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Cómo disfrutar de un fin de semana en la costa gallega entre pazos señoriales, bodegas de albariño y vistas al mar

Cómo disfrutar de un fin de semana en la costa gallega entre pazos señoriales, bodegas de albariño y vistas al mar
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  • Publishednoviembre 21, 2025



En este entorno de costa salvaje, brumas atlánticas y viñedos que casi rozan el mar, nueve municipios gallegos conforman una comarca cuyo nombre pocos conocen: O Salnés, a pesar de que aquí se ubican algunos de los pueblos más famosos del turismo gallego: Cambados, El Grove, toxaSanxenxo –uno de los destinos favoritos del rey emérito–, Vilagarcía de Arousa… Un territorio que al ritmo de la marea ofrece sus tesoros: residencias centenarias con una historia fascinante, torres que resistieron los ataques de los vikingos, playas paradisíacas, el mejor marisco de Europa y un vino, el albariño, que con su sabor y tonos dorados ha hecho famosa a la región en todo el mundo.

Comarca del Salnés, Vilagarcía de Arousa, Pazo de Baión, Pontevedra© Javier García Blanco

Hogares con alma

Hacer un viaje por el Salnés supone inevitablemente adentrarse en un laberinto de majestuosas residencias que guardan entre sus paredes siglos de historia, pero también los secretos de uno de los mejores vinos del mundo. En Vilanova de Arousa se alza majestuoso sobre una colina el Pazo de Baión (pazobaion.com), guardián de un pasado fascinante. Ya en el siglo XVII, cuando pertenecía a los señores de Sarmiento, la finca contaba con más hectáreas de viñas que de cereales, presagio de lo que estaba por venir. A principios del siglo XX, el edificio fue transformado por un indio en la primera bodega «industrial» de Galicia y hoy, tras la reforma diseñada por el arquitecto César Portela, el caserón renace como una de las bodegas más singulares de la DO Rías Baixas, donde se elaboran albariños excepcionales.

Pazo Rubianes, Pontevedra, Comarca del Salnés, Ruta de las Camelias© Javier García Blanco
Pazo Rubianes, Pontevedra, Comarca del Salnés, Ruta de las Camelias© Javier García Blanco

A pocos kilómetros, en la vecina localidad de Vilagarcía de Arousa, el Pazo de Rubianes ofrece un contrapunto de serena belleza. Sus orígenes se remontan al siglo XII, aunque su aspecto actual, que recuerda más a un castillo francés que un señorío gallego, data del siglo XVIII. Aunque el edificio goza de una belleza singular -y alberga además una reconocida bodega- lo que realmente hace de Rubianes un lugar mágico es su jardín, declarado de excelencia internacional y alfombrado por más de 4.500 ejemplares de camelias que transforman el paisaje en una explosión de color durante la floración, que tiene lugar en invierno. Esta flor exótica, que se adaptó maravillosamente al clima gallego, fue el símbolo con el que la burguesía del siglo XIX adornaba su estatus social. El pazo forma parte de la Ruta de la Camelia, una ruta que discurre por las Rías Baixas siguiendo el perfumado camino de estos coloridos arbustos centenarios.

Pazo de Fefiñáns, Cambados, Pontevedra© Javier García Blanco

En Cambados, capital del albariño, el Pazo de Fefiñáns preside la plaza a la que da nombre, asemejándose a un palacio renacentista italiano. Construido en el siglo XVI por Juan Sarmiento de Valladares, consejero de Felipe II e inquisidor general, el edificio esconde en su fachada una leyenda romántica: varias esculturas de sirenas sostienen escudos heráldicos, recordando la historia del segundo vizconde de Fefiñáns, quien, según la tradición, se salvó de un naufragio gracias a una sirena con la que luego se casó. Hoy las mansiones una bodega que produce algunos de los albariños más prestigiosos y apreciado en toda Galicia.

