Trump Rusia | Trump se limita a amenazar a Rusia con aranceles mientras rearma a Ucrania
Donald Trump se muestra desde hace unos días cada vez más “descontento” y “decepcionado” con Vladimir Putin por la guerra de Ucrania, pero esa frustración aún no se traduce en acciones severas para presionar al presidente ruso. Este lunes, el presidente de Estados Unidos no ha llegado a anunciar la imposición de sanciones a Rusia y se ha limitado a amenazar con imponer aranceles a las exportaciones rusas a EEUU si Moscú no pacta un alto el fuego en 50 días con Kiev.
Como acostumbra con sus mensajes en comercio, en este caso Trump también ha dejado espacio para la confusión. Ha amenazado con imponer aranceles «secundarios», pero estos habitualmente son gravámenes que se imponen sobre terceros países que compran al señalado, en este caso Rusia. Y una fuente de la Casa Blanca luego ha explicado a Reuters que Trump se refiere tanto a aranceles directos del 100% a los productos rusos como castigo «secundario» a otros países que compran sus exportaciones.
El castigo directo sería muy limitado, dado que EEUU tiene una relación comercial mínima con Rusia: en 2024 exportó bienes solo por valor de 526 millones de dólares e importó por valor de 3.000 millones según los datos de la oficina comercial estadounidense. Los castigos secundarios, mientras, podrían elevar más la presión indirecta sobre el Kremlin, especialmente desde China. Ahí el modelo parece ser una popuesta de ley que se debate en el Congreso, según la cual se gravarían exportaciones a EEUU de bienes de terceros países que hayan comprado a Rusia petróleo, gas natural o uranio (Europa, por ejemplo, aún obtiene el 19% de su energia de Rusia). Aunque la propuesta en el Congreso eleva hasta el 500’% esos gravámenes, pero Trump ha sugerido que 100% sería suficiente y pese a aplaudir la legislación también ha dicho que «puede no ser necesaria».
“Esperamos tener un impacto en Vladimir Putin”, ha declarado el mandatario ante la prensa al hacer el anuncio en el Despacho Oval, donde ha recibido a Mark Rutte, el secretario general de la OTAN.
Armas para Ucrania
El encuentro ha servido para culmianr el anuncio de la venta por valor de “miles de millones de dólares” de armas de EEUU a la Alianza Atlántica, que se encargará de facilitarlas después a Ucrania. Ese acuerdo, según ha explicado Rutte, incluye sistemas de defensa aérea Patriot pero también otro armamento, incluyendo otros misiles y municiones.
«La velocidad es esencial», ha dicho Rutte, que ha asegurado, como Trump, que las transferencias podrían producirse «en cuestión de días». Este mismo lunes el ministro de Defensa de Alemania, Boris Pistorius, se iba a reunir con el jefe del Pentágono, Pete Hegseth. Además de Alemania, Finlandia, Canadá, Noruega, Suecia, Reino Unido y Dinamarca figuran entre los compradores que darán armamento a Ucrania.
Rutte ha declarado también que este será «solo la primera ola» de varios acuerdos de arma y ha dicho a Putin que debe «tomar las negociaciones sobre Ucrania con más seriedad» y «reconsiderar» su postura en las conversaciones hacia la paz.
Un golpe menor de lo esperado
La primera pregunta de los periodistas a Trump ha sido por qué da a Putin un plazo de 50 días, y el mandatario estadounidense se ha justificado diciendo que lleva “poco tiempo en esto” y ha vuelto a señalar a su predecesor, Joe Biden, como supuesto responsable del inicio de la invasión hace tres años de Ucrania.
Desde Moscú, mientras, se ha considerado qie las acciones de Trump no han sido todo lo contundentes que se esperaba. «Si esto es todo lo que Trump tenía que decir sobre Ucrania hoy, entonces por ahora es solo aire caliente«, ha escrito el legislador ruso Konstantin Kosachev en redes sociales, según una traducción de ‘The New York Times’.
Lo cierto es que Trump, que prometió ya la semana pasada hacer un anuncio muy contundente sobre Rusia, y que había alimentado la idea de un cambio radical en la estrategia, de momento no hace grandes cambios de fondo. Con lo anunciado este lunes Washington sigue sin dedicar nada de dinero extra para ayudar directamente a Kiev.
El mayor cambio se está produciendo en el tono y en la muestra pública de desencanto y agotamiento de la paciencia de Trump con Putin. El republicano este lunes reiteraba un mensaje ya lanzó el domingo contra el moscovita, diciendo que sus conversaciones con él «son muy agradables y luego por la noche dispara los misiles».
Trump ha tratado también de decir que siempre supo que Putin jugaba con esa doble cara. «Tomó el pelo a Clinton, a Bush, a Obama, Biden, pero a mí no me engañó», ha declarado. No obstante, también ha parecido reconocer que el líder ruso ha estado manipulándole al decir: «Unas cuatro veces creí que teníamos un acuerdo, pero las cosas siguieron arrastrándose«.
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