El Sabadell afirma que el BBVA tiene hasta principios de octubre como mínimo para mejorar la opa
Los plazos de la oferta de compra (opa) del BBVA sobre el Sabadell se complican aún más. El consejero delegado del banco catalán, César González-Bueno, ha destacado este lunes que «no es verdad» que el próximo 24 de septiembre sea el último día en que su rival podría mejorar su oferta, como se difundió la semana pasada. Así, ha recordado que la entidad de origen vasco se ha reservado la posibilidad de ampliar el plazo de aceptación de la opa para los accionistas del Sabadell, lo que a su vez también prorrogaría el plazo máximo que tendría para mejorar las condiciones de la oferta, como mínimo hasta principios de octubre y como máximo hasta mediados de noviembre.
El pasado jueves, el presidente del BBVA, Carlos Torres Vila, explicó que el plazo para elevar el precio es de hasta 10 días hábiles antes del fin del periodo de aceptación de la opa (actualmente, el 7 de octubre) porque se aplica la legislación estadounidense en lugar de la española (cinco días), al cotizar su banco en los dos países y ser la legislación norteamericana más restrictiva que la de España en este aspecto. De ello se desprendía que el día máximo para esa mejora sería el 24 de septiembre. Pese a que el banquero reiteró que no habrá mejora, como viene repitiendo desde hace meses, la cúpula del Sabadell afirma estar convencida de que sí la habrá y lo utiliza para tratar de convencer a sus accionistas de que aguarden y no acepten la oferta.
La ley de opas, efectivamente, permite al BBVA ampliar el plazo de aceptación hasta un máximo de 70 días, previa comunicación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Tendría que anunciarlo «al menos tres días naturales antes» del fin de plazo de aceptación, actualmente en el 7 de octubre. Es decir, que el BBVA tendría teóricamente hasta tres días antes de esa fecha para anunciar una mejora y ampliar el plazo de aceptación hasta cumplir la condición de los 10 días hábiles de la legislación estadounidense. Eso como mínimo, también podría teóricamente ampliar el plazo de aceptación hasta 70 días y anunciar una mejora hasta 10 días hábiles antes.
Confusión de plazos
El presidente del BBVA, en este sentido, aseguró la semana pasada que el Sabadell está tratado de que sus accionistas retrasen su decisión sobre la opa ante la expectativa de una mejora de precio y con el objetivo real de que finalmente no acepten la propuesta. Pero negó tajantemente que dicha subida del precio se vaya a producir. «Es un poco el juego, pero nosotros no estamos en ese juego. Tenemos una oferta que es la que, es enormemente atractiva. Quizá todo cuadre cuando sea definitiva porque sea imposible cambiarla», apuntó en referencia a la fecha del 24 de septiembre.
Frente a ello, González-Bueno, que la semana pasada dio públicamente por sentado que habrá mejora, ha acusado este lunes al BBVA de «no estar siendo absolutamente transparente» respecto a sus auténticas intenciones. «Es un lío porque está jugando un poco a la ceremonia de la confusión«, ha afirmado en un encuentro con accionistas del Sabadell en que él y el presidente, Josep Oliu, han explicado las razones por las que el consejo de administración de la entidad les ha desaconsejado acudir a la opa. «Infravalora al banco, se basa en hipótesis poco realistas, y tiene riesgos de ejecución e incertidumbres muy relevantes», ha argumentado Oliu.
Segunda opa
Además de la posible mejora del precio, el otro aspecto que está despertando más especulaciones es la posibilidad de que el BBVA reduzca del 50% al 30% el porcentaje mínimo del capital social del Sabadell (excluida la autocartera) con el que se conformaría. Los plazos para ello serían los mismos que para aumentar el precio por aplicación de la normativa estadounidense. De nuevo: el banco de origen vasco niega tajantemente que lo vaya a hacer aunque pueda, pero la entidad catalana vierte dudas al respecto. Si así fuera, el BBVA tendría que lanzar en el plazo de un mes una segunda opa por el resto del capital que no controlase que, al contrario que la actual, sería en efectivo en lugar de mediante un intercambio de acciones (aunque también podría ofrecer acciones como alternativa, pero no exclusivamente).
El precio de esa segunda opa es una gran incógnita, lo que están tratando de usar las dos partes en su beneficio. Torres ha afirmado que sería al mismo precio que la primera opa (la actual) para incentivar a los accionistas del Sabadell a aceptar esta. González-Bueno, en cambio, ha alentado la idea de que sería a un precio mayor con el objetivo contrario: que los accionistas no acepten la primera y que esta fracase. Lo cierto es que el BBVA tendría que proponer a la CNMV lo que se conoce como un ‘precio equitativo’, pero el supervisor podría aceptarlo o rechazarlo y fijar otro. La ley de opas es bastante confusa a la hora de explicar cómo se fija dicho precio, de manera que es un punto que no está nada claro.
González-Bueno, en cualquier caso, ha afirmado que, como accionista del Sabadell, no acudirá ni a la primera opa ni a la hipotética segunda. «Espero no tener que venderlas nunca. Pero al final me las tendrían que comprar mucho más caras más adelante. Una participación minoritaria les cuesta mucho dinero y tendrán más interés en compras las últimas acciones que las primeras», ha sostenido antes de referirse a una posible «tercera o cuarta oleada» de ofertas por parte del BBVA.
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