un horrible atentado antisemita que conmociona al mundo
Al menos 15 personas murieron y otras 29 resultaron heridas -entre niños y adultos- como consecuencia de un atentado terrorista perpetrado este domingo en la Playa australiana de Bondien Sydney, por al menos dos agresores y tenía como objetivo a los asistentes a una celebración del inicio de la festividad judía de Hanukkah. Según la Policía, los terroristas son padre e hijo. El padre, de 50 años, fue asesinado a tiros por la policía, mientras que su hijo, de 24 años, se encuentra en estado crítico. Se trata del peor ataque de este tipo registrado en Australia desde 1996.
Pasadas las seis y media de la tarde, vecinos de la zona informaron de la llegada de vehículos policiales a la playa de Bondi en medio del ruido de decenas de disparos. Las imágenes difundidas en redes y medios muestran a dos sujetos armados con fusiles y vestidos de negro y cientos de personas huyendo de la zona. Testimonios recogidos por el medio local The Sidney Morning Herald informaron de la acción indiscriminada de los terroristas en una manifestación a la que asistieron más de mil personas. Una de las primeras víctimas identificadas es el rabino Eli Schlanger, nacido en el Reino Unido.
El primer ministro, Anthony Albanese calificó lo ocurrido en Sydney como «un momento oscuro para Australia» y «un malvado acto antisemita y terrorista que ha golpeado el corazón de nuestra nación». «El mal que se ha desatado en Bondi está más allá de nuestra comprensión, y el trauma y la pérdida que están sufriendo las familias esta noche va más allá de la peor pesadilla», afirmó. Albanese compareció junto al comisario federal en funciones de la Policía de Nueva Gales del Sur, Nigel Ryan, quien anunció, por su parte, «el inicio de una investigación antiterrorista con todos los poderes a su disposición». Dos de los heridos ayer son policías.
Citando fuentes de seguridad, los medios locales comenzaron a informar sobre la historia unas horas después de la masacre. identidad de uno de los atacantes: Naveed Akram, Residente en el distrito de Bonnyrigg -en el suroeste de Sídney-, 24 años, albañil de profesión y recientemente desempleado. Al momento de redactar este texto no había confirmación de que se tratara del terrorista asesinado o herido.
Sin embargo, el director general de la Organización Australiana de Inteligencia de Seguridad (ASIO), Mike Burgess, pidió ayer calma y esperar los resultados de la identificación oficial. Ha confirmado que la agencia conocía a uno de los terroristas, «pero no era una amenaza inmediata», añadió. El nivel de alerta nacional todavía era «probable» al momento de escribir este artículo.
Además, la Policía de Nueva Gales del Sur reveló que se habían retirado Varios artefactos explosivos del vehículo de uno de los asesinos. antes de ser trasladado a un lugar seguro. Se baraja la posibilidad de que un tercer individuo haya participado en la masacre. El medio local «The Sidney Morning Herald» informó ayer, al cierre de su cobertura, de la detención de un hombre y una mujer en una vivienda del citado barrio de Bonnyrigg como sospechosos de su implicación en el crimen.
Desde Israel, la Cancillería informó públicamente de la muerte de un nacional y de que otro había resultado herido en el ataque. El medio de comunicación israelí Haaretz afirmó, citando una fuente gubernamental, que Las autoridades israelíes fueron informadas de la posibilidad de un ataque contra la comunidad judía australiana, y que «Irán es sospechoso de ser responsable del ataque».
Una de las primeras figuras internacionales en reaccionar ayer fue precisamente el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien desveló que había enviado una carta al primer ministro australiano en la que le advertía de las consecuencias de atizar «el fuego antisemita» en su país.
Parafraseando la carta, Netanyahu atribuyó el clima existente en Australia a decisiones de Albanese como el reconocimiento del Estado palestinoque alimentan «el odio hacia los judíos que ahora acecha en vuestras calles». «El antisemitismo es un cáncer. Se propaga cuando los líderes guardan silencio. Hay que sustituir la debilidad por la acción», reiteró ayer el jefe del Gobierno israelí en declaraciones recogidas por el medio Israel News, en un duro ataque al Gobierno de Canberra.
Además, Netanyahu calificó el ataque a la playa de Bondi como «terrible» (…) «un asesinato a sangre fría» que expone «la profundidad del mal». También destacó «la cima del heroísmo judío» al mencionar la intervención de un participante durante la celebración de Hanukkah quien arrebata un arma a uno de los atacantes, según consta en vídeo.
«Estamos en una batalla contra el antisemitismo global y la única manera de combatirlo es denunciarlo y combatirlo. No hay otra manera. Eso es lo que estamos haciendo en Israel. Las Fuerzas de Defensa de Israel y nuestras fuerzas de seguridad, junto con nuestro Gobierno y nuestra nación, seguirán haciéndolo», continuó el primer ministro israelí.
Finalmente, en una nueva crítica a las autoridades australianas, Netanyahu aseveró que su Gobierno «seguirá denunciando a quienes no denuncian, sino que alientan». «Seguiremos exigiendo que hagan lo que se exige a los líderes de las naciones libres. No nos rendiremos, no bajaremos la cabeza, seguiremos luchando como lo hicieron nuestros antepasados», concluyó el Primer Ministro de Israel.
Desde París, otro de los dirigentes que reaccionó ayer por la tarde fue el presidente francés, Emmanuel Macron, quien prometió que su país «luchará sin debilidad contra el odio antisemita». Su ministro francés del Interior, Laurent Núñez, ya había pedido a las autoridades policiales regionales que «mantuvieran la máxima vigilancia» en los lugares de celebración de Hanukkah y Navidad ante la posibilidad de atentados terroristas. Por su parte, el Primer Ministro británico, Keir Starmer lo calificó de “repugnante” «un ataque antisemita dirigido contra familias judías que celebran Hanukkah», festividad en la que se celebra la fe y la resistencia.
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