una tarea que exige estrategia y preparación
En un mercado laboral cada vez más competitivo, pedir un aumento puede convertirse en un desafío importante. Aunque es una aspiración común entre los profesionales, laEl éxito depende tanto del momento elegido como de la forma en la que se presente la solicitud. Según el último informe de HAYS, en 2024 el 38% de los trabajadores en España se atrevió a pedir una subida salarial. Sin embargo, sólo el 14% lo logró, mientras que el 24% vio rechazada su solicitud.
A pesar de que el 72% de los profesionales espera un aumento salarial este año, según la Guía del Mercado Laboral de HAYS, más de la mitad (52%) no ha solicitado ningún aumento. Este contraste entre expectativas y acción revela cuántos trabajadores aún no se sienten preparados para iniciar esta conversación. «Las expectativas de los empleados en cuanto a incrementos salariales eran superiores a lo que finalmente se ha materializado. Muchas empresas han optado por priorizar la estabilidad financiera y mantener un enfoque conservador en sus políticas salariales», explica Silvia Piqueras, Directora de Servicios Outsourced & Perm Recruitment de HAYS España. Según Piqueras, esta discrepancia subraya la importancia de la transparencia en las políticas salariales para gestionar las expectativas de los empleados.
Perspectivas para 2025
De cara al año 2025, el Las tensiones entre las expectativas de los trabajadores y la prudencia empresarial podrían persistir. Por un lado, muchos empleados sienten que su contribución merece un mayor reconocimiento financiero, mientras que las empresas, centradas en la sostenibilidad, podrían optar por aumentos salariales más moderados.
Los expertos de HAYS recomiendan a los profesionales planificar cuidadosamente cualquier solicitud de aumento. La clave es combinar prudencia, preparación y argumentos sólidos basados en logros tangibles.
Evite las comparaciones con otros compañeros
El 66% de los encuestados cree que se debería solicitar un aumento salarial anualmente, mientras que el 30% cree que es más adecuado hacerlo cada dos años. Sin embargo, la decisión debe estar alineada con el ciclo salarial de la empresa y los méritos acumulados. «Esperar al menos un año desde la última revisión salarial o desde el inicio de un nuevo puesto es una práctica sensata. Acumular logros demostrables refuerza la posición del empleado y demuestra paciencia y profesionalidad, cualidades muy valoradas en cualquier organización», afirma Piqueras.
Además, Los expertos aconsejan no basar la solicitud en comparaciones con las subidas salariales de otros compañerosa menos que se pueda demostrar con datos concretos que el propio desempeño ha sido igual o superior.
El la preparación es el mejor aliado de los trabajadores al solicitar un aumento. Según los expertos de HAYS, un enfoque bien documentado, que incluya los logros y contribuciones más relevantes, puede marcar la diferencia. Además, elegir el momento adecuado es fundamental: «Una reunión informal, pero bien organizada y adaptada a la agenda del directivo, es el contexto ideal para iniciar esta conversación», aconseja Piqueras.
Cómo manejar una negativa
Aceptar el «no» también es parte del proceso. Los expertos recomiendan mantener la calma y, en lugar de abandonar la conversación, aprovechar para explorar con la empresa qué pasos serían necesarios para reconsiderar la solicitud en el futuro. «Pedir feedback, establecer un plan de acción y mantener una actitud positiva son claves para gestionar una negativa. Mostrar compromiso con la empresa refuerza la confianza del empresario y puede abrir nuevas oportunidades en el corto plazo», concluye Piqueras.
Comprender el mercado laboral y los rangos salariales es fundamental antes de iniciar cualquier conversación sobre aumentos. Pedir una cifra ligeramente superior a la esperada puede ser una táctica válida, ya que deja margen de negociación. Sin embargo, cualquier solicitud debe estar respaldada por datos y logros concretos para que se perciba como razonable.
En un entorno laboral donde las empresas gestionan sus recursos con cautela, la estrategia, la paciencia y la comunicación efectiva emergen como herramientas imprescindibles para alcanzar el éxito en cualquier negociación salarial.
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