Esta ciudad se merece ascender
«Oviedo es una ciudad que da gusto y su gente se merece ascender a Primera de una vez por todas». Son palabras de David Garrido, aficionado del Deportivo de La Coruña, que viajó junto a cientos de hinchas herculinos a la capital del Principado un día antes del choque ante los azules que tendrá lugar hoy en el Tartiere (16.15 horas).
Una vista del bulevar de la sidra ovetense.
El centro de Oviedo fue un ejemplo de comportamiento entre hinchadas. Unos quinientos deportivistas ocuparon la ciudad, en especial la calle Gascona, para disfrutar de una buena previa. Entre ellos, muchos aficionados del Oviedo que se encontraban allí pasando la tarde del sábado. «La verdad que son una gente encantadora, ya podían ser todas las aficiones que vienen como esta», decía Marisa González mientras tomaba un culín observando lo bien que se lo estaban pasando los desplazados desde La Coruña. A su lado, Esther López, José Castro, Gaby Castronovo, Pablo Castro, Naiara, Noa, Óscar y Natalie Servia dejaban sus cosas en las sillas de un local de la calle de la sidra para comenzar una tarde de lo más particular. Llegaron a Oviedo, hicieron un poco de turismo y ya esperaban con ansia el inicio del encuentro. «Queremos que gane el Dépor, pero el Oviedo es un equipo que nos cae muy bien. De hecho, alguno de nosotros somos un poco del Oviedo también», reconocía algún miembro de esta familia. Otros no querían saber nada del equipo rival, a pesar del cariño que se tienen las dos aficiones. «Sí, sí. Muy bonitas las camisetas del Oviedo, pero somos muy del Dépor, tenemos que ganar», insistían los aficionados coruñeses.
A la izquierda, José Castro, Esther López con Pablo Castro, Naiara y Noa Servia, Gaby Castronovo con Natalie Servia y ÓScar Servia, ayer, en La Pomarada Cider House en la calle Gascona.
Las calles se fueron llenando poco a poco de hinchas deportivistas, muchos de los cuales tenían previsto salir de fiesta por la noche. «Ya dimos un paseo el viernes y la verdad que el ambiente fue increíble. Las dos aficiones nos unimos y cantamos canciones juntos. Algunas contra el equipo ese de Gijón», bromeaban varios hinchas que sujetaban la bandera de su peña.
Sea como fuere, ambas aficiones dieron ejemplo de buena convivencia, lo que demuestra que, más allá de la rivalidad, el fútbol, en ocasiones, une más de lo que divide.
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