¿Dónde estarán los ocho radares que estrenará Oviedo y cuándo empezarán a funcionar?
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Además de limitar el acceso de los vehículos más contaminantes al centro de la ciudad, la zona de bajas emisiones (ZBE) de Oviedo también pondrá el punto de mira sobre los que no respetan los límites de velocidad. Una cuadrilla de operarios se encuentra estos días instalando los ocho nuevos radares con los que el Ayuntamiento quiere reforzar la seguridad del peatón dentro de los límites dibujados por la nueva regulación del tráfico en el casco urbano que el Ayuntamiento prevé implantar «a lo largo de 2026», con una ayuda europea de 7,3 millones de euros.
Los cinemómetros contemplados en un contrato adjudicado por Seguridad Ciudadana a la empresa EYSA por 4,8 millones de euros se ubicarán en la avenida de Galicia, General Elorza, Tenderina, Ronda Sur (uno ascendente y otro descendente), Austria (en Cerdeño), Martínez Marina y Azcárraga. En esta última vía, operarios de la empresa Boprisa realizaban ayer trabajos para instalar el radar.
La nueva regulación de la movilidad en el corazón del casco urbano, que deberá estar listo este mismo año, aunque el Ayuntamiento prevé que empiece a funcionar «a lo largo de 2026», precisará del despliegue de un centenar de cámaras, 33 pasos de peatones inteligentes, cinco puntos interactivos de información ciudadana que incluirán un botón del pánico, paneles de señalización, nuevos medidores para controlar el aire y la contaminación acústica, una plataforma única de gestión de denuncias, además de los ocho nuevos radares para tramitar multas a quienes circulen a más velocidad de lo permitido.
Un vehículo municipal etiquetado con la leyenda del área de bajas emisiones. | Lne
En la ZBE ovetense, desarrollada por las concejalías de José Ramón Prado (Seguridad Ciudadana) y Nacho Cuesta (Infraestructuras) habrá dos anillos. Uno interior, que abarca el Antiguo, la Escandalera y el entorno del Campo, limitado prácticamente al tránsito peatonal y un segundo anillo exterior, rodeado por la Ronda Sur, la avenida de Santander, Muñoz Degraín y la plaza de Castilla, al que no podrán acceder salvo excepciones los vehículos más contaminantes.
También se prevé instalar en los cruces existentes dentro de los anillos de restricciones a 33 pasos de peatones inteligentes, dotados con sensores capaces de detectar a los viandantes antes de cruzar o que vayan a acceder a la calzada, así como cuentas atrás en 52 semáforos. El proyecto prevé una aplicación para facilitar el acceso de los vehículos con permiso a 102 plazas para personas con movilidad reducida y a 72 zonas de carga y descarga.
A este contrato se suma otro de la concejalía de Infraestructuras para diseñar el plan de implantación de la ZBE, que según fuentes municipales «será flexible».
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