Finca San Amaro, Pontevedra© Javier García Blanco

Después de visitar estas antiguas casas señoriales, probablemente uno se preguntará cómo sería vivir en una de ellas. Puedes experimentarlo en Parador de Cambados, antiguo pazo de bazán. El establecimiento, situado a un paso del centro histórico, fue el hogar de varios miembros del clan familiar, entre ellos la escritora Emilia Pardo Bazán. A pocos minutos, en Meaño, se encuentra el hotel Quinta de San Amaro (quintadesanamaro.com) refugio contemporáneo para el alma rural, rodeado de viñedos, hórreos (hay uno de cristal, con unas vistas increíbles) y terrazas abiertas al paisaje albariño; un lugar ideal como base para explorar la región y brindar tranquilamente al caer la tarde.

Torres del Oeste, Catoira, región de Caldas, Pontevedra

Torres de vigilancia y ecos vikingos

La historia del Salnés está marcada por las incursiones de pueblos invasores que llegaban por mar. EL Torres del Oeste, en Catoira (en la vecina región de Caldas), son los el testimonio más impresionante de esta época turbulenta. Construidas en el siglo IX por orden del rey Alfonso III de Asturias, estas fortificaciones protegían el paso fluvial que remontaba el río Ulla hasta Iria Flavia y, de allí, hasta Santiago de Compostela. Los vikingos, esos “demonios nórdicos” que asustaban a la población con sus drakkarsEncontré en estas torres un obstáculo formidable.

En Cambados se encuentran aislados los restos de la Torre de San Sadurniño en un Islote comunicado con el barrio pesquero de Santo Tomé por un estrecho puente. Construido en el siglo VIII o IX, fue reconstruido en el siglo XII por el arzobispo Diego Gelmírez para reforzar la defensa de la ría y del Camino de Santiago. Sus murallas han sido testigos de batallas, naufragios y amores cortesanos: Allí se alojaron temporalmente la reina Urraca I de León y Xoana de Castro, reina consorte de Castilla. Contemplar sus ruinas al atardecer, mientras las gaviotas graznan sobre las aguas de la ría, es sumergirse en un pasado de guerreros y conquistas.

Monasterio de Armenteira, Pontevedra© Javier García Blanco
Claustro del Monasterio de Armenteira, Pontevedra© Javier García Blanco

Refugios de paz celestial

Tierra adentro, en las laderas del monte Castrove, el Monasterio cisterciense de Armenteira Parece un pedazo de paraíso colocado en la tierra. Tanto es así que, según la leyenda, el noble Ero, tras fundar el monasterio a mediados del siglo XII, quedó absorbido por el canto de un pequeño pájaro. Cuando recobró el sentido, se sorprendió al descubrir que habían pasado más de 300 años: había vislumbrado brevemente la eternidad. Hoy en día, el monasterio conserva elementos románicos originales en su iglesia y un claustro de serena belleza que invita a la meditación. Una pequeña comunidad de monjas mantiene la espiritualidad del lugar, que también sirve como casa de huéspedes para aquellos que buscan paz y silencio entre viñedos y bosques.

Ruinas de Santa María de Dozo, Cambados, Pontevedra

De vuelta a Cambados, las ruinas de Santa Mariña de Dozo ofrecen una postal romantica que conquistó al escritor Álvaro Cunqueiro, quien los describió como “el cementerio más melancólico del mundo”. Construida en el siglo XII y abandonada en el XIX, esta iglesia finalmente se transformó en cementerio parroquial y sus ruinas fueron declaradas Monumento Nacional. Entre sus arcos se representan escenas bíblicas y pecados capitales, mientras que a pocos pasos de la cima del monte A Pastora se puede admirar una vista sublime de la ciudad, los viñedos y la ría.

Mirador de Siradella, comarca del Salnés, Pontevedra© Javier García Blanco

Otro punto de vista, el de Siradella, en O Grove, Ofrece uno de los panoramas más espectaculares de Galicia. Desde sus 166 metros de altura, la vista abarca el istmo de A Lanzada, la Ría de Arousa, la isla de A Toxa y, al fondo, las islas de Ons y Cíes. En la montaña aún quedan restos del antiguo castro de Siradella y también de A Figueira do Meco, una higuera inscrita en el registro de árboles singulares de Pontevedra.

