Una concejala sin argumentos ni planificación
Ya estamos más que acostumbrados a que, cuando la concejala de Economía se queda sin datos, sin argumentos y sin ideas para defender su gestión, tire del comodín habitual: la descalificación personal y la búsqueda frenética de culpables externos. No es una estrategia nueva –no es innovar uno de los escasos puntos fuertes de este equipo de gobierno–, pero sí tremendamente reveladora. Porque cuando la gestión naufraga, siempre queda el recurso del ruido, el pataleo y el «mirad allí», en lugar de hacer algo tan exótico como ofrecer explicaciones, asumir responsabilidades o, quién sabe, corregir el rumbo. Nada sorprendente: es la maniobra clásica para esquivar una realidad tan incómoda como difícil de esconder bajo la alfombra.
[–>[–>[–>La realidad, tozuda como siempre, es que durante este mandato el gobierno de Canteli ha dejado escapar más de diez millones de euros de fondos europeos. Una cantidad que habla por sí sola. Y que, si pudiera, probablemente gritaría. No es un tropiezo puntual: es el resultado directo de un modelo de gestión basado en la improvisación permanente y en la falta de una planificación sólida y rigurosa. Y claro, así salen los proyectos: fallidos, fuera de plazo o mal diseñados. Y claro, así se pierden los fondos.
[–> [–>[–>Ahí está el ejemplo de los 4,4 millones de euros de la EDUSI concedida a Oviedo, que hubo que devolver tras expirar el plazo el 31 de diciembre de 2023. Más de cuatro años tuvo el gobierno de Canteli para ejecutarlos, revisarlos, adaptarlos o, en fin, hacer algo que se pareciera remotamente a gestionarlos. Pero nada. Ni rastro.
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A este episodio se suma el capítulo de la reforma fantasma de El Fontán: 2,4 millones de euros devueltos porque el señor Canteli decidió imponer un proyecto, que, por supuesto, incluía bares y restaurantes, porque nada hace este equipo de gobierno que no tenga chigre, y que los propios comerciantes no querían. Eso sí, de ocurrencias nunca vamos escasos. El resultado, además de la no reforma, fue tener que pagar 244.000 euros en intereses. Y hace apenas unas semanas, otros casi 650.000 euros se tuvieron que devolver por no ejecutar los fondos destinados a la digitalización del sector comercial. Comercio, otra competencia de la concejala de Economía en la que también suspende.
[–>[–>[–>Pero aún hay más –porque para desgracia de Oviedo siempre hay más–. También se perdieron millones de financiación europea porque los proyectos presentados no lograron superar los criterios de calidad. Sí: calidad. Esa cosa misteriosa para el equipo de gobierno. Ocurrió con los 1,2 millones para la rehabilitación del conjunto medieval de Olloniego, o los 2,1 millones para la renaturalización de espacios urbanos. Otro tren que pasó de largo.
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Y el panorama no mejora al mirar los fondos del Plan de Recuperación, que tienen que ejecutarse antes del 30 de junio. Aquí, el riesgo de perderlos es tan real que casi se puede tocar. Por ejemplo, los 2,1 millones del Plan de Sostenibilidad Turística, cuya ejecución actual no llega ni a los 50.000 euros. O los 2,7 millones para rehabilitar las piscinas del Parque del Oeste, unas obras que todavía no han empezado, que ni siquiera se han contratado.
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[–>Ante semejante desfile de despropósitos, desde el Grupo Municipal Socialista hemos sido responsables. Hemos señalado el problema y hemos propuesto soluciones. Repetidamente, además. Sugerimos crear una oficina municipal específica para captar, gestionar y supervisar los fondos europeos, con medios propios y capacidad real de coordinación. El gobierno municipal, que siempre está muy ocupado rechazando cualquier iniciativa del PSOE –no vaya a ser que algo funcione–, ha dicho que no. Sistemáticamente.
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Por eso, resulta paradójico que la señora González vuelva a calificar la labor del Grupo Municipal Socialista y de su portavoz, Carlos Fernández Llaneza, como una oposición inane, inútil e inoperante mientras, curiosamente, sigue atacando día sí y día también esa, al parecer, fútil y vacua faena. Mire, señora González, parafraseando al dramaturgo francés Corneille en Le Menteur, le diría aquello de: «Los muertos que vos matáis gozan de buena salud».
[–>[–>[–>Por nuestra parte, seguiremos defendiendo los intereses de Oviedo con rigor y responsabilidad. No vamos a entrar en la competición de insultos ni en la descalificación continua que parece ser la única estrategia cuando no hay resultados que enseñar. Preferimos centrarnos en lo que nos corresponde: ejercer el control, proponer soluciones y ofrecer una alternativa seria y solvente, capaz de gestionar adecuadamente los fondos europeos y de construir un futuro que devuelva la ilusión a Oviedo.
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