ARMAS ESPAÑA | El recurso que tuvo que movilizar Santa Bárbara para hacer el cañón de EE UU: pedir ayuda a trabajadores jubilados

La fábrica de Santa Bárbara Sistemas en Trubia (Oviedo) tuvo que recurrir a profesionales ya jubilados para diseñar y construir el primer cañón de 155 milímetros de diámetro que la planta acaba de enviar a Estados Unidos, concretamente a una empresa integrada en el grupo General Dynamics, propietario de Santa Bárbara y con sede en el estado de Virginia. Se trata del primero cañón de esas características que la factoría trubieca envía al país norteamericano.
La nave ovetense llevaba casi dos décadas sin producir armas de gran calibre. Las últimas fueron trece obuses de 155 milímetros para el Ejército de Colombia, entregados entre 2006 y 2007. Previamente, también se habían fabricado unidades de ese mismo modelo para las Fuerzas Armadas españolas, aunque su posterior modernización tuvo lugar en la otra planta de Santa Bárbara, en Alcalá de Guadaíra (Sevilla). Asimismo, la factoría trubieca había elaborado cañones de 200 milímetros para los tanques Leopard.
Desde entonces, hasta el encargo del citado cañón con destino Estados Unidos, la fábrica se había centrado en la producción de vehículos blindados, hasta el punto de que el espacio dedicado a piezas de artillería se estaba utilizando como almacén, afirman fuentes próximas a Santa Bárbara. Pero, además, al haber transcurrido varios años desde la elaboración de los últimos obuses, la plantilla actual no disponía del suficiente personal especializado en fabricar un cañón como el encargado desde el otro lado del océano Atlántico. Por eso, indican las fuentes, para este proyecto la empresa ha tenido que pedir ayuda a trabajadores jubilados con experiencia en ese ámbito.
Más allá de este episodio, la plantilla de Trubia, formada por 800 empleados, vive con incertidumbre los movimientos corporativos que se están gestando en el sector de la defensa. En una reunión celebrada el pasado miércoles, la dirección de General Dynamics aseguró a los trabajadores que la compañía es «la única capaz de asumir las necesidades del sector».
El último paso de Santa Bárbara ha sido la apertura de un centro en Córdoba. De momento, señalan fuentes al tanto, el espacio constituido en la ciudad andaluza consiste en una oficina comercial centrada en las labores de mantenimiento de los vehículos blindados, una tarea encomendada a la fábrica de Sevilla, ya que la trubieca se dedica íntegramente a producción.
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