La OPEP maniobra para subir los precios del petróleo
El mundo ha cambiado. La economía global, a pesar de la supuesta regresión a los combustibles fósiles, consume menos petróleo y gas. Es evidencia de que los países exportadores de crudo en su versión extendida con más países (OPEP+) nota en primera persona. Por … Por ello, han decidido mantener el incremento mínimo de producción hasta final de año, pero en el primer trimestre de 2026 han acordado una congelación total del número de nuevos barriles que pondrán en circulación.
Este movimiento anunciado por la OPEP+ ha tenido una tímida acogida por parte de los mercados petroleros. El Brent tuvo un ligero repunte en las primeras horas de ayer, pero no logró superar los 65 dólares. Un umbral bajo para el negocio petrolero, y que apenas ha logrado superar los 80 dólares en los primeros compases del año.
El contexto no ayuda. El malestar político, las sanciones contra Rusia y una macroeconomía que no se acelera son una auténtica losa para el despegue de precios. En lo que va de año, los miembros de la OPEP+ han revocado sus propios anuncios de recortes de producción, algo que extenderán hasta fin de año. Aunque a partir de enero la congelación será total. Al menos eso es lo que planearon.
La OPEP+ busca generar estabilidad de precios en un contexto de sobreproducción y una demanda que no deja de crecer. Además los datos no ayudan. La Agencia Internacional de Energía estima que las reservas mundiales de petróleo se acumularán a un ritmo cercano a los tres millones de barriles por día. Este superávit refleja el desequilibrio entre la capacidad de producir petróleo crudo y las necesidades de los países.
Y lo peor está por llegar. JPMorgan Research predice que el precio del Brent cerrará el año en torno a los 66 dólares, pero suponen que en 2026 la cifra no será superior. La clave, estiman varios analistas, es que si el mercado asume que las reservas no dejan de crecer, no habrá posibilidad de controlar el precio del petróleo.
A las preocupaciones de la OPEP+ se suma el visible deterioro de la demanda mundial de energía.. La Agencia Internacional de Energía revisó a la baja su pronóstico de crecimiento de la demanda para 2025 a 710.000 barriles por día, menos de la mitad del ritmo de 2023, citando la creciente preocupación de que las confrontaciones de la política comercial de Estados Unidos con China, la creciente fragmentación geopolítica y la incertidumbre política estén desacelerando la actividad económica en todo el mundo.
Son todas dudas. Helima Croft, jefa de estrategia de materias primas de RBC Capital, señaló que Rusia sigue siendo un proveedor clave desconocido tras las sanciones de Estados Unidos contra los productores rusos Rosneft y Lukoil, así como los ataques a la infraestructura energética del país como resultado de la guerra en Ucrania.
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