MADRID, 22 dic (EUROPA PRESS)-

El Gobierno venezolano ha advertido este lunes de «inacción» ante la «agresión» de Estados Unidos y la ha comparado con el apaciguamiento ante la agresividad de la Alemania nazi liderada por Adolf Hitler.

«En los años 30, el silencio y la pasividad de la comunidad internacional ante el ascenso del nazismo desembocaron en una tragedia humana sin precedentes, el Holocausto y una guerra mundial. Hoy, salvando diferencias históricas, la lógica es la misma», advirtió en una carta enviada a todos los países del mundo y leída este lunes por el ministro de Asuntos Exteriores venezolano, Yván Gil, en una rueda de prensa.

Caracas ha destacado que «si se tolera el uso unilateral de la fuerza, la ejecución de civiles, la piratería y el saqueo de recursos de Estados soberanos, el mundo se encamina hacia un escenario de confrontación global de proporciones impredecibles».

Para el Gobierno venezolano, estas acciones estadounidenses también generan «inestabilidad» en los mercados internacionales que «golpeará a las economías de todo el mundo», «especialmente a los países más vulnerables».

También tendrá consecuencias a nivel climático, ya que «afectarán al suministro de petróleo y energía y aumentarán las emisiones de petróleo». La política de Washington de «piratería estatal» es «una amenaza directa al orden jurídico internacional y la seguridad global». «La energía no puede convertirse en un arma de guerra», afirmó Gil.

Ante esta situación, Venezuela hace un llamado a los países del mundo «para que juntos condenemos explícitamente estas acciones de agresión, piratería y ejecuciones extrajudiciales». «Exijamos el cese inmediato del despliegue militar, del bloqueo y de los ataques armados», afirmó Gil. «Defender a Venezuela hoy es defender la paz, la legalidad internacional y la estabilidad del mundo», subrayó.

La carta recuerda en orden cronológico la «escalada» de Estados Unidos contra Venezuela con el despliegue de un gran contingente militar en el Caribe, los ataques contra supuestos barcos narco que ya se han cobrado más de un centenar de vidas y, finalmente, la captura de petroleros con crudo venezolano.

Los dos buques abordados transportaban cerca de cuatro millones de barriles de petróleo que fueron confiscados en contra de resoluciones de la ONU, la Convención sobre Alta Mar o el Convenio para la represión de actos ilícitos contra la seguridad de la navegación marítima, destaca Caracas.

Respecto a los ataques de las fuerzas militares estadounidenses, suponen la «ejecución extrajudicial» de 104 personas, «muchas de ellas en condición de naufragio» contra la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y los Convenios de Ginebra. «No se trata de incidentes aislados, sino de una práctica sistemática de uso letal de la fuerza al margen de cualquier marco legal internacional», ha subrayado Venezuela.

Respecto al despliegue naval y aéreo iniciado el pasado 14 de agosto, que incluye un submarino nuclear, Venezuela denuncia que implica «una amenaza directa del uso de la fuerza, prohibida por la Carta de las Naciones Unidas. Además, representa una violación del tratado de Tlatelolco, que considera a la región de América Latina y el Caribe como libre de armas nucleares. Venezuela no ha cometido ningún acto que justifique esta intimidación militar», subrayó.