisheddiciembre 13, 2025



Viajar en coche en otoño o invierno, con la calefacción puesta y disfrutando del paisaje es una sensación fascinante. Sin embargo, la ruta esconde un peligro en el que casi nadie cae: hojas secas cayendo en el camino.

Ramón, conductor profesional, explica que aunque la gente tiene miedo a la nieve o a las lluvias torrenciales, esa alfombra de hojas que parece inofensiva es aún más peligrosa.

Una trampa de la que nadie te habla

Fuente propia

Las estaciones de otoño e invierno tienen un doble lado. Por un lado, ofrecen escenarios impresionantes, pero, por otro, esconden peligros que no siempre son evidentes a simple vista.

El principal problema reside en la confianza. Cuando ves nieve, tu cerebro activa una alerta de peligro inmediata. Sabes que se resbala. Pero cuando ves hojas, tu cerebro tiende a pensar que es solo tierra que será arrastrada al pasar las ruedas. Este es el primer y más grave error, porque esa capa de vegetación muerta dificulta el contacto entre el neumático y el asfalto. Conduces sobre una superficie impredecible.

Cubriendo el suelo con hojas secas, Se pierde la referencia visual del estado de la superficie de la carretera.. No sabes si el asfalto debajo de esas hojas está seco, mojado, agrietado o perfecto. Entras en cada tramo a ciegas y esta falta de información es crucial cuando se va a cierta velocidad. La confianza es tu peor enemigo en estas situaciones y es necesario que empieces a mirar esas zonas boscosas con otros ojos, con los ojos de quien sabe que ahí abajo está pasando algo que escapa a tu control.

El efecto hielo: cuando las hojas transforman el suelo en una pista de hielo

hojas secas con efecto hielohojas secas con efecto hielo
Fuente propia

Se podría pensar que unas cuantas hojas secas no pueden ser tan dañinas. Y tienes razón, si estuvieran secos y crujientes el problema sería menor. Pero el frío trae consigo humedad, rocío matutino y lluvias frecuentes. Las hojas retienen agua cuando caen. Además, cuando son pisoteados por otros coches, se descomponen y forman una especie de pulpa vegetal. Si le sumas la humedad del ambiente, el agua de la lluvia y la pasta de las hojas trituradas, el resultado es una película extremadamente resbaladiza sobre el asfalto.

Los expertos lo comparan con conducir sobre hielo. El agarre de los neumáticos disminuye, casi como si estuviera conduciendo sobre nieve compacta. No hace falta que llueva a cántaros para que esto suceda. Basta ya de la humedad de la noche para que esa alfombra de hojas se convierta en una pista de hielo. Cuando las ruedas tocan esa superficie, la banda de rodadura del neumático se satura y no puede evacuar nada, perdiendo tracción. Si intentas desviarte o frenar bruscamente, es muy probable que el coche no responda como se espera y siga recto.

Lo que esconden las hojas bajo su manto

peligro de hojas secaspeligro de hojas secas
Fuente propia

Hay otro factor que muchas veces ignoramos y que preocupa a Ramón. las hojas No sólo se deslizan, sino que se camuflan.

Imagina que el camino tiene un bache profundo, una gran roca caída de la ladera de un cerro, o incluso un trozo que cayó de otro auto. Si el camino está despejado, lo ves y lo evitas. Pero si encima hay una capa de hojas, el obstáculo se vuelve invisible. Pasa por un agujero profundo y escondido Podría hacer que el neumático explote o dañe la suspensión.provocando un accidente en cuestión de segundos.

las hojas También ocultan información. que el camino te da para guiarte. Las líneas que delimitan los carriles, las flechas direccionales en el suelo o los pasos de peatones podrán quedar completamente soterrados. Esto es muy peligroso en carreteras secundarias estrechas, donde es fundamental saber dónde termina el carril y comienza el arcén (o el carril contrario).

Si no ves las líneas, pierdes la referencia espacio. Es posible que, sin darse cuenta, cruce al carril contrario justo antes de una curva ciega. Debes prestar atención y asumir que si no ves la línea, debes reducir la velocidad hasta que te sientas seguro de tu posición en la carretera.

La próxima vez que salgas a la carretera y veas ese manto de hojas cubriendo el asfalto, no te dejes engañar por la belleza del paisaje. Respeta las hojas tanto o más de lo que respetas el hielo.



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