Cobre y germanio, al alza
Se habla mucho del precio del oro, pero también hay otros dos metales que experimentan un alza espectacular: el germanio y el cobre. El germanio es muy poco conocido, pero se ha convertido en el centro de una batalla geopolítica entre China y Estados Unidos. Esencial para sistemas de defensa, cazas, drones, equipos de visión nocturna, satélites y fibra óptica, su precio se ha quintuplicado en dos años, tras el colapso de las exportaciones chinas a finales de 2024 en respuesta a los controles occidentales sobre los semiconductores avanzados.
Como consecuencia, la oferta de germanio ha caído un 40% en Estados Unidos y el precio ha pasado de 1.000 dólares el kilogramo en 2023 a más de 5.000 dólares en septiembre de 2025, el nivel más alto desde 2011.
China controla gran parte del refinado de metales como el cobre, el tungsteno y el germanio. El cobre, que también está aumentando, desempeña un papel clave en la potencia de los coches eléctricos, los centros de datos y las granjas de inteligencia artificial. Los precios volvieron a superar los 10.000 dólares por tonelada, impulsados por la demanda real, no por la presión de financiación. Los vehículos eléctricos utilizan entre 3 y 4 veces más cobre que los de gasolina, y los chips de IA requieren enormes cantidades de energía y sistemas de refrigeración, conectados con cobre.
Si bien la oferta y la demanda globales aumentan, la oferta no, ya que no hay nuevas minas y países como Chile y Perú no pueden satisfacer las demandas. El oro se roba totalmente la atención y los titulares, es cierto, pero el cobre se ha convertido, como el germanio, en un recurso fundamental para las nuevas tecnologías.
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