26 países, entre ellos España, «se comprometen formalmente» a desplegar tropas en Ucrania una vez firmada la paz
“Si Rusia continúa negándose a entablar conversaciones de paz, adoptaremos sanciones adicionales con Estados Unidos”, declaró el presidente Emmanuel Macron junto al ucraniano, Volodímir Zelenski, tras la cumbre de la “coalición de voluntarios” llevada a cabo este jueves en París.
Con semblante serio, Macron señaló a Moscú como el principal problema en esta “guerra de agresión” y anunció que 26 países, de los 35 presentes en la reunión, “se han comprometido formalmente a desplegar tropas en Ucrania como fuerzas de seguridad, o presentes en tierra, mar o aire”, después de un alto el fuego o la paz. Aunque matizó que “esta fuerza no tiene el deseo ni el objetivo de librar ninguna guerra contra Rusia”, sino “disuadir a Rusia de una nueva agresión”, y que no se desplegarán «en primera línea, sino en geografías que se están definiendo».
Preguntado por Alemania, Polonia e Italia, países que en un inicio no estaban a favor de enviar soldados a Ucrania, Macron declaró que “estos tres se encuentran entre los veintiséis contribuyentes, cada uno con su propia modalidad de contribución”. En el caso de España, el país participará en la arquitectura de seguridad para «garantizar la estabilidad de Ucrania cuando se den las condiciones de paz», señalan fuentes del Gobierno.
Ya lo avanzó hace unos días el Palacio del Elíseo, el objetivo de este encuentro era formalizar un paquete de acciones basado en un mayor apoyo al ejército ucraniano, considerado «la mejor garantía de seguridad», además de presentar una declaración conjunta que comprometa a los aliados de Kiev a intervenir para defender a su socio de una agresión rusa. Dicho y hecho. Este jueves, una treintena de líderes europeos, como Úrsula Von der Leyen, Antonio Costa, o Donald Tusk, pero también aliados no europeos, como Canadá, Noruega, Turquía o Estados Unidos, demostraron que esta reunión iba más allá de la Unión Europea, y la “coalición de voluntarios” daba un paso hacía adelante en su respaldo a Ucrania.
Sobre estas “garantías de seguridad” apoyadas por Estados Unidos, Macron insistió en que son “confidenciales” para no revelar detalles a Rusia, pero que se concretarán en los “próximos días”. Unas garantías que ya fueron tratadas en una reunión de ministros de Defensa celebrada hace unos meses en Los Inválidos de París, y en el consejo de ministros franco-alemán llevado a cabo en Tolón hace una semana.
Estados Unidos pone condiciones
En representación de Estado Unidos, este jueves acudía al Palacio del Elíseo el enviado especial, Steve Witkoff, quien tuvo que abandonar antes de tiempo el encuentro, aunque regresó a tiempo para estar presente en la posterior llamada telefónica con el presidente Donald Trump.
Durante la llamada, Trump ha instado a Europa a dejar de comprar petróleo ruso, cifrando en 1.100 millones de euros el dinero que Moscú ha obtenido por la venta de crudo a los europeos en un año. Además, el líder presionó a los europeos a “elevar la presión sobre China por financiar la guerra de Rusia”.
Un encuentro simbólico
Esta cumbre buscaba mostrar unidad y determinación para convencer a Washington de la necesidad de actuar, después del encuentro triunfante de Putin en Pekín, junto al presidente chino Xi Jinping y el norcoreano Kim Jong Un. Un viaje, donde el ruso aprovechó para invitar a Zelenski a Moscú para una reunión entre ambos líderes, la primera desde el inicio de la invasión.
En respuesta, este jueves el presidente ucraniano afirmó que un encuentro con su homólogo es “necesario”, aunque criticó a Rusia de “estar haciendo todo lo posible para retrasar” un acuerdo de paz.
Sobre el acuerdo alcanzado este jueves en París, Volodímir Zelenski elogió el compromiso de estos países tildándolo de un avance «concreto», aunque falta determinar «qué países pueden participar, en qué momento y en qué componente: quién puede ayudar en el aire, el mar, el ciberespacio y quién puede contribuir financieramente», explicó el líder ucraniano.
España baja de última hora en París
Al encuentro en el Palacio del Elíseo tenía que acudir el presidente español, Pedro Sánchez, pero un fallo técnico en su avión Falcon, le obligaba a dar la vuelta en pleno vuelo y regresar a Madrid.
Aun así, Sanchez ha participado en la reunión por videoconferencia, donde compartió con el resto de líderes la “importancia de mantener la presión sobre Rusia para que acepte un alto el fuego” y “la necesidad de contar con el pueblo ucraniano para alcanzar un acuerdo sobre Ucrania”.
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