Así invadió Rusia el espacio aéreo de Polonia: siete drones, un misil y cazas de la OTAN
Rusia ha provocado el mayor choque con la OTAN en tres años y medio de guerra. El derribo de varios drones rusos en Polonia ha disparado la tensión en los países de la Alianza y en la UE, aunque por el momento todos parecen apostar por la cautela en la respuesta. Pero lo cierto es que en la operación han intervenido cuatro países y aviones militares de la OTAN. El episodio llega después de la imagen de unidad con la que el presidente ruso, Vladimir Putin, con sus homólogos de China y Corea del Norte quisieron impulsar un orden mundial alternativo, y también después de la reunión entre Putin y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El primer ministro polaco, Donald Tusk, ha explicado que detectaron drones durante «toda la noche, desde aproximadamente las 23.30 horas del martes hasta las 6.30 de hoy miércoles». En total, se registraron hasta 19 incursiones del espacio aéreo polaco, y destacó que, por primera vez desde el comienzo de la guerra, los drones llegaron desde Bielorrusia. No se reportaron víctimas ni heridos, pero una casa resultó dañada y también se reportaron perjuicios en un turismo aparcado, según la portavoz del Interior. No se han reportado víctimas ni heridos, pero una casa y un coche resultaron dañados. La situación de seguridad ya se ha estabilizado y los cuatro aeropuertos que se cerraron al tráfico de manera provisional operan con normalidad.
Las autoridades polacas han hallado restos de un misil de origen desconocido y de siete drones tras la violación del espacio aéreo del país por parte de Rusia, aunque la portavoz del Ministerio del Interior, Kinga Gałecka, señaló que el misil puede ser una de las armas que ha usado Polonia para derribar los drones. El primero de los restos se halló a las 7.30 horas en Mniszków, (este del país), y desde entonces se han sucedido nuevos hallazgos de restos en varias zonas del país, como Zamosc, Polatycze, Cześniki y Wyryki, además de un dron en la provincia de Lódz (centro), a más de 300 kilómetros de la frontera bielorrusa. Hasta en siete localidades se han encontrado restos de armas.
Polonia envió dos cazas F-35, dos F-16 y helicópteros MI-24, MI-17 y Black Hawk para interceptar los drones, además de los aviones militares de otros tres países que colaboraron en el operativo en coordinación con el Mando Aéreo de la OTAN. El secretario general de la Alianza, Mark Rutte, ha detallado que Países Bajos, Italia y Alemania contribuyeron a derribar los drones con F-35 neerlandeses, AWACS italianos, el avión cisterna multifunción de la OTAN y Patriots alemanes.
Esa es la gran incógnita. Por el momento, el Kremlin se ha negado este miércoles a comentar el episodio alegando que se trata de un asunto que compete al Ministerio de Defensa. Pero el encargado de negocios de Rusia, Andréi Ordash, ha asegurado que los drones derribados esta madrugada en Polonia provenían de Ucrania, según la agencia de noticias rusa RIA. Y Bielorrusia, el principal aliado de Rusia en la región, sostiene que los drones rusos entraron en Polonia tras extraviarse de su rumbo, y que alertaron a la OTAN y a las autoridades polacas y lituanas del «acercamiento de aeronaves desconocidas». El Ministerio de Exteriores de Polonia ha citado al encargado de negocios de Rusia para pedirle explicaciones sobre el incidente.
Ante estas «violaciones sin precedentes» de su espacio aéreo, Polonia ha solicitado formalmente una consulta urgente de los aliados al haber invocado el Artículo 4 de la OTAN, una decisión conjunta de Tusk y el presidente polaco, Karol Nawrocki, para preparar una respuesta conjunta de los aliados. Aunque Tusk calificó la situación como «más cercana a un conflicto abierto que nunca desde la Segunda Guerra Mundial», enfatizó que no hay motivos para afirmar que el país está en guerra. La jefa de la diplomacia de la UE, Kaja Kallas, ha deslizado sus sospechas que la entrada de drones rusos fue «intencionada, no accidental».
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