La indignación de la afición azulgrana tras la derrota del Clásico ante el Real Madrid y la derrota ante el Bàsquet Girona llevó a la dirección azulgrana a tomar la decisión de despedir a Joan Peñarroya.

Con una plantilla desequilibrada, varios jugadores lejos de su mejor nivel, derrotas dolorosas y un rendimiento muy por debajo del requerido para competir con la élite europea, la decisión final la tomó la dirección del Camp Nou.

La derrota de este domingo en el campo del Bàsquet Girona (96-78), equipo destinado a luchar por la salvación en la Liga Endesa y que sólo había ganado uno de los cinco partidos disputados, fue el detonante definitivo para el técnico, que llegaba muy cuestionado por los reveses anteriores ante el UCAM Murcia (78-81) y el Real Madrid (92-101).

En los pasillos de Fontajau se improvisó una cumbre de emergencia entre los dirigentes del equipo de baloncesto. Josep Cubells, cuya dimisión pidió Palau el viernes, así como Juan Carlos Navarro, Mario Bruno Fernández y Jordi Trias valoraron la situación.

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