Economia

«El mercado laboral no crea empleo para perfiles de baja cualificación»

«El mercado laboral no crea empleo para perfiles de baja cualificación»
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  • Publishednoviembre 9, 2025




Randstad Research, el centro de análisis y estudios sobre mercado laboral y recursos humanos del Grupo Randstad y dirigido por Valentín Bote, celebra su décimo aniversario en España. Diez años en los que su equipo de economistas ha desarrollado más de 630 contenidos y más de 80 presentaciones públicas relacionadas con el mercado laboral y los Recursos Humanos.

España sigue teniendo cifras récord de desempleo juvenil. En octubre subió un 5,5%, ¿cuál es su valoración?

En este caso, el aumento del desempleo juvenil es un fenómeno temporal, relacionado con el comportamiento estacional del mercado laboral. El sector que más empleo destruye en octubre es la hostelería, que por su estacionalidad incorpora a muchos jóvenes durante los picos turísticos. Sin embargo, a largo plazo, la situación del desempleo juvenil varía según el nivel de cualificación. Las empresas tienen muchas dificultades para encontrar los trabajadores que necesitan. Por tanto, un joven bien cualificado en zonas con alta demanda de empleo se encuentra prácticamente en una situación de pleno empleo. En muchos perfiles profesionales no existe el paro juvenil. Sin embargo, convivimos con un gran número de jóvenes con difícil inserción laboral. Ésta sigue siendo una de las grandes diferencias con Europa. Por ejemplo, en España, el 21% de las personas de 25 años, con sólo educación secundaria, están buscando empleo y enfrentan grandes dificultades para ingresar al mercado laboral. El mercado no crea empleos para perfiles poco cualificados, lo que contrasta con Europa, donde la proporción de jóvenes sin una formación adecuada es mucho menor. Así, vivimos una dualidad entre jóvenes con alta inserción laboral y altos salarios, y otros que enfrentan grandes dificultades para acceder al mercado laboral.

¿Por qué el Servicio Público de Empleo sigue reintegrando a pocos parados?

Llevamos décadas hablando de la necesidad de mejorar las políticas activas de empleo, pero nadie se atreve a molestar. Los servicios públicos de empleo no han sido eficaces en la intermediación laboral. Además, este porcentaje incluye muchos contratos temporales vinculados a políticas activas, como los de corta duración en los ayuntamientos.

La clave es mejorar la orientación de los jóvenes, especialmente en las escuelas e institutos, para que comprendan mejor las oportunidades profesionales en función de sus decisiones educativas. Por otro lado, el aumento del salario mínimo ha creado un problema, ya que el 20% de los trabajadores gana este salario. Esto crea un desincentivo a la cualificación: si al final, con o sin cualificación, el salario va a ser el mismo, ¿para qué vamos a estudiar?

¿Cree que el SMI desincentiva la formación?

Es una cuestión de decisión política. Un salario mínimo alto tiene ventajas para algunos y desventajas para otros. De hecho, hay países de la UE que no tienen un salario mínimo por considerarlo innecesario. La existencia de un salario mínimo reconoce que existe un problema laboral en el mercado que no se está abordando de manera efectiva. Es posible que también sea necesario mejorar la productividad para compensar este aumento salarial. En España la productividad es un tema complicado, ya que, aunque las grandes empresas españolas no son menos productivas que las europeas, nuestra estructura empresarial está dominada por las pequeñas empresas, lo que reduce la productividad media. Además, las políticas que fomentan el ausentismo también afectan la productividad. En España no se trabaja el 7% de las horas pactadas, lo que supone una pérdida importante.

El 11% de los trabajadores vive al borde de la pobreza. ¿Cuál es tu opinión?

Es un drama que no debería suceder. Aunque a menudo se señala que el salario es el problema, la verdad es que gran parte de esta dificultad para llegar a fin de mes proviene de la crisis inmobiliaria. El alquiler y la falta de oferta accesible son los verdaderos problemas. El salario no es el principal culpable, ya que está vinculado a la productividad, pero el coste de la vivienda es lo que realmente crea esa presión.

«En la próxima década, por cada 100 personas que dejarán la edad de trabajar, sólo 73 jóvenes se incorporarán al mercado laboral»

¿Cuáles son los mayores desafíos que enfrenta el mercado laboral?

El desafío generacional. En la próxima década, por cada 100 personas que dejarán la edad de trabajar, sólo 73 jóvenes ingresarán al mercado laboral. Además, la escasez de talento se está solucionando en parte gracias a la incorporación de trabajadores extranjeros. Esto crea un reto de integración y cualificación, ya que necesitamos trabajadores con perfiles muy específicos para cubrir la demanda.

¿Qué opinas del Estatuto de Becas?

El problema del Estatuto de Becas es que se planteó sin consultar adecuadamente a universidades o empresas, lo que dio lugar a una propuesta que no satisfizo a ninguna de las partes involucradas. Una vez más, regular a través de la ideología, en lugar de buscar el interés real de los protagonistas –estudiantes, universidades y empresas– no es la mejor manera de legislar.

¿Cómo cree que se comportará el mercado laboral de aquí a finales de año y en 2026?

El mercado laboral muestra mucha resistencia. La desaceleración es leve: el empleo crece al 2,3%, lo que representa unos 500.000 empleos netos al año, un ritmo saludable. No esperamos un colapso, sino una pérdida de ritmo muy suave y continua.

¿Qué sectores demandan más trabajadores?

Prácticamente en todos ellos. Algunas, como la logística, crecen por encima del 6%. También existe una gran demanda en el ámbito sanitario, tecnológico o industrial. Sin embargo, sectores como la hostelería sufren la falta de viviendas para trabajadores temporales, especialmente en zonas como Baleares. Hay empresas que no pueden abrir por falta de personal, y eso es riqueza que ya no se crea.

Hablemos de inteligencia artificial. ¿Destruirá empleos?

No lo creemos. La IA es ante todo una herramienta de productividad. No nos va a quitar el trabajo, pero aquellos que sepan utilizarlo mejor sí lo harán. Los trabajadores tendrán que aprender a utilizarla de forma eficaz y desarrollar habilidades como el pensamiento crítico, porque no podemos confiar ciegamente en lo que dice una IA.

¿Cómo “ponernos manos a la obra”? ¿Autodidacta, cursos…?

Hay diferentes niveles de responsabilidad. Cada individuo debe cuidar su empleabilidad. Las empresas tienen que formar a sus trabajadores para mantener su competitividad. Y las administraciones deben reorientar a los parados de larga duración: dos tercios no tienen estudios universitarios ni de formación profesional. Es necesario calificar para emplear.



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