Un tribunal prohíbe a Trump el uso de la ley de Enemigos Extranjeros para deportar a venezolanos
Un tribunal federal de apelaciones de Estados Unidos ha dictaminado que el presidente, Donald Trump, no puede usar la ley de Enemigos Extranjeros (AEA) de 1798 para acelerar las deportaciones de migrantes venezolanos acusados de pertenecer al Tren de Aragua (TdA) y de ser responsables de una «invasión», lo que encamina la disputa hacia un posible fallo de la Corte Suprema.
Trump había invocado la AEA mediante una proclamación emitida en marzo para expulsar a ciudadanos venezolanos, alegando que formaban parte del TdA, al que describió como una organización criminal extranjera que representaba una «invasión depredadora» a Estados Unidos. Sin embargo, un panel de tres jueces de la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito en Nueva Orleans, en una decisión de 2 votos contra 1, determinó que la ley no se aplica al caso y rechazó el argumento de la invasión por parte de la Administración Trump.
La AEA, adoptada en 1798, autoriza la expulsión de «nativos, ciudadanos o súbditos de una nación hostil» solo si existe un estado de guerra «declarado» contra otro país o si una potencia extranjera participa en una «invasión o incursión depredadora» en territorio estadounidense. «Que un país aliente la migración ilegal no equivale a enviar una fuerza armada y organizada para ocupar, perturbar o causar daños a Estados Unidos», señaló el tribunal y añadió que «no se ha demostrado que esta inmigración masiva constituya una fuerza armada u organizada».
Sin invasión extranjera
Bajo este entendimiento, el tribunal concluyó que no existía ninguna «invasión ni incursión depredadora» atribuible a una potencia extranjera. En enero, Trump ya había restablecido la «expulsión inmediata» de inmigrantes indocumentados, una política que aplicó en su primer mandato (2017-2021) y que permite deportar a quienes no puedan demostrar al menos dos años de residencia continua en el país, sin mediar audiencia judicial. Hasta que la Corte Suprema se pronuncie, la decisión del tribunal de apelaciones es vinculante para los tribunales inferiores del Quinto Circuito, que incluye Luisiana, Misisipi y Texas, estados donde se habían implementado deportaciones bajo la AEA.
La demanda contra el uso de la AEA fue presentada y defendida por la Unión de Libertades Civiles Estadounidense (ACLU), que celebró un fallo, «que deja claro que el presidente no puede simplemente declarar una emergencia militar e invocar los poderes que le apetezcan».
Pese a este revés judicial, Trump mantiene una dura pugna contra Venezuela y el tráfico de drogas que es origen. «Venezuela está creándonos un problema tremendo… No lo vamos a consentir». Son las palabras del presidente estadounidense, Donald Trump, de este mismo miércoles, al reconocer que Venezuela ha creado a Estados Unidos un «problema tremendo» en relación con el tráfico de drogas y la inmigración irregular por lo que en tono de ultimátum Trump ha amenazado con elevar la respuesta militar para neutralizar el tráfico de drogas en aguas internacionales.
El ataque a la narcolancha
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, dijo este miércoles que el ataque estadounidense en aguas del Caribe contra una lancha supuestamente del Tren de Aragua es el inicio de una campaña contra los carteles de la droga controlados, según dijo, por el Gobierno de Venezuela. «El presidente (Donald) Trump está dispuesto a pasar a la ofensiva de maneras que otros no han hecho y a enviar esa señal clara al Tren de Aragua, el Cartel de los Soles y otros que emanan de Venezuela, no vamos a permitir este tipo de actividad», dijo en una entrevista a la cadena Fox News.
El mortal ataque estadounidense contra una supuesta embarcación narcotraficante en el Caribe abre un nuevo foco de conflicto internacional. El martes, fuerzas del país norteamericano llevaron a cabo un ataque contra una lancha rápida, y Trump afirmó que en la acción murieron 11 «narcoterroristas» de una banda que, según él, estaba controlada por el presidente venezolano Nicolás Maduro. La marina estadounidense despachó ocho buques, siete en el mar Caribe y uno en el océano Pacífico, que, según afirma, participan en la lucha contra el narcotráfico. Venezuela ha denunciado la presencia de buques de guerra en zonas marítimas próximas a su país como una amenaza.
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