Trump quiere prohibir la regulación de la inteligencia artificial durante 10 años
En menos de un año, las grandes empresas tecnológicas de Estados Unidos han pasado de pedir más regulación para frenar los peligros de la inteligencia artificial a exigir justamente lo contrario. El cambio de discurso responde a la presidencia de Donald Trump, que ahora trata de impulsar una ley que prohibiría a los estados del país aprobar normas para regular la IA durante un período de 10 años.
La polémica moratoria propuesta por la Casa Blanca se incluye en el gigantesco proyecto legislativo conocido como One Big Beautiful Bill, que contempla un recorte masivo de impuestos y de los programas de asistencia sanitaria y un aumento significativo del gasto militar.
EEUU no cuenta por ahora con ninguna normativa federal que ponga límites a los sistemas de IA desarrollados por los gigantes de Silicon Valley. El Gobierno de Joe Biden fue incapaz de concretarla y el de Trump la descarta, argumentando que todo obstáculo regulatorio perjudicará a las empresas estadounidenses frente a la competencia china. La administración trumpista opta por dar vía libre a compañías como OpenAI, Google, Microsoft o Meta y, por eso, propone prohibir durante la próxima década que cada estado pueda adoptar su propia ley.
La ley llega esta semana al Senado tras ser aprobada por la mínima en la Cámara de Representantes a finales de mayo. Los republicanos impulsan el proyecto mediante un proceso llamado reconciliación que les permite evitar la obstrucción de los demócratas, pero que solo permite incluir disposiciones relacionadas con el presupuesto. Está por determinar si la moratoria en la regulación de la IA es una de esas. Si no se incorpora a la ley, no se aprobará (por ahora).
Protesta de los legisladores
No obstante, la propuesta ha indignado a legisladores de los 50 estados. Al menos 260 —la mitad republicanos, casi la mitad demócratas y un independiente— firman una carta pública que denuncia que, de aprobarse, la disposición les impediría proteger al público de los peligros de la IA.
«Durante la próxima década, la IA planteará algunas de las cuestiones de política pública más importantes de nuestro tiempo, y es fundamental que los legisladores estatales mantengan la capacidad de respuesta», escriben. «En un entorno digital cada vez más complejo, los jóvenes se enfrentan a nuevas amenazas en línea, las personas mayores son blanco de la aparición de estafas generadas por IA, y los trabajadores y creadores se enfrentan a nuevos desafíos en una economía integrada por IA».
La ley no solo prohibiría nuevas regulaciones, sino que detendría leyes ya adoptadas por varios estados de EEUU. La mayoría de ellas se centrar en limitar amenazas como los deepfakes políticos para la manipulación electoral, la «pornovenganza» mediante el desnudo no consentido con IA o el uso de esta tecnología por parte de las aseguradoras médicas. La carta señala que los estados son «laboratorios de democracia» que pueden adoptar leyes de forma más rápida y ágil que el Congreso y cuya influencia puede llevar a mejores regulaciones federales.
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