Javier Milei y su partido La Libertad Avanza (LLA) Han logrado una victoria muy importante de cara a la segunda mitad de su mandato. Lo más significativo del resultado es la desactivación de cualquier intento opositor de realizar un juicio político desde el Congreso que terminaría destituyéndolo del poder. Ciertamente no han logrado alcanzar la mayoría absoluta pero el peronismo está lejos de obtener dos tercios de las cámaras. Milei y sus aliados están blindados.

Las acciones argentinas tuvieron una jornada extraordinaria: BBVA Argentina inició la sesión con un alza del 42,2%, YPF subió más del 26% y Telecom subió un 28,1%. Los bancos marcan el ritmo de un mercado por las nubes. En la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, el índice Merval comenzó la jornada con una suba del 17%, impulsado por las fuertes ganancias de BBVA Argentina y Supervielle, ambos con subas del 30%, y del Banco Macro, con el 25%. Por su parte, la petrolera estatal YPF también se destacó al crecer un 20%.

En su discurso de victoria, el presidente argentino midió su verbo y apeló a la moderación. Utilizó términos como “acuerdos”, “sentarse a discutir” y “trabajar juntos”. Más allá de la confrontación, entiende que las alianzas dentro del legislativo y con gobernadores que no son de su partido son fundamentales para consolidar el proyecto de reforma iniciado en diciembre de 2023. Aquí Mauricio Macri y el PRO son fundamentales. El oficialismo y el grupo de Macri suman lo suficiente como para obtener más escaños que el kirchnerismo.

De lo contrario, La gran perdedora ha sido precisamente Cristina Fernández de Kirchner. Curiosamente, la expresidenta salió al balcón de su apartamento -que sirve de prisión- bailando, una vez que los primeros resultados anunciaron la derrota de su movimiento. La reacción es incomprensible. Lo ocurrido el domingo pasado activa una bomba de tiempo dentro del kirchnerismo. Si Milei logra consolidar las reformas económicas y sociales en los dos años restantes de su mandato, el movimiento de izquierda populista que ella encarna podría resultar «herido de muerte».

Milei ha logrado la proeza de convencer a la gente de que sin sufrimiento es imposible salir de la «crisis eterna» económica. Los ajustes son necesarios y la mayoría de los argentinos lo entienden. Lo que pasó en esta elección es un plebiscito que se ha convertido en un grito popular que clama por no volver al pasado kirchnerista, pasando página de una historia oscura de Argentina donde la corrupción, el despilfarro y la irresponsabilidad eran «marcas registradas».

No le han dado al gobierno un cheque en blanco. Sin embargo, el resultado refleja la madurez de una ciudadanía que ha preferido descartar el engaño populista para optar por la solución más larga y, quizás, más dolorosa, pero, en definitiva, más conveniente y estable en el largo plazo.