Una playa en Lanzada, Pontevedra© Javier García Blanco
Ermita de A Lanzada, Pontevedra© Javier García Blanco

Al pie del mirador se extiende la playa de A Lanzada, una de los mejores arenales gallegos para bañistas y amantes del surf, con más de 2,5 kilómetros de fina arena blanca al pie de una ermita románica. Este templo ha velado durante siglos una de las tradiciones más singulares de Galicia: el baño de las nueve olas. Según la creencia popular, las mujeres que el último sábado de agosto, a medianoche, tomen las nueve ondas rituales podrán curar su esterilidad.

Empanada gallega y albariño, comarca del Salnés, Pontevedra© Javier García Blanco

Culto al albariño… y al marisco

En el Salnés el vino no es sólo una bebida: es una religión, una cultura y una forma de vida. Cambados celebra cada año, la primera semana de agosto, la Fiesta del Albariñoel más antiguo de Galicia y declarado de interés turístico nacional. Durante varios días, la ciudad se transforma en un templo dedicado a este vino, con catas, conciertos y catas que atraen a miles de visitantes. La denominación de origen Rías Baixas tiene aquí su epicentro, y una visita a las bodegas locales permite descubrir los secretos de un vino que brilla en la copa con reflejos dorados y despliega aromas de frutas tropicales y toques minerales en el paladar.

Navajas, comarca del Salnés, Pontevedra© Javier García Blanco

Si el albariño es el rey del salnés en copa, el marisco se lleva la corona en el plato. En octubre, O Grove celebra la fiesta del mar más concurrida de Galicia, un inmenso homenaje a los tesoros que generosamente ofrece la ría de Arousa: mejillones, percebes, ostras, vieiras, cangrejos, arañas de mar, almejas y navajas. La península de O Grove, conocida como el “paraíso del marisco” o el “Caribe gallego” por sus playas de arena blanca y aguas turquesas, vive frente al mar. Aquí, las empresas de turismo náutico te permiten acercarte a las bateas de mejillones, charlar con los trabajadores del mar en su trabajo y aprender sobre técnicas de cultivo y pesca.

La isla de Arousa, unida a tierra firme por un puente de casi dos kilómetros, presume de contar con 2.600 andenes, lo que representa dos tercios de todos los de Galicia. Además, la isla celebra su propia Festival de la almeja(finales de agosto) al igual que Vilagarcía de Arousa, donde la famosa almeja de carril Tiene un santuario especial el fin de semana posterior a San Roque. Miles de porciones de Almejas a la marinera rociadas con albariño local Transforman estas celebraciones en auténticas romerías gastronómicas.

Pulpo a la brasa, Pontevedra, Comarca del Salnés© Javier García Blanco

No es casualidad que Julio Camba, el brillante columnista y periodista nacido en Vilanova de Arousa, dedicara cientos de páginas a detallar las excelencias culinarias en su libro. La casa de Lúculo o el arte de comer. Dotado de una pluma ágil y un paladar educado, a Camba le hubiera encantado, de pequeño, visitar las tabernas y restaurantes del actual Salnés, donde El pulpo, el marisco y las empanadas a la gallega se elevan al nivel del arte.

Comarca del Salnés, Vilanova de Arousa, Pazo do Cuadrante, Casa Museo Valle-Inclán, Pontevedra© Javier García Blanco

De Valle-Inclán a las Islas Atlánticas

Vilanova de Arousa, patria de Camba, fue también cuna de otro genio literario: Ramón María del Valle-Inclán. El Pazo do Cuadrante, hoy transformado en casa museo, conserva la memoria del dramaturgo modernista que inmortalizó los paisajes del Salnés en obras como La tragedia encantada de las tierras del Salnés Y romance de lobo.

Desde Vilanova parten embarcaciones que recorren la ruta fluvial Xacobea del Mar de Arousa y el Río Ulla, siguiendo el camino que, según la tradición, recorrieron los restos del Apóstol Santiago desde Tierra Santa hasta Iria Flavia. Esta ruta marítima o Traducción combina con la Variante Espiritual del Camino Portugués, formando un recorrido marcado por 17 cruzeiros lo que constituye el único vía crucis marítimo y fluvial del mundo. Las excursiones también te permiten acercarte a el islote deshabitado de Areoso, alberga antiguos dólmenes de más de seis mil años de antigüedad, y cuyas aguas turquesas recuerdan el caribe lejano y cálido. Y aquí, en el Salnés, todo es posible…



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