No hay Navidad sin una bandeja de turrones en la mesa, eso es innegable. Otra cosa es que turrón, ya sea duro, tierno, de chocolate o de coco… Y para eso están los gustos de todos, y ahí todo vale.

Llevamos siglos comiendo turrón. De hecho, este manjar forma parte de nuestra historia desde hace más de tres siglos. Su origen radica en la Tradición mediterránea de miel y frutos secos.ingredientes preciosos que, durante siglos, estuvieron reservados para celebraciones importantes.

En la región de Jijona, entre los siglos XVII y XVIII, la receta tomó la forma que conocemos hoy. Desde entonces, Comer turrón en Navidad simboliza el hogar, la familia y el placer de compartir algo especial al final de una buena comida. Es una delicia que se transmite de generación en generación, casi como un pequeño ritual que anuncia que ha llegado la Navidad y que ya es uno de los postres navideños favoritos.