Alemania, a la vanguardia: así es el plan de pensiones que proponen para dar dinero a los niños y salvar la economía del país
La crisis de las pensiones en Europa es una realidad. Con una población cada vez más envejecida y una natalidad a la baja, el futuro de la Seguridad Social pende de un hilo en muchas naciones. En este complejo escenario, el debate sobre el modelo de pensiones está más vivo que nunca.
Mientras España se enfrenta a la sostenibilidad del Pacto de Toledo, Alemania ha puesto sobre la mesa una propuesta que ha llamado la atención de todos: aportar una cantidad mensual a una cuenta de ahorro para cada niño, desde los 6 años y hasta la mayoría de edad. Una suerte de «sueldo simbólico» que, en realidad, esconde un plan de inversión a largo plazo para asegurar la jubilación de las futuras generaciones.
Un plan de ahorro en lugar de un ‘salario’
La iniciativa, impulsada por el canciller alemán, Friedrich Merz, del partido conservador CDU, busca dar una respuesta a la creciente presión demográfica que soporta la economía alemana. El sistema de pensiones alemán, al igual que el español, es de reparto: las cotizaciones de los trabajadores activos financian las pensiones de los jubilados. El problema es que, por cada 100 cotizantes, ya hay 40 pensionistas, una cifra que se espera aumente significativamente en los próximos años.
Ante este panorama, la propuesta de Merz, bautizada como «Frühstart-Rente» (Pensión de Inicio Temprano), es tan sencilla como ambiciosa: el Estado alemán aportaría 10 euros al mes a una cuenta de inversión individual para cada menor de 6 a 18 años. El dinero se invertiría en fondos de renta variable, con el objetivo de que los beneficios de estos ahorros a largo plazo complementen la futura pensión pública.
El plan, por tanto, no es un ‘salario’ ni un subsidio para las familias. Es un plan de ahorro estructural, cuyo principal objetivo es fomentar una cultura de inversión entre los jóvenes y aliviar la carga sobre el sistema público en las próximas décadas.
La otra cara de la crisis de la Seguridad Social alemana
Aunque llamativa, esta propuesta no es la única medida que se discute en Alemania para abordar la crisis de las pensiones. El debate es multifacético e incluye otras iniciativas que buscan dar un respiro a las cuentas públicas y garantizar la viabilidad del sistema:
- Elevación de la edad de jubilación: actualmente fijada en 66 años, la jubilación obligatoria en Alemania se elevará gradualmente hasta los 67 años para 2031, con la posibilidad de subir a los 68 años en el futuro.
- Incentivos para seguir trabajando: se valora permitir a los jubilados seguir trabajando hasta cierto nivel de ingresos (hasta 2.000 euros libres de impuestos), fomentando que prolonguen su vida laboral si así lo desean.
- Aumento del fondo de capital de las pensiones: el Gobierno alemán planea crear un fondo de capital de 200.000 millones de euros para estabilizar las contribuciones, invirtiendo en los mercados globales para generar ingresos adicionales.
La propuesta del «ahorro para niños» se inscribe, por lo tanto, dentro de un paquete de reformas mucho más amplio y complejo. Los expertos señalan que, aunque la medida por sí sola no solucionaría el problema, sí enviaría una poderosa señal a las futuras generaciones: la jubilación es una responsabilidad compartida que requiere planificación y una visión de futuro. El debate en Alemania demuestra que, para salvar las pensiones, no hay fórmulas mágicas, sino la suma de soluciones a largo plazo.
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